Guillermo Pellegrino
NADA MÁS parecido a una historia sin fin que el lugar y la fecha de nacimiento de Carlos Gardel. A 73 años de su muerte todavía siguen apareciendo nuevos elementos que reavivan la polémica entre los que sostienen que El Zorzal nació en 1890 en Toulouse (Francia) y los que aseguran que vino al mundo en Tacuarembó, entre 1883 y 1885 aproximadamente. Uno de los más recientes es el foco de la investigación de la argentina Martina Iñiguez, quien luego de estudiar y comparar una clásica foto escolar llegó a la conclusión de que Gardel estudió, al menos un año, en una escuela de Montevideo.
La pesquisa de Iñiguez, presentada en junio a la Comisión de Cultura del Parlamento uruguayo y por ahora solo publicada en Internet en la página https://fotosmartinai.blogspot.com, se inició hace un lustro cuando, a través de un foro en el que se discutía el tema del nacimiento de Gardel, entró en contacto con Guada Aballe, una docente que en ese momento estaba en la etapa final de un libro sobre la escolaridad de Gardel, que para Iñiguez es una investigación sobre la etapa educacional de otro niño, llamado Charles Romuald Gardés, que nada tiene que ver con Gardel. "En la rigurosa investigación de Aballe había una famosa foto de un curso de primer grado que Berta, sin decir de qué escuela era, había cedido en 1936 a la revista La canción moderna para una nota que, a mi juicio, por un tema de sucesión, fue `armada` con el fin de fusionar a los dos niños en uno solo. En su libro Aballe sugiere que esta foto pudo haber sido tomada en la escuela Nicolás Avellaneda, en la céntrica calle Talcahuano. Pero desde un principio la foto, no sé porqué, me generó dudas. Ese fue el disparador para empezar a desentrañar dónde, realmente, había sido tomada", relata Iñiguez.
La investigación de Aballe, en tanto, tuvo su origen en el hallazgo de un certificado de promoción del año 1899 perteneciente a Charles Romuald Gardés (quien para Aballe y los que adhieren a la tesis francesista pasaría a ser luego Carlos Gardel), expedido por la Escuela Elemental Nº 2 del 6º Distrito, que ya no existe. "Descubrí que la dirección de la escuela que figuraba en el documento estaba equivocada. Escribí entonces un artículo en relación a la información que había encontrado. Se publicó. Continué investigando otras escuelas donde había asistido Gardel y así fue surgiendo la idea de hacer un libro", señala Aballe.
EN ESCOLAR. Con documentos y publicaciones de la época, actas, listados, certificados y reglamentos, Aballe logró reconstruir la escolaridad del alumno en el libro al que tituló Algo más sobre Gardel, publicado por la editorial Corregidor (Buenos Aires, 2003) y en el que apareció la foto que desde un principio desveló a Iñiguez, a punto tal que ésta se abocó con todas sus fuerzas a buscar planos y fotos del frente y del interior del edificio que por años albergó a la escuela Nicolás Avellaneda. Tras ardua tarea, en la que debió recorrer polvorientos archivos de dependencias municipales y del área de educación, Iñiguez logró hacerse con aquellos documentos. "Analizando las fotos y los planos, mi duda se acrecentó aún más. ¿Cómo podía ser que en semejante edificio no encontraran un lugar más espacioso para sacar aquella foto? Ahí empecé a pensar en la posibilidad de que pudiera haber sido sacada en Montevideo", dice la investigadora nacida en la provincia de Corrientes, con muchos años de residencia en Buenos Aires, quien además es poeta, autora de letras de canciones y miembro de la Academia Porteña del Lunfardo. "Fue entonces que comencé a rastrear los antecedentes en Uruguay y vi que un libro del periodista Avlis (Erasmo Silva Cabrera, pionero de la orientalidad del cantor) se hablaba de que Gardel había dicho haber ido de niño a la escuela Nº 27, en la calle Durazno casi esquina Médanos (hoy Barrios Amorín). Viajé a Montevideo y lo primero que hice, lógicamente, fue ir a la calle Durazno a buscar el número de puerta 335. Pero no lo encontré, pertenecía a la numeración vieja. Por suerte alguien me sugirió recurrir al Museo Pedagógico. Allí conocí a su directora, María Hortiguera, quien enseguida se involucró en el tema y, luego de una muy eficaz tarea de relevamiento, consiguió documentación fundamental para la investigación".
