Mario A. Marotti
FUE UN BROMISTA perverso a quien el ejército de los Estados Unidos declaró enfermo mental, un estudiante atropellado que arruinó un laboratorio por culpa de un experimento diseñado para ganar una apuesta, un intelectual que puso su firma para que no cerraran un bar de chicas en topless al cual concurría en forma habitual. Como percusionista acompañó obras de teatro independiente y desfiló en una escola de samba en el carnaval de Río tocando el pandeiro. Como profesional, trabajó en Los Álamos en el desarrollo de la bomba atómica durante la Segunda Guerra Mundial, y en 1986, comisionado por la NASA, encontró las causas del accidente del transbordador Challenger. Pero fue ante todo un maravilloso profesor y como tal se convirtió en una leyenda por ser el autor de las famosas Feynman Lectures on Physics (Las lecciones de Física de Feynman), quizá el más conocido de sus logros. Por sus investigaciones en física teórica recibió el Premio Nobel en 1965.
Richard Phillips Feynman nació el 11 de mayo de 1918 en la pequeña villa de Far Rockaway en las afueras de Nueva York. Su padre era un inmigrante judío nacido en Minsk, Bielorrusia y su madre tenía ascendencia polaca. Fue un niño curioso que disfrutaba reparando bicicletas y radios. En lugar de jugar en "la casa en el árbol" montó un pequeño laboratorio. A los diecisiete años, motivado por su padre, Richard entra al MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) para estudiar física. Continúa luego sus estudios en Princeton donde, dirigido por John Archibald Wheeler (quien años después acuñaría la expresión "agujeros negros" para referirse a tales objetos astronómicos), obtiene su doctorado en 1942.
Durante la guerra, y alentado por el físico Robert R. Wilson se incorporó al equipo del proyecto Manhattan que tenía como cometido desarrollar la bomba atómica. Su tarea fue la coordinación del grupo de computación dedicado a los cálculos teóricos. Entre los colaboradores jóvenes a su cargo estaba John G. Kemeny, quien luego desarrollaría el conocido lenguaje de programación BASIC. En el libro El placer de descubrir, Feynman admite que se unió al proyecto por temor a que los alemanes lograran terminar la bomba antes, pero reconoce que tendría que haber reconsiderado su situación luego de la rendición de Alemania.
En abril de 1943 pasó a trabajar en las instalaciones de Los Álamos donde, debido al secreto del proyecto, los científicos vivían en un aislamiento total. El joven Feynman se aburría. Tuvo un enfrentamiento con la guardia militar por salir del recinto a través de un agujero en el tejido perimetral. Para entretenerse comenzó a tratar de averiguar las combinaciones secretas de las cajas fuertes donde se guardaban los papeles más delicados. Con una de ellas tuvo éxito y dejó una nota simulando ser un espía alemán. El escándalo fue mayúsculo. No fue expulsado porque ya en esa época (con 26 años) era considerado un genio.
CORNELL Y CALTECH. Al terminar la guerra, Hans Bethe, uno de sus jefes en Los Álamos, a quien Feynman admiraba profundamente por su combinación de inteligencia y humildad, lo llevó a trabajar a la Universidad de Cornell. Feynman aceptó, rechazando una oferta del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton (donde trabajaba Einstein) argumentando que en Cornell podía seguir dando clases en caso de que sus ideas como investigador se acabaran.
Si bien fue allí donde desarrolló los trabajos sobre electrodinámica cuántica que lo llevarían al Premio Nobel, fue un período caracterizado por grandes depresiones motivadas por las dramáticas consecuencias del lanzamiento de la bomba sobre Hiroshima y la casi simultánea muerte por tuberculosis de su primera esposa, Arline Greenbaum. En varias ocasiones, mientras aún trabajaba en Los Álamos, Richard iba a Albuquerque donde estaba hospitalizada Arline. Utilizaba el automóvil de Klaus Fuchs, quien luego sería acusado de espionaje por haber pasado importantes documentos sobre la bomba a los soviéticos.
En 1949, un viaje a una conferencia en Brasil iba a cambiar completamente su ánimo. Feynman queda impresionado fuertemente por el color y la alegría del carnaval brasileño, al punto de salir incluso en una escola de samba, "Os Farcantes de Copacabana", tocando el pandeiro. Es durante esta época que comienza a tocar el bongó, afición que mantendría durante toda su vida, en oportunidades siendo acompañado por Ralph Leighton, hijo de su colega, el físico Robert B. Leighton, coautor de las famosas lecciones. Ralph se convertiría en uno de sus biógrafos al grabar las anécdotas que sirvieron de base al libro ¿Está usted de broma, Sr. Feynman?
