"Silencio y sonrisas avalan cualquier situación. Me sorprendió y dolió la actitud de Eunice cuando Tinelli y otros le insinuaron su relación con el soñador".
MAGDALENA HERRERA
Martín Sarthou siempre está en el ojo del huracán. Y no precisamente porque haya viajado a Nueva Orleans, hace pocas semanas, a cubrir lo que finalmente resultó una enorme tormenta tropical y no un huracán de dimensiones inimaginables como se esperaba. Gustav dejó leves secuelas en comparación a su hermana mayor Katrina.
En realidad, Sarthou y su ex pareja, Eunice Castro, han sido tema de cuanto programa y revistas de chismes argentinos hay, rumores y verdades de por medio, de los que el periodista habla esta vez sin pelos en la lengua.
Además, al regreso de visitar a Gustav, Sarthou volvió con Juan Peirano desde Miami. Anécdotas sobran, primero del viaje fallido y luego del que finalmente trajo al extraditado a tierra nacional. Imágenes que tomó solo Canal 12, que Canal 10 reprodujo, y que culminó en un gran litigio legal entre ambas emisoras, que sigue en curso. También sobre eso se refiere el periodista.
Pero lo cierto es que más allá de la actividad profesional de Sarthou, el tema (superficial o no, que lo evalúe el lector) que va de boca en boca de uruguayos y argentinos es la separación más mediática de los últimos tiempos, luego de la que protagonizara la propia Eunice Castro con su primer ex y actual pareja de Susana Giménez, Jorge Rama.
"Llegué a sentir lo mismo que ella, cuando sucedió lo de Rama", confiesa ahora Martín Sarthou, refiriéndose a cuando en un programa en vivo que miran millones de personas se insinuó que Eunice estaba saliendo con su compañero de baile. "Quien calla, avala", agrega.
-¿Está separado definitivamente de Eunice Castro?
-Sí.
-Lo último que se supo, antes de las declaraciones de Eunice sobre la separación, fue que se habían comprometido. ¿Manotón de ahogado? ¿Parte del show? ¿Qué fue eso?
-Varias cosas. Fue un momento en que la pareja no estaba bien. No se terminó de golpe, fue una serie de cosas que pasaron y como resultado, minaron la relación. Hubo un momento en el que intentamos, convencidos los dos, recuperar algo que, por la distancia o lo que fuera, se estaba perdiendo. Bien lo dijo ella, y estábamos de acuerdo: no era un compromiso de casamiento, no había fecha ni nada, simplemente la confirmación de seguir juntos. Era más que nada una cuestión íntima de reavivar un fuego que se estaba apagando.
-Antes de que Eunice firmara contrato, habrán hablado de lo que se venía, la distancia, la exposición mediática, las bromas de Tinelli, etc. ¿Fue una decisión conjunta? ¿Imaginaba todo esto o se fue más allá?
-Podíamos imaginar lo que sería. Pero fue bravo, mucho más de lo que imaginé. La acompañé en su decisión. Con mi apoyo la estaba avalando, pero la decisión la tomó ella. Hablamos de los pro y los contra, pero Eunice ya lo tenía decidido internamente. Me pareció una buena apuesta de acuerdo a los caminos por delante aquí, y los que se le abrían profesionalmente en Argentina. Para la pareja no era el fin del mundo siempre que hubiera solidez. Sería una buena prueba. Pero en definitiva, no la pasamos. Fracasamos.
-Al principio se lo vio apoyándola, incluso en el piso del programa. Pero luego bajó el perfil y no apareció más. ¿Por qué?
-Fui una única vez al piso, cuando el primer programa. La había acompañado a firmar el contrato unos meses antes. Luego, siempre me quedé fuera del estudio, en el camarín, o lejos, porque sabía que si entraba, me exponía a cosas que no quería. El apoyo era el mismo, estuviera adentro o afuera.
-¿Le molestaron las bromas de Tinelli con respecto a usted?
-No. Si me embroman con algo que no es cierto, me jode. Si dice que soy petiso, bueno, qué voy a hacer. Pero aclaro: Eunice y yo tenemos la misma altura, lo que pasa que ella usa tacos (se ríe). Si dice que soy gordito, y bueno, no peso setenta sino noventa y algo. Y en ese momento me importaba más que las bromas no fueran para el lado de ella, para que pudiera hacer su laburo sin nervios.
-¿Y no le molestaron las bromas a Eunice sobre Jorge Rama?
-No. Por supuesto que tampoco me divertían. Pero no es una persona que conozca personalmente. Obviamente, a través de Eunice sé cosas sobre él pero a mí no me tocaban de cerca.
-¿Hace cuánto exacto que están distanciados?
-La pareja se terminó hace casi dos meses, en un proceso que venía decayendo y decayendo.
-¿Usted había cambiado en algo antes de la separación?
-Sí, hubo un cambio en mí. Toda la calma y tranquilidad como pareja que tenía, de saber que estábamos juntos, ya sea uno en un lado y otro en otro, de alguna manera se transformó en una preocupación de que no se equivoque o que no diera un paso que la perjudicara. De repente concentré mis energías en estar encima de las cosas que le pasaban a ella. Quizás no debí hacerlo. Como persona y en mi relación de pareja no cambié en nada, era el mismo acá en Montevideo cuando ella laburaba en Bien despiertos, el mismo cariño, demostraciones, iguales intenciones de relación de pareja y hacia lo que apuntábamos como tal. En ese sentido, era todo lo mismo. Sabíamos que era un ciclo a término, pero que después podía haber otros trabajos en Argentina y decidimos no hablar de eso hasta que terminara esta etapa. Pero sí habían otras cosas, de planificación, de tomar decisiones, de resolver cosas, como cualquier pareja. Y cada vez que yo planteaba qué hacemos con esto, ella estaba muy ocupada. