VALERIA GIL
Sorpresivamente una empresa española compró los siete aviones de Pluna por US$ 137 millones. El gobierno no brindó información sobre los antecedentes de esa empresa y al momento Uruguay sigue sin recuperar su conectividad aérea.
Pasaban 10 minutos de la hora 14 y a la puerta de la calle Buschental de la Rural del Prado se acercaba un hombre de traje negro y corbata celeste que preguntaba por la subasta de siete aviones de Pluna. Como las puertas estaban cerradas, el hombre, que se identificó como un "oferente". debió esperar en un remise.
Pasaron 12 minutos y el hombre volvió a preguntar si podía ingresar al local de la subasta, pero le informaron que debía aguardar. El misterioso oferente, que resultó ser un español de nombre Antonio Sánchez, dijo a El País que representaba una empresa española llamada Cosmo Líneas Aéreas, la cual tiene su sede en Madrid y hace viajes a Lituania e Islandia.
Al ser consultado sobre su interés en instalarse en Uruguay, Sánchez respondió: "no tenemos base en Uruguay, nuestra base es en Europa".
El comprador de los siete aviones Bombardier dijo antes de la subasta que el precio pedido como base en los remates "siempre es alto".
A la hora 14.30 se permitió el ingreso de la prensa al Pabellón de España y comenzaron a llegar los invitados, entre ellos representantes de la Embajada de Canadá, el presidente de la Asociación Uruguaya de Agencias de Viaje, Sergio Bañales, y los diputados Jorge Pozzi (Nuevo Espacio) y Daniel Caggiani (MPP).
Diez minutos más tarde, el rematador Mario Stefanoli dio inicio a la subasta "al alza" trasmitida en directo por Tenfield; por decisión del fideicomiso no se permitió el ingreso de los camarógrafos de canales de televisión abierta.
El último en llegar al recinto, y oficialmente el único en pagar un aval bancario de US$ 13,6 millones, fue Sánchez. Para sorpresa de todos los presentes, a cinco minutos de haber comenzado la puja y con la paleta N° 1 en la mano, Sánchez ofertó US$ 137 millones. Ni BQB, ni Sol, ni una compañía de taxis aéreos propiedad del argentino Franco Macri o la aerolínea estatal venezolana Conviasa aparecieron como interesadas en la subasta de Pluna.
"La oferta es por US$ 137 millones y de no haber una nueva oferta estamos en condiciones de proceder a la venta. Pero vamos a esperar, sabemos que es una subasta de características muy especiales", dijo Stefanoli. Pero nunca apareció otro interesado en comprar las aeronaves.
"Para el caballero a mi derecha US$ 137 millones por una, US$ 137 millones por dos. ¿No hay quién de más?", volvió a insistir Stefanoli. A la hora 15:37 se escuchó el martillo y el rematador declaró "vendida" a la flota aviones.
La empresa de capitales españoles, de la cual el gobierno no tenía casi información, resultó ser ganadora del remate. En 30 días deberá abonar los US$ 123,4 millones que le faltan para efectivizar la compra. El monto debe ser pagado al contado y si no se concreta se pierde el aval bancario de US$ 13,6 millones.
Lo recaudado en la subasta se usará para el pago de una deuda de US$ 136,8 millones con el Scotia Bank, por la compra de los siete aviones de los cuales el Estado era garantía. Además de los US$ 137 millones, la compañía española debe abonar el equivalente al 0,05% más IVA por concepto de comisión de remate.
Cosmo tiene derecho a usar los aviones "de la forma que estime adecuada a sus intereses" y no tiene obligaciones de ningún tipo con los funcionarios de la exPluna. Tampoco debe asumir la deuda que tiene el Estado con Ancap (por US$ 28 millones) y la que tiene con el Banco República (por US$ 16 millones). Todas esas obligaciones se deberían cumplir en el caso de una subasta "a la baja", la cual no se llegó a realizar.
AVIONES.
