PABLO MELGAR
La Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) investiga una organización ilícita que comercializa medicamentos en ferias vecinales. Apuntan a funcionarios y usuarios. Ordenaron auditorías en tres farmacias del interior.
"Algunos puestos de las ferias vecinales tienen más medicamentos que muchas de las farmacias de ASSE", afirmó a El País una de las principales autoridades del organismo sanitario estatal.
Varios inspectores de ASSE vienen recorriendo las ferias vecinales con cámara de fotos en mano para documentar la venta clandestina de remedios.
Con las imágenes como prueba los inspectores se presentan a la Policía que detiene a los vendedores y luego los presenta ante la Justicia.
Así fue que en las últimas dos semanas se concretaron dos operativos en la feria de Malvín Norte, localizada en la zona de Emilio Castelar y Berro. Allí se incautaron cientos de cajas de medicamentos, muchos de ellos para tratamientos psiquiátricos y que se administran bajo "receta verde" y otros indicados para controlar otras enfermedades.
Según un informe interno de ASSE, al que accedió El País, el 97% de los remedios incautados pertenecían a ASSE y el 3% restante al INAU.
En el último procedimiento en la feria de Malvín Norte la Policía detuvo al vendedor, quien puesto a disposición de la Justicia quedó en libertad.
El juez actuante resolvió que se mantuvieran por un año los antecedentes del implicado.
Tras la investigación de ASSE se descubrió que los vendedores tienen un sistema de comercialización que responde a demandas concretas de los "clientes".
Uno de los principales directivos del organismo de salud dijo a El País que se detectó que cuando los feriantes no tienen en stock determinada medicación la "consiguen" en cuestión de horas o días.
El documento señala que "la problemática general se centra en un control insuficiente sobre algunas farmacias y/o sobre el uso de recetas médicas". Por tal motivo, todas las miradas apuntan a los funcionarios de los expendios hospitalarios de ASSE. Sin embargo, hasta el momento no se ha logrado identificar a los autores de la maniobra. Tiempo atrás se investigó a un funcionario pero no se encontraron pruebas para tomar decisiones al respecto.
En ese marco, el 12 de septiembre el directorio de ASSE resolvió concretar una auditoría en las farmacias del organismo localizadas en los centros hospitalarios de Río Branco, Melo y Chuy. Al parecer, la caída en los stocks de medicamentos de las tres dependencias coincide con muchos de los remedios localizados en un puesto de la feria de Malvín Norte.
Los medicamentos de ASSE no están identificados aunque los stocks son "muy controlados" por el organismo. Por tal motivo se estudia la posibilidad de imprimirles un código de barras o código ID que permita reconocer su procedencia de manera inmediata.
Hasta ahora la única identificación que contienen es una pequeña inscripción en las cajas con la sigla "ASSE".
Además, el organismo dispuso un reforzamiento de los controles de stock e inventario de medicamentos en todas las farmacias de ASSE del país. Cada una de las unidades ejecutoras es la responsable por el manejo del stock farmacéutico y de mantener al día la información sobre sus existencias.
Con el objetivo de "fomentar la responsabilidad" de las distintas unidades ejecutoras, ASSE se dispone a realizar un plan anual de control de farmacias. Al mismo tiempo, se pretende instrumentar un sistema de stock electrónico denominado webfarma. Mientras se concreta el plan se llevarán adelante las auditorías en las farmacias de los hospitales mencionados de Cerro Largo y Rocha.
PELIGRO. El protocolo de Salud Pública para estos casos indica que cuando se decomisan medicamentos en la vía pública o que se desconoce la forma en que fueron almacenados, se los destruye los antes posible.
"Los medicamentos son formulados para que tengan determinada vida útil y sean mantenidos en condiciones estrictas tales como no ser afectados por la humedad, conservarse en frío, etc.", señaló ayer a El País la directora de la División Medicamentos del Ministerio de Salud Pública (MSP), Raquel Ramilo.
"Estamos frente a acciones delictivas organizadas, son verdaderas mafias", afirmó Ramilo a El País.
En ese sentido, la funcionaria consignó que "es muy difícil" conseguir la pruebas que lleven a detener a los cabecillas. Cuando las autoridades sanitarias y policiales logran localizar y detener a involucrados en el tráfico de medicamentos llegan a personas mayores o gente con familiares enfermos que "no tenían nada que ver con la organización", dijo Ramilo.
MORFINA EN LA FERIA VECINAL
En el último procedimiento contra la comercialización de medicamentos se detectó una importante cantidad de medicación psiquiátrica que requiere la prescripción de un profesional especializado en el área. También localizaron medicación para pacientes crónicos.
La Policía encontró que el vendedor tenía tres cajas de Sertralix, ocho de Goval, tres de Ritaline, una de Clonafine.
También se localizó una caja de una de las marcas comerciales de la morfina. Un médico consultado por El País consignó que se trata de un fármaco que requiere receta roja, un grado más elevado de peligrosidad que los de receta verde.
Además, se detectaron medicamentos que se usan para el tratamiento de enfermedades crónicas como diabetes y otras.
Las farmacias truchas del barrio
El control de la venta ilegal de medicamentos en las ferias vecinales no es responsabilidad directa del Ministerio de Salud (MSP) ya que hay una repartición del Ministerio de Economía (MEF) que se encarga de las ferias, según aclararon en ASSE. Además, en el MEF funciona el Área de Defensa del Consumidor que también ha intervenido en distintas ocasiones.
Sin embargo, el asunto también es manejado por el MSP y ASSE dado que dejó de ser un problema económico para convertirse en un problema sanitario en función de que el consumo de medicación en mal estado es un "peligro" y el faltante de remedios afecta los servicios hospitalarios. Según la directora de la División Medicamentos del MSP, Raquel Ramilo, la venta de medicamentos en ferias es un fenómeno que "no está empeorando". "Parece que culturalmente no resulta fácil comprar un medicamento en las ferias", afirmó a El País.
Al respecto, la experta aseguró que "la degradación del producto no solo puede determinar que no sea eficaz sino que también puede llegar a ser dañino".
Ramilo destacó que la Policía está apoyando "cada vez más" la lucha contra el mercado negro de medicamentos. Por otro lado, la funcionaria señaló que hasta el momento no se han detectado casos de falsificación de medicamentos, algo "mucho más grave", afirmó.
En 2011 hubo varios procedimientos a cargo de Hurtos y Rapiñas de la Policía de Montevideo en las ferias de Piedras Blancas y Larravide, entre otras. En febrero de ese año, la Justicia procesó con prisión a un hombre de 55 años poseedor de un antecedente penal por usurpación de título. El juez actuante dispuso el enjuiciamiento del sujeto bajo el cargo de "venta inhabilitada de sustancias genuinas". El hombre procesado dijo a la Policía que compraba los medicamentos a usuarios de Salud Pública a $ 25 y los comercializaba por el doble del precio en las ferias.