En 1950 pasó a trabajar en el Caltech (Instituto Tecnológico de California) donde permaneció el resto de su vida. Dos años después se casó con Mary Louise Bell, pero ese matrimonio no fue feliz y la pareja se separó pronto. Su tercera esposa sería Gweneth Howarth, británica, a quien conoció en Ginebra y con quien tuvo dos hijos, Carl en 1962 y Michelle, niña adoptada en 1968.
Sus aportes a la física fueron de gran relevancia en varios campos. En 1954 recibió el premio Albert Einstein. Investigó la superfluidez del helio líquido y junto con Murray Gell-Man desarrolló una teoría para la interacción débil. Una famosa conferencia de 1959, que tituló "Hay mucho espacio en el fondo", fue pionera en el desarrollo de lo que hoy se conoce como nanotecnologías, dispositivos electrónicos a escala atómica. En esa conferencia se preguntó: "¿Podríamos escribir todo el contenido de la Enciclopaedia Britannica en la cabeza de un alfiler?". El tiempo le demostró que no hay impedimento físico para ello. Aún a esa escala, el punto de la letra "i" tendría un radio del orden de los mil átomos.
Pero su aporte más significativo a la física lo hizo en el área de la electrodinámica cuántica estando todavía en Cornell, donde entre otros aportes desarrolló toda una gama de representaciones gráficas para visualizar las interacciones entre partículas elementales que hoy se conocen justamente con el nombre de "Diagramas de Feynman".
En 1960 su curiosidad lo llevó a incursionar en la biología. Dedicó un año sabático a trabajar en genética investigando en el laboratorio ciertos aspectos sobre las mutaciones. Un artículo de 1961 de Francis Crick (Nobel de Medicina de 1962 por descubrir junto con James Watson la estructura de la molécula del ADN) cita ese trabajo.
THE FEYNMAN LECTURES. Mientras disfrutaba de esos primeros años de fama como investigador, la cátedra de Física del Caltech estaba preocupada por el bajo rendimiento y la alta deserción de los estudiantes en los primeros años de las carreras de Física e Ingeniería. Se consideraba que el plan de estudios estaba obsoleto y que muchos de los descubrimientos y avances de la física de los últimos años (algunos de ellos desarrollados en el propio Caltech) eran desconocidos para los estudiantes de la institución.
Otro profesor, Matthew Sands, fue quien propuso a Feynman para la cátedra de un nuevo curso introductorio de Física. Pero Robert B. Leighton, otro colega más conservador, se mostró escéptico respecto a la idea. Consideraba a Feynman muy bueno para cursos de posgrado pero no veía como podría tener éxito con los más jóvenes. Sin embargo terminó apoyando el proyecto. Los tres aparecen como coautores de las míticas "Feynman Lectures on Physics", nombre que recibió el libro que surgió de dichas clases.
Feynman tuvo a su cargo el curso durante dos años lectivos sucesivos (1961-1963) dictando dos clases semanales teóricas, que eran grabadas en cinta, en principio teniendo como único fin el poder ser ofrecidas en forma escrita a los estudiantes unos días después. En algún momento, viendo su riqueza, surgió la idea de publicarlas. La editorial Addison-Wesley obtuvo los derechos, pero cuando salieron las primeras pruebas de edición del libro, hubo una profunda desavenencia entre la editorial y el equipo del Caltech. Los capítulos habían sido redactados de la forma que era -y es aún- habitual en los libros de texto. Se perdía así el sabor que Feynman impartía en sus clases. Se exigió a la editorial respetar los apuntes originales de la obra. Ésta conservó así un carácter de oralidad que no es habitual en los libros de texto.
Feynman siempre mantuvo un tono pesimista con respecto a esas clases. En el prólogo del libro citaba una frase del historiador británico Edward Gibbon (autor de la celebrada Historia de la decadencia y ruina del Imperio Romano): "El poder de la instrucción es, en general, poco eficaz, excepto en las felices disposiciones en que es casi superfluo".
Para el novelista y también físico Alan Lightman las lecciones fueron un "triunfo del pensamiento" mereciendo "un lugar en la historia de la cultura occidental, junto a las obras de Aristóteles, Descartes y Newton". Su hija Michelle recordó: "Mi padre tenía la capacidad de hacerse el tonto y hacerme creer que yo era mucho más inteligente que él. En mi opinión, esa también fue la clave para su éxito como profesor. Sólo él lograba llevar ciertos problemas a una forma tan simple que permitiera a sus estudiantes sentirse genios al lograr resolverlos".
