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Despiden al famoso historietista Caloi, creador de Clemente

Querido. Fue un grande del humor dibujado

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Al mismo tiempo en que la última tira de Caloi, en el diario Clarín, era distribuida en kioscos en la madrugada del martes, él fallecía tras una batalla al cáncer de colon. Esa última tira de su personaje Clemente, hablaba de la muerte del universo.

Carlos Loiseau, más conocido como Caloi, más conocido por su programa de animación Caloi en su tinta, y más conocido aún por su personaje Clemente, tenía sesenta y tres años. "Las personas como Caloi no son esas personas que se mueren, son más eternas. Era maravilloso trabajar con él, era un compinche", dijo el compositor y bandoneonista Rodolfo Mederos, autor de la música de Anima Buenos Aires, un largometraje de animación dirigido por Caloi y estrenado el jueves pasado.

Caloi, conocido en varios países latinomaericanos, había sido declarado "Personalidad destacada de la cultura" en 2004 y Ciudadano Ilustre de Buenos Aires cinco años más tarde, mientras que Clemente recibió la distinción de "Patrimonio Cultural de la Ciudad" otorgado por la Legislatura (parlamento comunal). Su más conocido personaje había nacido en 1973 como una suerte de pájaro a rayas que no podía volar y era el acompañante de Bartolo, un conductor de tranvía o `trangüei`, como diría Clemente usando su léxico argentinizado.

Rudy, libretista de Tato Bores y autor, afirmó al portal Terra que los mayores aportes de Caloi son "la incorporación de un tono porteño y reo al humorismo gráfico y su enorme tarea de divulgación en el ciclo televisivo Caloi en su tinta". Su programa de televisión abrió caminos y se convirtió en inspiración de muchos (de algún modo La mano que mira, en Uruguay, es continuador de esa idea). El gran historietista argentino Horacio Altuna (radicado en España aunque muy activo en su país) dijo, por su parte, que era un tipo entrañable. "La obra de Caloi forma parte de la cultura popular y quedará en la memoria y el afecto de la gente. El Negro era un compañero y un amigo de más de 30 años, es una desaparición terrible. Pasa lo mismo que cuando murió Fontanarrosa. Siempre vas a poder abrir sus libros y sonreír con lo que nos dejó. Dejar sonrisas es una herencia muy difícil de poder igualar".

Su esposa María Verónica Ramírez, dibujante y pintora (y codirectora del film animado), se encargaba de escanear sus dibujos y enviarlos al diario.

Caloi comenzó a dibujar en la revista Tía Vicenta, en 1966. Pasó luego por muchas otras y entró al diario Clarín, donde comenzó a publicar a Clemente en 1973. Durante el Mundial celebrado en 1978, Clemente se convirtió en un icono de resistencia ya que el personaje incitaba a tirar papeles a las canchas y las tribunas cantaban "Muñoz, Muñoz, Clemente te cagó", en referencia a un locutor que pedía orden.

Ahora queda su obra como testimonio.

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