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La destrucción total de los módulos 4 y 5 del Comcar agravó aún más la crisis carcelaria y llevó a que casi el 13% de los 9.300 presos de todo el país durmieran anoche en tres patios. Estos reclusos serán distribuidos a otras cárceles.

Efectivos del departamento de investigaciones penitenciarias indagaban a varios reclusos tras recibir información que dos bandas de internos se habían enfrentado a los tiros durante el motín, que duró cuatro horas de la madrugada de ayer en los módulos 4 y 5 del Comcar. En esos módulos se alojan desde rateros, "perros" (lugartenientes) de presos considerados pesados hasta homicidas.

La revuelta de los presos sucedió en los módulos más hacinados de la cárcel más grande del país. Ocurrió en dos de los nueve edificios del Comcar.

En ambos módulos había 1.300 presos, casi la mitad de los 3.100 internos del Comcar. Los amotinados fueron 1.160. Ese penal tiene 1.500 plazas.

El hacinamiento en ambos edificios era de magnitud: había celdas para tres reclusos que alojaban a 10. En los dos módulos los presos se agrupaban a su antojo, en función de sus amistades y circulaban libremente por las noches de una celda a otra a través de boquetes, según fuentes del Comcar.

Mientras policías de ese penal manejaban ayer que los 1.160 presos amotinados serían distribuidos en las cárceles Libertad, Canelones, Paysandú y otros penales, tal extremo no fue confirmado por el Ministerio del Interior.

La asesora en materia penitenciaria del Ministerio del Interior, Gabriela Fulco, entregará hoy a los familiares una lista con los nombres de los presos y los establecimientos donde serán reubicados.

Los técnicos del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) trabajaron ayer en los perfiles de los internos para trasladarlos a otras cárceles aunque no especificaron los lugares de realojos de esos internos.

"Estamos trabajando en ese tema. Son un número considerable de presos. Pasarán la noche en el patio que tiene un 50% cubierto y otro 50% descubierto", indicó Fulco a El País.

Los guardias distribuyeron 1.200 frazadas entre los reclusos. A la hora 20 de ayer comenzó a llover y ello obligó a las autoridades ministeriales a apelar al Plan de Emergencia y al Ejército para techar con lona las partes descubiertas de los patios del Módulo 8.

La crisis carcelaria en Uruguay se arrastra desde hace 10 años. El hacinamiento en el sistema es crónico: aloja a 9.300 presos en unas 6.500 plazas, según fuentes policiales.

En un seminario organizado por la Fiscalía hace un mes, Gabriela Fulco alertó que 1.287 internos ya superaron los dos años de encarcelamiento y, sin embargo, no tienen una definición sobre sus causas. Es decir, no saben cuándo quedarán en libertad.

Fulco advirtió, además, que esa demora supera todos plazos otorgados por las convenciones internacionales sobre la materia carcelaria.

"Esos presos viven en un limbo y con una incertidumbre total. Sin esos 1.287 presos, se solucionaría el hacinamiento carcelario porque se construyeron más de 2.000 plazas en los últimos dos años", dijo Fulco en el seminario.

Además del hacinamiento, las cárceles uruguayas sufren de otros problemas endémicos: el elevado porcentaje de presos adictos a las drogas, un número importante de internos con VIH y el ingreso constante de armas de fuego.

Fulco dijo a El País que la revuelta en el Comcar es multicausal. "Son hechos que se arrastran en el tiempo. Los presos dicen que una de ellas fue la información sobre la suspensión de la visita. Después se suman otros como el hacinamiento", indicó.

Hoy el departamento de Arquitectura del Ministerio del Interior elevará un informe sobre los costos de los daños en los módulos 4 y 5 provocados por el motín de la madrugada de ayer.

DISTURBIOS. La revuelta se inició en el Módulo 5 del Comcar a la 1 de la mañana de ayer. Poco después se plegaron internos del Módulo 4.

Los reclusos sacaron colchones de polyfon hacia la "planchada" (especie de corredor que divide las celdas). Mientras unos presos encendían fuego en los colchones de polyfon, otros se subían a los techos a través de un boquete existente en una de las celdas, según relataron familiares de internos a El País.

Muchos reclusos tiraron ropas de sus compañeros de celdas para avivar el fuego. En ese momento, encima de los techos de ambos módulos se encontraban medio centenar de presos. Durante la protesta, uno de los reclusos cayó del techo y sufrió lesiones graves. Otros cuatro internos recibieron heridas de consideración y tres policías lesiones leves, según informó el Ministerio del Interior.

