VALERIA GIL
La senadora Lucía Topolansky (MPP) advirtió a legisladores del Frente Amplio que los gremios docentes preparaban una ofensiva con reclamos que harán "reventar" en junio, en coincidencia con la discusión de la Rendición de Cuentas .
En un mail enviado el 23 de marzo al que accedió El País, Topolansky informa que el ministro de Educación, Ricardo Ehrlich, la llamó por teléfono "muy preocupado por conversaciones habidas con Fenapes (Federación de Profesores) y ADES", filial en Montevideo del sindicato de Secundaria.
La senadora alertó a los legisladores de las comisiones de Educación de Diputados y Senado de una escalada gremial para reivindicar "temas fundamentalmente edilicios".
También se mencionó dentro de la plataforma docente "la falta de algunos cargos" y "la clásica reivindicación de Rendición de Cuentas", la cual harían "reventar en junio".
En su mail, Topolansky informa que el ministro viajaba a Brasil por 24 horas y que a su regreso se estaría convocando a una reunión con los legisladores del oficialismo. "Yo le propuse (a Ehrlich) que nos reuniéramos los legisladores del FA de Educación y Cultura para valorar las posibilidades se una mediación de modo de poder encauzar un problema que al profesor (Juan Pedro) Tinetto aparentemente le está pasando por arriba".
Tinetto asumió la dirección general del Consejo de Educación Secundaria (CES) el 6 de febrero de este año, en sustitución de la inspectora de Educación Física, Pilar Ubilla (MPP).
La reunión convocada por Topolansky con Ehrlich se realizó el martes 27 de marzo, en el despacho de la senadora.
Fuentes legislativas dijeron a El País que en el encuentro se decidió "no mediar" entre los sindicatos de la educación y el gobierno para intentar frenar la movida que se venía gestando.
Las fuentes explicaron que el encuentro que tuvo carácter "reservado", sirvió para intercambiar puntos de vista acerca de los reclamos de Fenapes y ADES (Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria).
Según los informantes, "había preocupación por el conflicto que se registra a nivel de Secundaria, pese a que es el momento en que más presupuesto se ha destinado a la educación" (4,5% del PIB).
Dentro del intercambio de ideas, los legisladores manifestaron que el conflicto que lleva adelantes Fenapes "no tiene sentido". Debido a que "siempre hay necesidades", pero eso "no amerita un conflicto de estas magnitudes que afecta el desarrollo normal de las clases", añadieron.
Además, los informantes explicaron que esta no es la primera reunión que convoca la senadora en su despacho. Topolansky ya había llamado a legisladores otras veces para solucionar problemas vinculados a la educación.
En uno de los encuentros que no trascendió públicamente, Topolansky intentó mediar para que los legisladores aceptaran la propuesta del presidente José Mujica, para transformar a la UTU como un ente autónomo.
OFENSIVA. La escalada sindical de Fenapes y ADES comenzó a principios de marzo, cuando se retomaron las clases. La falta de locales y las malas condiciones edilicias fueron denunciadas por las gremiales una y otra vez.
Tanto Mujica como el vicepresidente Danilo Astori reconocieron los problemas de gestión a la hora de ejecutar las obras en convenio con la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND).
Mientras tanto, Fenapes discutirá este sábado la posibilidad de ir a la huelga. Fuentes sindicales confirmaron que habrá acuerdo para aplicar la medida luego de que finalicen las vacaciones de julio.
Por su parte, ADES Montevideo se reunirá el martes 17 también para definir la convocatoria a una huelga. Hasta hoy hay paro docente en el liceo 62 ubicado en Villa Colón en reclamo de mejoras edilicias.
ADES es un sindicato combativo conducido por militantes de tendencia anarquista y marxista, según ellos mismos se definen. Mientras que Fenapes está dirigido por militantes que en su mayoría pertenecen al Partido Comunista del Uruguay (PCU). Este sector del Frente Amplio mandató a sus integrantes a no aplicar medidas gremiales hasta pasadas las elecciones internas del Frente Amplio el 27 de mayo, según confirmaron a El País fuentes sindicales de la enseñanza.