MARCELA DOBAL
El creciente intervencionismo estatal en las decisiones de gasto y ahorro de los ciudadanos argentinos alimenta la apertura de cuentas bancarias en Uruguay. El flujo de dinero es lento pero constante y se hacen depósitos de montos medios.
Elina es argentina y trabaja para una multinacional en Estados Unidos. El mes pasado cruzó el Río de la Plata y se abrió una cuenta en un banco local. El objetivo es pedirle a la empresa que le deposite el salario en Estados Unidos para luego transferirlo a una cuenta en Uruguay en la que pueda manejar sus ahorros sin el control del gobierno argentino. Valentina tiene un trabajo en Uruguay que hace a distancia y abrió una cuenta para poder cobrar. Lo mismo ocurre con Pablo o Sandra, uruguayos radicados en Buenos Aires, que cobran pensiones del Banco de Previsión Social y decidieron abrir cuentas para tener el dinero "más fácil" al momento de viajar a Uruguay.
Esta situación como tantas otras se volvió más frecuente a medida que el vecino país incrementó los controles de divisas, pese a que Uruguay y Argentina acordaron el intercambio de información fiscal este año. En los últimos meses el gobierno de Cristina Fernández elevó el monitoreo que realiza sobre la fuga de divisas de sus ciudadanos (no permite ahorrar en dólares) que no han olvidado el intervencionismo del corralito de 2001, cuando se pesificaron los depósitos en Argentina.
Según pudo saber El País en base a fuentes bancarias, la demanda de argentinos se registra con mayor énfasis en las sucursales de bancos en departamentos del Litoral, sobre todo en Colonia, pero también en Maldonado cuando vienen por el fin de semana. De hecho, el fin de semana pasado, varios bancos en Punta del Este registraron un alza en las consultas para abrir cuentas, supo El País.
El director ejecutivo de la Asociación de Bancos Privados, Julio de Brun, dijo ayer a El País que no se observa un aumento "explosivo" pero que los datos de cuentas de no residentes tienen una tendencia "creciente" en los últimos años. "Es un crecimiento lento pero constante", sostuvo.
De Brun afirmó que el crecimiento comenzó cuando el gobierno argentino confiscó el dinero de las Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión a fines de 2008, pero que "cada medida que ha tomado Argentina por lo general ha implicado una salida de capitales, que en parte va para Uruguay y en parte para el resto del mundo".
En agosto, los depósitos de no residentes en el sistema bancario local aumentaron con respecto a julio, revirtiendo la caída que habían evidenciado el mes anterior, de acuerdo a cifras divulgadas por el Banco Central.
El crecimiento fue de 0,9% en pesos a pesar de las trabas establecidas por el gobierno argentino para la salida de divisas. Medidos en dólares, los ahorros de extranjeros sumaron US$ 3.464 millones. Esto supuso un incremento de US$ 54 millones con respecto a julio. El aumento fue absorbido en un 90% por los bancos privados y un 10% por los públicos.
El Central estima que cerca del 90% de los depósitos de no residentes corresponden a argentinos.
Las condiciones y precios para abrir cuentas a un argentino son variadas según de qué institución se trate (ver nota aparte).
En cuanto al tenor de los depósitos con que se están abriendo cuentas en Uruguay, De Brun informó que son "montos medios", ya que las riquezas más importantes que se fugan de ese país se vuelcan a la administración de portafolios de inversión, que se manejan desde Uruguay "pero no necesariamente con cuentas abiertas en el país".
De Brun explicó que el perfil demandante de cuentas "es diverso", pero que en general corresponde a "gente de clase media que viene habitualmente a Uruguay o gente de clase alta que viene a Uruguay porque tiene propiedades", entre otros casos.
Los requisitos varían según la institución
Los bancos de la plaza uruguaya ponen similares exigencias formales a los no residentes que desean abrir una cuenta, pero los montos que es necesario depositar difieren según la institución.
Esto motiva a los argentinos a hacer varias consultas antes de tomar la decisión.
Los principales bancos privados exigen a los no residentes un depósito de unos US$ 5.000 o US$ 10.000 promedio, con costos fijos que en general son de US$ 10 o US$ 20 mensuales.
El Banco República, en tanto, cobra US$ 200 por abrir la cuenta y a partir de los US$ 500 depositados no tiene costo fijo mensual.
A los no residentes la banca uruguaya les exige información sobre las cuentas con las que ya operan, en qué sucursales de su banco, con qué operativa y desde cuándo, además del documento de identidad y otros comprobantes sobre los ingresos y egresos mensuales promedio, así como referencias personales y alguna factura a nombre del interesado que pruebe el domicilio. Algunos también consultan el propósito de la cuenta. La apertura de cuentas en general permite acceder a una tarjeta de crédito internacional sin costo el primer año, además de la de débito.
En agosto, las instituciones que captaron mayor volumen de depósitos de no residentes fueron Banque Heritage (US$ 24 millones), Itaú (US$ 21 millones) y en menor medida Santander (US$ 9 millones) y BBVA (US$ 8 millones), según los datos más recientes divulgados por el Banco Central.
Los argentinos que retiran más de US$ 10.000 de su país en la mano, deben declararlos ya que ese monto está sujeto a controles.