Fulco desmintió las distintas versiones sobre que había fallecidos en el motín. "La totalidad de reclusos está en buen estado de salud. Todos fueron atendidos por médicos de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE)", expresó.

A las 4.30 horas de la víspera cesaron los disturbios. El director del Área Metropolitana, Eduardo Pereyra Cuadra, y varios oficiales lograron encauzar una vía de diálogo con internos representativos de los módulos 4 y 5. Cinco horas más tarde, un grupo menor de presos se encontraba aún en los techos de ambos módulos. A esa hora arribó a la cárcel el comisionado parlamentario Alvaro Garcé y estos descendieron. Luego fueron reunidos en pequeños grupos y posteriormente derivados al patio y a otras instalaciones del Módulo 8.

A las 11 horas de ayer, Pereyra Cuadra se desplazó hacia un vallado ubicado en los accesos al penal y la ruta 1 donde se concentraban unos 200 familiares de presos. Muchos de ellos estaban indignados y hacían correr versiones de que hubo dos muertos durante las protestas. En el lugar estaban apostados medio centenar de policías del Grupo Especial de Patrullaje Preventivo (GEPP) y de la Guardia Republicana. En uno de los canteros de la ruta 1 se encontraba una camioneta con más efectivos de la Jefatura de Montevideo.

Tras calmar a los familiares, Pereyra Cuadra dio una lista de internos heridos: Sebastián Sirabro, Oscar Sirabro, Sergio González, Paulo Soca y Jorge Luis. De este último interno no se conocía el apellido. También señaló que esos presos fueron derivados a los hospital Clínicas, Maciel y Pasteur.

Al mediodía de ayer, Garcé también se dirigió hacia donde se concentraban los familiares de los presos.

Señaló que no tenía información de que hubiera muertos en el motín y dijo que la situación era de calma. "Los internos están recibiendo alimentos ahora en el patio del Módulo 8. También se les curó las heridas en las muñecas provocadas por pequeños cortes (de los precintos) y no están desnudos como se dice", expresó el comisionado.

Garcé trasmitió a los familiares de los presos que la prioridad era el alojamiento de los mismos, ya que en el Comcar no había cupos suficientes.

VIERNES 20. A las 10 de la mañana de ese día, dos policías del Penal de Libertad fueron heridos de bala por el recluso Eduardo Brasil. Por la tarde, los guardias decidieron suspender las visitas hasta el miércoles 25, lo cual fue avalado por las autoridades ministeriales.

DOMINGO 22. Con el apoyo de dirigentes de la Unión de Sindicatos Policiales (USIP), personal del Centro Metropolitano de Rehabilitación Femenino (ex CNR) decidió suspender las visitas ese día. Esa medida fue rechazada por el Ministerio del Interior, que evalúa posibles sanciones a los responsables. Tras conocer la decisión de los guardias, las presas inician un motín en dicho penal.

LUNES 23. En un comunicado de prensa emitido a las 22 horas de ese día, el Ministerio del Interior anunció que la suspensión de las visitas en Libertad y Comcar se extendería hasta el próximo sábado 28 .

MARTES 24. A las 11 de la mañana de ese día, el presidente José Mujica recibió a los gremios policiales. Tras el encuentro, la dirigente de la USIP, Patricia Rodríguez, señaló que Mujica les sugirió que hicieran un paro nacional para informar sobre las condiciones en que trabajan los guardias penitenciarios. Por la tarde, Presidencia de la República desmintió que Mujica hubiera aconsejado un paro en la Policía. A las 17 horas de ese día, el director de Cárceles, Eduardo Pereyra Cuadra, dialogó con presos de los módulos 2 y 4 del Comcar tras ser informado sobre rumores de motín en ese penal. El jerarca penitenciario dijo a los internos que se había resuelto restituir las visitas y paquetes a partir del día jueves 26 de abril. Un comunicado del Ministerio del Interior informó que, no obstante ello, a partir de información desactualizada difundida ese martes en los medios de prensa, se produjo una escalada que derivó en serios incidentes.

MIÉRCOLES 25. En la madrugada de esa jornada comenzó el violento motín que terminó con la destrucción de los Módulos 4 y 5 del Comcar.

Es la cantidad de presos alojados en los módulos 4 y 5 del Comcar. Eran los más hacinados de ese penal.

Es la cantidad de presos alojados en establecimientos carcelarios de todo el país, según el Ministerio del Interior.