CANELONES | PATRICIA MANGO
Treinta heridos (tres de ellos graves) y un muerto, fue el saldo de un espectacular vuelco de un ómnibus en ruta 7, en el límite entre San Jacinto y Pando.
El siniestro ocurrió sobre las 14 horas. El ómnibus de Cromin S.A. volvía de Minas rumbo a Montevideo y llevaba, según una lista primaria, 44 pasajeros.
De acuerdo a la versión que recogió Policía Caminera, una señora que habría subido metros antes del choque trastabilló cayendo encima del chofer. Esto habría provocado el derrape y la posterior caída de coche.
El pesado vehículo rompió un primer mojón en una curva previa al puente del kilómetro 38 y cayó. Se arrastró de costado por el pasto hasta parar debajo del puente, en un escaso arroyo Sauce.
Elsa Pérez, de 76 años, salió despedida y perdió la vida en el lugar. "Pudieron morir todos", era la frase más repetida en la tarde de ayer en el lugar.
Más de 30 personas resultaron con traumatismos leves y tres con heridas graves. El más pequeño es un niño de un año y medio, cuya madre también resultó herida. "En principio no estaba grave", indicaron los informantes.
El ómnibus hacía un recorrido habitual -no de excursión- y frecuente en la zona.
TRAMO PELIGROSO. El accidente dejó al descubierto la peligrosidad de ese tramo de ruta, que llamó la atención de un conductor profesional que presenció el accidente, Daniel Corbo. "No hay guardarraíl ni barreras de contención", indicó.
Corbo, que hace el tramo Tala, San Jacinto-Montevideo, iba solo, en sentido contrario al siniestrado ómnibus. Antes de la curva, "lo vi venir sin rumbo", contó a El País.
"Se fue barranca abajo y se arrastró. Yo atiné a parar el ómnibus y tirarme a ayudar a la gente". El conductor tenía su ropa llena de barro y llevaba puesta su camisa del uniforme. Es que cuando sacó a una niña, "de entre 4 y 6 años", le dio su campera para abrigarla.
Aún impactado emocionalmente, Corbo protestó por lo que, dijo, es una ruta "peligrosa" a la que nadie presta atención. "Por acá pasan camiones repletos de leña; nosotros mismos (los ómnibus) que a veces nos tocamos los espejos; peatones que no tienen banquina para caminar... pero nadie le da importancia", aseveró.
¿EVITABLE?. Osvaldo, quien integra la agremiación de transporte pesado de camiones y ómnibus "Grupo 12", opinó que el accidente podría haberse evitado si existieran las medidas de contención indicadas, como un guardarraíl de la altura media del ómnibus. "Eso pudo contenerlo para que no cayera", explicó, mientras movía con la mano la baranda del viejo puente sobre el arroyo donde paró el ómnibus.
"Corren peligros pasajeros, peatones y conductores", argumentó. Y dijo que hay paradas en lugares inadecuados, como repechos y curvas.
Salvo Corbo, no hay otros testigos del accidente. Por tanto, será necesario aguardar a que se pueda interrogar al chofer para aclarar las causas del mismo.
El conductor, a quien la espirometría le dio negativa, fue internado en Médica Uruguaya. Otros pasajeros fueron trasladados a Caamepa de Pando, al hospital de la ciudad -que queda a 4 kilómetros del lugar- y al Hospital Pasteur.
LA GRÚA. Sobre las 17 horas llegó la grúa de la Intendencia a sacar el ómnibus. En principio, había que descartar o confirmar que otra persona estuviera atrapada debajo del vehículo.
"Todos contuvimos el aire", dijeron policías a El País, pero finalmente, no había nadie en el suelo. Previamente, Bomberos había pasado por debajo del ómnibus, por el agua puntualmente, para ver si había personas. Pero no encontraron nada, informó el comisario de Bomberos Leandro Palomeque. Sin embargo, la cabina y la parte trasera de ómnibus estaban llenas de barro y ramas, y aplastadas contra el suelo firme.