TRES TOMOS ROJOS. Un hecho singular caracterizó a la primera edición del libro en español. Era bilingüe, algo que podría esperarse de obras de Shakespeare o Joyce, pero es muy raro en un libro de física para un primer curso universitario. La edición consistía en tres pesados tomos, similares en tamaño, peso y color a un ladrillo, que la editorial Fondo Educativo Interamericano decidió publicar así para que no se perdieran los modismos y giros idiomáticos del profesor en su clase. Con el tiempo aquellos queridos tomos rojos de formato apaisado dieron lugar a otra edición de tapas azules con el texto exclusivamente en español (y su peso reducido a la mitad). El primer volumen se centra en la mecánica, la radiación y el calor, el segundo trata básicamente el electromagnetismo y el tercero, la mecánica cuántica.
EL PREMIO NOBEL. En 1965 le es otorgado el Premio Nobel junto a otros dos investigadores, Julian Schwinger y Sin-Itiro Tomonaga por sus aportes al desarrollo de la electrodinámica cuántica. Al saberse nominado pensó en rechazar el premio, pero un reportero le dijo que hacerlo sólo implicaría problemas y una mayor exposición a los medios. Eso lo decidió. Con su parte del premio se compró una casa en una playa de Baja California.
En 1972 recibió la Medalla Oersted por la enseñanza de las ciencias. En una charla de 1974 sobre la diferencia entre ciencia y pseudociencia, dijo: "como científico no debes dejarte engañar a tí mismo ya que eres la persona más fácil de engañar. Después de que te has engañado a tí mismo, es fácil engañar a los otros".
A pesar de ser considerado una eminencia en varios campos de la física (fue también uno de los primeros científicos en concebir la posibilidad de ordenadores cuánticos) a lo largo de toda su vida siguió siendo un rebelde que sentía un profundo rechazo hacia toda forma de autoridad. En cierta oportunidad un estudiante le preguntó al cosmólogo Michael Turner sobre su preferencia entre todas las partículas conocidas como posible candidata para constituir la materia oscura del Universo. Feynman, interrumpiéndolo, exclamó: "¿Para qué quieres saber su preferencia? ¡Elige tú mismo tu propia preferencia!"
Años después yendo a recoger una computadora que había comprado, se dio un fuerte golpe en la cabeza. Cuando su mujer y su hija llegaron a casa lo encontraron con toda la camisa manchada de sangre, totalmente abstraído, jugando con su nueva adquisición. Días después los médicos le detectaron un coágulo en la superficie del cerebro debido al golpe y tuvieron que hacerle dos agujeros en el cráneo para aliviar la presión. Les dijo a sus amigos: "Para los que creen que estoy loco ahora tengo una excusa: dos agujeros en la cabeza".
En 1979 la revista Omni publicó una entrevista con él y lo proclamó "El hombre más inteligente del mundo". Al oír esto, su madre, que estaba inmensamente orgullosa de él, levantando las manos al cielo, exclamó: "¿Richard, el hombre más inteligente del planeta?, ¡que Dios nos ayude!". Desde la década del 60 también incursionó en el dibujo y la pintura utilizando el seudónimo Ofey.
EL ACCIDENTE DEL CHALLENGER. Un nuevo hito en su vida académica llegaría en 1986 cuando participó de la Comisión Rogers encargada de investigar el accidente del transbordador espacial Challenger. Con pistas proporcionadas por colaboradores internos de la NASA Feynman demostró que la causa del accidente fueron las arandelas de goma en las juntas de los cohetes laterales. Su opinión quedó en minoría en la comisión y sus conclusiones, acusando a la burocracia de la NASA de negligente por actuar de forma política y no escuchar los consejos de los técnicos, fueron desarrolladas en un apéndice. En ese informe advierte que "para que la tecnología tenga éxito, la realidad debe tener preferencia sobre las relaciones públicas. No se puede engañar a la naturaleza". Feynman se declaró sorprendido por el hecho de que el verdadero riesgo de la misión nunca había sido hecho público. Según él, el reclutamiento de personal civil como la maestra Christa McAuliffe fallecida en el accidente, requería de más honestidad.
Contra lo que afirmaba la NASA, Feynman sospechaba que las juntas de goma no ajustaban bien en caso de bajas temperaturas. La NASA se defendía aduciendo que en los lanzamientos anteriores no había habido problemas. Sin embargo, la temperatura ambiente el día del lanzamiento del Challenger fue mucho más baja que en los otros lanzamientos. La NASA insistía en que las arandelas resistían bien las bajas temperaturas. Mediante un vaso con agua helada Feynman demostró frente a las cámaras de televisión en una de las audiencias que eso no era así. Quebró una de las juntas después de dejarla un tiempo en el vaso. Si bien en un primer momento el hecho no pareció tener importancia, el diario The New York Times tomó la historia y mostró su verdadera magnitud, dándole a Feynman abundante exposición en los medios.
