El escritor fantasma

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B. TRAVEN no es un personaje menos interesante que sus creaciones literarias. Todas sus biografías se refieren a él como a un objeto escurridizo, un fabricante de pistas falsas y personajes alternativos que ocultan los datos reales y crean un suelo de arenas movedizas en el que se hunden los incautos buscadores de información. Todo lo que se sabe o cree saberse -datos filiatorios, lugar y fecha de nacimiento, nombre completo, peripecias y hasta ideas políticas- es materia de especulación.

Incluso las razones para tanto misterio son meras hipótesis. Se dice que alimentaba la confusión en torno a su persona porque creía que la vida privada de los escritores no era relevante, y que sólo la obra debía hablar y ser escuchada. Se dice también que las verdaderas razones de su insistencia en el misterio se originaban en el temor a ser deportado a la Alemania nazi, en donde debería pagar las cuentas de un pasado revolucionario. Otras teorías postulan un B. Traven compuesto por más de una persona y aducen razones morales para ocultarse de la luz pública y renunciar a los beneficios de la fama.

Sin embargo, Traven tuvo una vida pública activa, y muchas personas notorias del México de la primera mitad del siglo XX se contaron entre sus amigos y camaradas. Fue parte de un grupo de artistas e intelectuales que incluía a los fotógrafos Gabriel Figueroa, Edward Weston y Tina Modotti, a pintores y escultores como Frida Kahlo, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y Federico Canessi, y al político (y presidente mexicano) Adolfo López Mateos y su hermana Esperanza, primera traductora de Traven al español.

En la solapa de la edición de Acantilado se dice apenas que el escritor "estableció su residencia en México en el año 1924, y allí vivió hasta su muerte en 1969". También se toma como cierto su nacimiento en 1890, pero sobre su país de origen y sus pasos anteriores a la residencia en México no hay información. Una prudente decisión editorial, puesto que la controversia alrededor de estos asuntos es grande y está lejos de haber terminado.

B. Traven, y los otros. Muchos de sus biógrafos admiten la identidad entre el escritor conocido como B. Traven y Traven Torsvan Croves, un ciudadano norteamericano nacido en Chicago el 3 de mayo de 1890, así como entre B. Traven y Hal Croves, ciudadano norteamericano muerto en México en marzo de 1969. Por supuesto, están los que dicen que estos datos no están confirmados, y que aunque se pudiera probar la existencia de Traven Torsvan Croves (cuya partida de nacimiento en Cook County nunca fue hallada) y de Hal Croves (cuya muerte se anunció en la prensa internacional el 26 de marzo de 1969), aún quedaría por probar que esas personas hayan sido el escritor que firmaba como B. Traven. El propio B. Traven había negado muchas veces ser Hal Croves, y se había encargado de hacer circular rumores contradictorios respecto a su verdadera identidad.

Pero no terminan ahí las especulaciones. Entre las muchas identidades atribuidas al escritor, hay otra que ha merecido investigaciones exhaustivas, y que sin embargo no ha podido ser probada, a pesar de que algunos testimonios privilegiados la confirman y de que muchos biógrafos la dan por buena: el agitador anarquista Ret Marut, de intensa actividad entre los años 1910 y 1921 en Alemania.

El horneador de ladrillos. Ret Marut fue un escritor, periodista, actor y agitador antibélico de ideas anarquistas que publicó, entre 1917 y 1921, un periódico llamado El horneador de ladrillos (Der Ziegelbrenner). Claro que Marut tampoco era muy dado a las confesiones respecto a su identidad, y muchos de los escritos que se le atribuyen fueron publicados con seudónimo. Se sabe que participó en el establecimiento del efímero Consejo de Baviera en 1919, que fue detenido y que logró escapar cuando estaba cerca de ser fusilado. Vivió en la clandestinidad desde entonces, aunque continuó publicando su periódico hasta 1922, cuando se supone que dejó Alemania. No se supo más de él, hasta que en abril de 1927 apareció un artículo en Das Fanal en el que se pedía ayuda a los lectores para ubicar al "horneador": "¿Quién conoce al horneador de ladrillos? ¿Qué lector del Fanal sabe dónde podemos encontrar a Ret Marut?... Muchos preguntan por él, muchos están aguardándolo. Lo llamamos." El llamado quedó sin respuesta. El rastro de Marut se había perdido.

