El gobierno estadounidense instaló un micrófono oculto en una sala de juntas de la prisión en la Bahía de Guantánamo, reveló bajo interrogatorio un funcionario de alto rango de la prisión.
El funcionario dijo que se le aseguró que el micrófono no era usado para escuchar conversaciones privadas que los prisioneros sostuvieron con sus abogados y personal de la Cruz Roja.
Thomas Welsh, capitán de la Armada de Estados Unidos y principal asesor legal del comandante de la prisión en Guantánamo, aceptó que el micrófono parecía un detector de humo en el techo de un cuarto de reuniones para detenidos a quienes el Pentágono consideraba "de gran valor´´ y que estaban encarcelados en un campamento especial de máxima seguridad en la base estadounidense en Cuba.
"Comparto su opinión de que no era fácil de reconocer, no era fácilmente identificable´´, dijo Welsh durante un interrogatorio con David Nevin, un abogado de Jalid Sheij Mohamed, que se identificó a sí mismo como un autor intelectual de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
La revelación sucedió durante una audiencia previa al juicio. Los abogados de los cinco hombres acusados con planear y ayudar en los ataques han solicitado al juez que preside el tribunal militar que interrumpa de inmediato el proceso en el caso ante los temores de que las autoridades hayan estado monitorizando sus conversaciones privadas, lo que violaría el derecho de comunicación entre abogados y sus clientes.
Funcionarios de las fuerzas militares han dicho que solamente realizaron un video de monitoreo con cuestiones de seguridad de las reuniones entre abogados y detenidos en el complejo conocido como Echo 2 a fin de que los guardias pudieran responder con rapidez ante una emergencia, pero Welsh agregó que se enteró en enero de 2012 que las autoridades tenían la capacidad de realizar un monitoreo de audio una vez que vio a unos agentes escuchar mientras un prisionero, su abogado y los fiscales debatían un posible acuerdo de culpabilidad a las acusaciones por crímenes de guerra.
AP