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El jueves 21 de junio, en el turno nocturno que se extiende desde las 0.00 a las 6.00 horas habían solo dos funcionarias -una nurse y una auxiliar de enfermería- para asistir a 15 recién nacidos en una de las salas de Cuidados Intensivos del Hospital Pereira Rossell.

La situación fue denunciada por escrito, primero a los jefes médicos de guardia y a la dirección del centro hospitalario, y después a la presidenta del directorio de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), Beatriz Silva.

En la carta enviada a Silva los funcionarios señalan que desde hace tres años que el servicio no cuenta con la dotación necesaria de licenciados en enfermería, auxiliares de enfermería y auxiliares de servicio. Esta situación, puntualizan, se ha venido "agravando" en los últimos meses.

Y detallan ejemplos de falta de personal para atender pacientes críticos que son similares al caso ocurrido en la noche del jueves 21.

La carta, firmada por la presidenta de la Asociación de Funcionarios de ASSE (Afasse), Mariela Grela, señala que eventos de este tipo coloca a los trabajadores en una "situación muy difícil". "Tenemos que trabajar con gran estrés y con riesgos para el paciente, dado que humanamente es imposible brindar una asistencia correcta". Los funcionarios aclaran que se ven "obligados" a denunciar esto para deslindar responsabilidades de lo que pueda ocurrir si siguen trabajando en esas condiciones.

Pese a las reiteradas denuncias del gremio, las autoridades siguen "omisas" en su respuesta, se quejan los trabajadores. Incluso destacan que se continúa incumpliendo con un decreto del año 2008 que estipula cuál debe ser la dotación mínima para trabajar en las unidades de cuidados intensivos: un licenciado en enfermería por guardia, un licenciado cada cuatro camas y dos auxiliares cada dos pacientes.

"En el servicio que nos ocupa estamos muy lejos de cumplir tales requerimientos. Es decir, el Estado no está cumpliendo con sus propias normas",

La semana pasada la Sociedad Uruguaya de Pediatría (SUP) también denunció las condiciones laborales en el Pereira Rossell y advirtió sobre posibles riesgos asistenciales.

Los especialistas señalaron que en las salas de pediatría la mitad de los internistas no están los fines de semana. Además, la cobertura de guardias en el CTI de niños y en el servicio de recién nacidos, si bien es completa entre semana, hay "dificultades" para cubrirla los fines de semana.

Las guardias no se toman porque el sector privado ofrece mejores condiciones y salarios, argumentan los especialistas.

Por otra parte, en la Unidad de Cuidados Intensivos de niños las condiciones de infraestructura son "lamentables", según los médicos. Dicen que el vestuario de enfermería está en malas condiciones, que hay humedades, filtraciones de agua, mala ventilación y calefacción.

PASTEUR. En tanto, los funcionarios de ASSE también denunciaron una situación "caótica" en el CTI del Hospital Pasteur generada por la diferencia de horas médicas efectivamente adjudicadas con las que corresponden.

Este desfasaje hace "inoperante" el accionar del CTI, "generando incertidumbre en cuanto al pago de las horas faltantes", advierten los funcionarios, que también deslindan toda responsabilidad ante el acaecimiento de cualquier evento adverso que pudiera acontecer por la falta de recursos humanos.