Con la invalorable ayuda de Hortiguera, uno de los primeros "logros" de Iñiguez fue la certificación de que en esa época, a diferencia de la actual, los niños no se anotaban en los libros de matrícula. Luego, y tras mucho buscar, apareció una foto del frente de la escuela, que funcionaba en un edificio más bien modesto. "Era una construcción muy diferente a la del edificio de la escuela de la calle Talcahuano", asegura Iñiguez. "No es difícil concluir, entonces, que el espacio en el que fue tomada la fotografía se condice mucho más al tipo de establecimiento de la escuela montevideana que a la de Buenos Aires".
Tiempo después se encontró el plano de la escuela Nº 27. "Este hallazgo fue muy importante porque, luego de que un especialista hiciera una proyección y comparación entre la foto y un lugar determinado del plano, se observan grandes coincidencias", afirma Iñiguez. "Pero la frutilla de la torta la pude poner hace poco tiempo cuando, luego de hacer solicitudes a través de la prensa y repartir fotocopias en el barrio, apareció una señora con una foto que se nota que fue sacada en el mismo lugar donde 50 años antes había sido fotografiado Gardel", añade.
Aballe, por su parte, sostiene que lo que verdaderamente interesa es la existencia de certificados, de registros. "La foto es un recorte de la historia escolar del alumno, me indica que en algún momento ese chico estuvo en tal escuela pero no me dice si continuó allí todo el año o cambió de establecimiento, tampoco me dice si aprobó o no el grado. Con esto quiero decir que la foto es un recorte interesante de la escolaridad, pero no tiene el valor documental de un certificado. Y existen cuatro certificados pertenecientes a Carlos Gardel que prueban su asistencia a establecimientos educacionales de Buenos Aires: el de la escuela de la calle Talcahuano, el de la escuela de la calle Libertad, el del Colegio Pío IX, que recientemente salió a la luz, y el del Colegio San Estanislao. Además, en el Pío IX se conservan registros diversos y en la escuela de Talcahuano, una planilla de exámenes que la señora Martina tuvo oportunidad de consultar".
DISCUSION INTERMINABLE. Pero para Iñiguez, como queda claramente demostrado en su blog, las fotos y las informaciones que la acompañan o que puede extraerse de ellas tienen gran valor documental. "En junio de 1960 Carlos Marín, veterano y prestigioso periodista porteño, hizo una extensa biografía de Carlos Gardel en la revista Ahora en la que incluyó la misma foto publicada 24 años antes en la revista La canción moderna, en la que señala que era de `de un grupo de escolares adonde asistía Gardel, en 1893`. La importancia de esta publicación reside en que, por vez primera, se menciona la fecha en que habría sido sacada la foto".
Sin embargo, Aballe sostiene que en la foto que publicó Ahora no fue la primera vez que se mencionó una fecha. "Me extraña que la señora Iñiguez haya escrito eso porque cuando esa foto salió en La Canción Moderna se indicaba una fecha: 1896".
Más allá de fotos y documentos, el problema sigue siendo el origen de El Mago, porque la mirada de ambas investigadoras se centró en dos personas diferentes. Pareciera entonces que difícilmente pueda arribarse a una conclusión definitiva sobre dónde nació el cantor y si Charles Romuald Gardés, de quien luego se perdió el rastro, fue luego, o no, Carlos Gardel.
Lo que podría laudar la cuestión del origen, y por ende también otras vinculadas a la escolaridad, sería realizar un análisis de ADN en los restos del cantor, que descansan en un panteón en la Chacarita. Pero ya han aparecido voces que señalan que el cadáver que descansa en ese cementerio porteño no es el de Gardel, por lo que la discusión podría tornarse eterna.