El destino final de los aviones Bombardier comprados por Cosmo sigue siendo un enigma, ya que el gobierno no asegura que las aeronaves permanezcan en Uruguay y por las declaraciones de Sánchez todo indica que volarán a España.
Bañales dijo haber mantenido una conversación con Sánchez en la cual no descartó la posibilidad de que al menos una de las aeronaves se quedara en Uruguay para hacer "alguna operación". Sin embargo, como se trata de una empresa de vuelos charter la permanencia de un avión no asegura la conectividad al país.
El responsable del fideicomiso, Javier Liberman, informó en rueda de prensa que no conocía el plan de negocios de Cosmo, por lo que no podía saber si los aviones serían trasladados a Europa. "En el pliego de condiciones lo que se establecía es que tenía que presentar un aval, el cual fue presentado en tiempo y forma, pero no se pedía previamente un plan de negocios para determinar el ganador de la subasta", explicó Liberman.
El fiduciario no quiso informar si otros interesados depositaron el aval bancario para participar de la subasta. "Es una información que no vamos a revelar. En otra etapa vamos a hacer pública lo que consta en actas", dijo Liberman.
COSMO.
El nombre de la empresa española que adquirió los aviones de Pluna no se manejaba como uno de los oferentes que esperaba el gobierno para el remate de los aviones Bombardier. En la conferencia de prensa que brindó ayer el ministro de Transporte, Enrique Pintado, no se ofrecieron detalles de esta empresa y tampoco se aceptaron preguntas de los periodistas.
A diferencia del gobierno, Bañales dijo conocer la empresa, que "se dedica a alquilar aviones y trabaja principalmente con la zona norte de Europa".
"Los conozco por alguna operativa en conjunto que han tenido con alguna empresa en Uruguay y es una empresa muy seria. Tuve contacto con Antonio Álvarez" (principal accionista de Cosmo), dijo Bañales.
¿PLAN B?
En el plazo de 30 días, Cosmo podrá negociar con el Estado las frecuencias que eran ocupadas por Pluna. Si no tiene interés de radicarse en Uruguay, las rutas quedarían disponibles para negociarse.
Fuentes políticas dijeron a El País que el Estado puede negociar con otra aerolínea la venta de los otros seis aviones de Pluna que están en leasing (arrendados). Se trata de aeronaves más moderas que las subastadas ayer, ya que fueron adquiridas en 2010.
Los seis aviones en leasing fueron transferidos al fideicomiso y si no se compran se devolverán al banco que los financió. Pero la entrega antes del vencimiento del contrato de los aviones puede generar multas de hasta US$ 150 millones para el Estado, por lo que el gobierno está negociando quitas.
El Ejecutivo evaluó como positivo el resultado de la subasta. Pintado indicó que comenzará una nueva etapa donde se trabajará para alcanzar los cuatro objetivos planteados inicialmente: recobrar la conectividad, defender los intereses del Estado, mantener los puestos de trabajo y proteger los intereses de los acreedores.
COSMO LÍNEAS AÉREAS
La empresa Cosmo Airlines es española y hace vuelos chárter en Europa. Comenzó a operar el 20 de setiembre de 2011 desde el aeropuerto madrileño de Barajas con dos aviones, un Airbus A 320 y otro A 321. La empresa comenzó con un capital social de 9.200 euros que fue ampliado el 17 de enero de 2012 a 6.100.000 euros. El 13 de febrero lo amplió nuevamente por 1.490.800 euros. Su sitio web está en construcción y la información disponible está en páginas europeas sobre aeronáutica. El primer avión de Cosmo (foto) es un Airbus A 320 que lleva 17 años de vida aeronáutica. Tiene capacidad para 180 pasajeros y está propulsado por dos motores CFMI CFM56-5A3. Se estrenó el 10 de abril de 1995 con Onur Air. En 1998 voló para Victoria Airlines y en noviembre de ese año pasó a manos de Air Jamaica. En febrero de 2007 figura al servicio de Vladivostok Avia y desde el 10 de julio de este año el avión vuela para Cosmo.