SUS ÚLTIMOS DÍAS. Feynman continuó siendo admirado por compañeros y estudiantes. Al declarársele un cáncer abdominal tuvo que someterse a varias operaciones de importancia. En una de ellas se le abrió la aorta y se necesitaron setenta donantes. Al conocerse la situación, docenas de alumnos, profesores y miembros del personal del Caltech y del vecino Jet Propulsion Laboratory hicieron largas colas en el hospital para donar sangre.
Feynman continuó con sus clases hasta pocos días antes de su muerte. A principios de 1988, tuvo un fallo renal y entró en coma. Al despertar y antes de volver a sumirse en un coma del cual no regresaría, manifestó: "Odiaría tener que morirme dos veces. Es aburridísimo". Esas fueron sus últimas palabras. Falleció el 15 de febrero de 1988.
G-mu-nu
EN 1957 Richard Feynman fue invitado a una conferencia sobre gravedad en la Universidad de Carolina del Norte. Llegó al aeropuerto por la tarde (la conferencia había empezado esa mañana) y buscó un taxi. El siguiente es el diálogo que mantuvo con el taxista:
-Quiero ir a la Universidad de Carolina del Norte.
-¿A cuál sede señor, la de Raleigh o la de Chapel Hill? Una está al norte y la otra al sur, más o menos a la misma distancia.
-No lo sé, pero mire: la reunión comenzó ayer y debe de haber habido un montón de tipos pasando por aquí. Voy a describírselos: tenían aspecto de estar en las nubes, hablando entre ellos sin prestar atención a donde los estaban llevando y diciendo todo el tiempo cosas como "g-mu-nu, g-mu-nu".
-Ah, sí, señor. Es en Chapel Hill.
Disputas
FEYNMAN tenía viejas rencillas con los matemáticos desde sus tiempos de estudiante. Decía: "si pones un teorema matemático en palabras de la calle, queda algo ridículamente obvio". Por ejemplo, el Teorema de Bolzano dice: Si f es una función continua en un intervalo y tiene signos diferentes en los extremos del mismo, existe un punto interior al intervalo en donde la función se anula. En palabras de la calle esto es: "Si ahora estás en la playa y luego estás buceando, en algún momento deberías haber cruzado la superficie del mar".
La noticia del Nobel
Libros en español
LA NOCHE anterior a que se supieran los ganadores del Nobel de Física de 1965, Richard y Gweneth se habían acostado a las 2.30 de la madrugada después de una fiesta. Una hora y media después, cuando ya en Europa se había hecho público el otorgamiento del premio, la cadena ABC llamó a su casa para felicitarlo. Este fue el diálogo con el periodista:
-Hola, ¿Dr. Feynman? Aquí la cadena ABC, ¿podemos felicitarlo por la obtención del Nobel?
-Pero ¿porqué me molestan a estas horas de la noche?
-Queríamos hacerle saber que ganó el Premio Nobel.
-Pero estaba durmiendo. Llámeme más tarde en la mañana.
Se dio vuelta y se volvió a dormir. Gweneth recuerda: "Richard es un bromista sutil y nueve de cada diez veces que hace un chiste, yo no me doy cuenta. Pero esa vez hablaba en serio".
* The Feynman Lectures on Physics, en español, Fondo Educativo Interamericano, 1971 y reediciones. Es fácil encontrar las viejas ediciones bilingües en librerías de usados.
* El carácter de la ley física, Tusquets Editores, colección Metatemas, 2000. Basado en conferencias dadas a los estudiantes de Cornell en 1964.
* La conferencia perdida de Feynman, El movimiento de los planetas alrededor del sol, Tusquets Editores, colección Metatemas, 1999, reimpresión en 2008. Sobre una clase de física de 1964 como conferenciante invitado, que Ralph Leighton encontró entre los papeles de su padre.
* ¿Está Ud. de broma, Sr. Feynman?, Alianza Editorial, 2003, reimpresión en 2008.
* Conferencias sobre computación, Editorial Crítica, colección Drakontos, 2003.
* ¡Ojalá lo supiera!: las cartas de Richard P. Feynman, Editorial Crítica, colección Drakontos, 2006.
* El Placer de Descubrir, Editorial Crítica, colección Drakontos, 2006.