México lindo. Si creemos la más aceptada de las historias, entre 1922 y 1924 (año en que se supone que llegó a México) el que sería conocido como B. Traven recorrió el mundo trabajando como marino. Por cierto, para creer semejante cosa no hay que buscar las pruebas, sino simplemente aceptar la afirmación del propio B. Traven de que era incapaz de escribir sobre cuestiones que no conocía directamente.

Algunos relatos sobre México firmados por B. Traven aparecieron en revistas alemanas en 1925. Un editor alemán se interesó en un relato (Die Baumwollpflücker) que había aparecido en capítulos en la revista socialista Vorwarts y escribió a un apartado postal de Tampico, México, para solicitar los derechos del texto y la autorización para publicarlo, ampliado, en forma de libro. El autor aceptó el desafío, pero dijo que primero haría la traducción al alemán de una novela que ya tenía escrita en inglés. En 1926 se publicó en Alemania Das Totenshiff (El barco de la muerte). Ese mismo año aparece por primera vez un registro con el nombre de Torsvan en México, integrando una expedición arqueológica en el estado de Chiapas.

En cuanto a Hal Croves, su primera aparición pública pudo haber sido ante John Huston, en 1946, en la ciudad de México. Croves se presentó ante Huston como representante del escritor B. Traven para negociar los derechos de El tesoro de Sierra Madre. Tenía en su poder una carta firmada por Traven que decía que Croves, procedente de Acapulco, conocía la obra del escritor tan bien como él mismo. El romance entre Traven y Huston no terminó bien, pero la película se hizo, y Traven, que ya era un escritor exitoso, vio aumentar todavía más su fama.

Hal Croves es el nombre que figura en el registro de matrimonio (del año 1957) con Rosa Elena Luján, única heredera de los derechos de B. Traven. Según se sabe, la señora Luján fue la esposa de Traven y manejó sus asuntos junto a Josef Wieder (agente de B. Traven en Europa) hasta 1960, año de la muerte de Wieder. A partir de ese momento ella sería la única propietaria del Copyright. Siendo ya una anciana, Luján declaró que Ret Marut había sido el primer nombre literario de su esposo, Hal Croves, conocido como B. Traven y nacido Traven Torsvan Croves. Sin embargo, ella misma había publicado, en los años `50, las B.T- Mitteilungen, que prometían la "auténtica biografía del escritor B. Traven", y en las que se negaba toda correspondencia entre el autor y las otras identidades que se le atribuían. Por otra parte, fue Rosa Elena Luján el origen del rumor que señalaba a Ret Marut como hijo ilegítimo del Kaiser (lo que habría explicado la aparente inmunidad con que Marut volcaba su violencia contra el sistema alemán), aunque ella misma negó repetidas veces haber sugerido tal cosa. En suma, la señora Luján acompañó siempre la voluntad de su esposo de oscurecer el aire a su alrededor, y por lo tanto sus declaraciones deben ser tomadas con escepticismo.

El "portador de experiencias". Además de los nombres ya mencionados se conoce el de Otto Feige, y otros que no han conducido a ningún lado. Pero hay una hipótesis que merece ser mencionada. Michel L. Baumann, uno de los biógrafos de Traven, indica que el investigador suizo Max Schmid planteó, en una serie de artículos periodísticos de los años sesenta, que las experiencias supuestamente vividas por Traven como marino no habrían sido propias, sino que serían parte de la peripecia vital de un Erlebnistrager o "portador de experiencias", un hombre poco educado con el que el escritor habría coincidido en México a comienzos de los años veinte. Según esta hipótesis, el escritor sería nada menos que Ret Marut, y el marino sería Traven Torsvan. Un acuerdo entre ambos habría dado origen al escritor conocido como B. Traven (la B. pudo haber sido la inicial de Bruno o de Bernhard, detalle totalmente irrelevante). Esta teoría permitiría conjugar las premisas de que las experiencias noveladas eran auténticas y de que el escritor no era una persona sin educación. También sería una buena razón para la insistencia de B. Traven en ocultar su origen.

Todo lo que hemos dicho es apenas el bocado de un menú lleno de líneas que se pierden, versiones que se desmienten y datos exagerados que no pueden separarse de la información demostrable. Se sabe, sin embargo, que el hombre que fue conocido como B. Traven vivió en México y se vinculó a personas importantes en el ambiente cultural y político de ese país. También se sabe que su obra se publicó originalmente en alemán, que su primera traductora al español fue Esperanza López Mateos y que al momento de su muerte estaba casado con Rosa Elena Luján. Sobre lo demás, poco puede afirmarse.

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