Gran choque contra la Tierra dio origen a la Luna

Confirmación. La Teoría del Gran Impacto, propuesta hace 30 años, sería consistente con los resultados obtenidos en un estudio de rocas lunares.

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La Luna nació de la Tierra. Eso prueba un estudio que analizó rocas lunares recogidas por las misiones Apolo y afianzó la hipótesis de que el satélite es hijo de una colisión entre la Tierra y un cuerpo celeste en los albores del sistema solar.

La investigación, publicada en la edición de Nature de hoy, responde a una pregunta que astrónomos de todo el mundo han tenido durante 30 años. Es una historia de falsas filiaciones que tiene al elemento Zinc como protagonista. Tanto, que los autores del trabajo lo llaman "poderoso trazador de las historias volátiles del planeta": sin él todavía no se habría comprobado qué parentesco une a la Luna con la Tierra.

"Nuestro descubrimiento es que la Luna está altamente agotada de un elemento moderadamente volátil, el Zinc", explicó a El País James Day, geoquímico del Instituto Scripps de Oceanografía de la Universidad de San Diego.

"Eso tiene implicaciones profundas sobre cómo la Luna se formó porque indica que una colisión masiva removió" el Zinc, agregó Day, quien analizó la composición de 20 rocas lunares junto a técnicos de la Universidad de Washington.

Los científicos creen que la ausencia del Zinc en las rocas lunares se produjo por su evaporación al verse expuesto a altas temperaturas, tan altas que solo podrían alcanzarse durante la colisión de dos cuerpos grandes. Esa es la base de la Teoría del Gran Impacto, una de las que explica la formación del satélite y que surgió en la década del `70. Aún no había sido comprobada.

QUIÉN ES EL PADRE. La Luna no es un satélite común: es muy grande en comparación a los otros satélites del Sistema Solar. Ese distintivo particular siempre constituyó una motivación extra para descubrir cómo había ocurrido su formación, que resultaba bastante enigmática.

Cada una de las explicaciones que surgieron sobre la constitución del satélite situaba a la relación con la Tierra en diferentes escalas: ambos cuerpos eran mellizos o bien eran pareja.

"Al principio habían dos hipótesis. Una era la teoría de la formación conjunta de la Tierra y la Luna. Eso implicaba un proceso similar al de los planetas gigantes con sus satélites que se formaron juntos y al mismo tiempo", explica Gonzalo Tancredi, doctor en Astronomía de la Facultad de Ciencias. "La otra era la hipótesis de la captura, que propone que la Luna fue capturada gravitacionalmente por la Tierra".

El problema de ambas teorías comenzó con el análisis de las primeras rocas traídas de la superficie lunar: eran muy parecidas a las rocas de la superficie terrestre, pero al mismo tiempo carecían de los elementos más pesados presentes en el núcleo de la tierra.

"A partir de estos hallazgos se empezó a manejar que la Luna se podría haber formado con el mismo material que está constituido el manto terrestre. Entonces surgió la hipótesis del Gran Impacto", explicó el científico uruguayo.

UN CHOQUE IMPACTANTE. Si un objeto del tamaño de Marte hubiera impactado con la Tierra, habría eyectado una gran cantidad de material del manto terrestre hacia el espacio. Ese material podría haber quedado orbitando en torno al planeta en formación y haberse reacumulado formando un nuevo cuerpo.

Esta hipótesis explicaba (y explica) que la Luna tuviera "una constitución similar al manto de la Tierra pero no al núcleo, porque este no fue removido en el impacto", afirma Tancredi. "La Luna es como una gran bola de manto terrestre".

Esta teoría, reafirmada por los científicos estadounidenses, también explica el tamaño del satélite en relación a sus pares del sistema solar y su rotación relativamente rápida en torno a la Tierra.

Hasta ahora dos aspectos técnicos retrasaron la aceptación de esta teoría por parte de la comunidad científica: faltaba una simulación matemática del choque y la expulsión de material terrestre que requería computadoras más potentes que las que se tenía en el momento y comprobar que había ocurrido un fraccionamiento de elementos a causa de las altas temperaturas del choque. Este punto era el único que permanecía pendiente y el que los estudios realizados por Day y su equipo explicaron.

MEJOR ZINC QUE ADN. Ocho años atrás, aunque las rocas lunares ya habían aterrizado en la Tierra, todavía no se había desarrollado el equipamiento necesario para los análisis: un espectrómetro de masa.

El espectrómetro comprobó la ausencia de los isótopos de Zinc más volátiles en la Luna y con ello que el fraccionamiento de los elementos, conforme a lo postulado por la teoría, había ocurrido.

"El aspecto principal de nuestros nuevos resultados es que provee pruebas firmes sobre el proceso que en último lugar formó la Luna", confirma Day. "He trabajado en cómo la Luna se formó por ocho años, pero los nuevos datos que obtuvimos para el zinc proveen la mejor evidencia sobre la colisión catastrófica de la Luna".

"Lo principal de los resultados es que provee pruebas firmes sobre el proceso que en último lugar formó la Luna" J. Day

La Luna: un satélite y un hijo

Comprobaron que está formada por material de la Tierra que se desprendió cuando chocó con un objeto del tamaño de Marte.

La última prueba: faltaba Zinc

La ausencia de Zinc volátil en las rocas comprobó la teoría de que éste se habría evaporado durante la gigantesca colisión.

Las rocas: traídas por Apolo

Para el análisis se usaron rocas de pigeonita basáltica recogidas por la misión Apolo 12 en 1969. Tienen 3.3 billones de años.

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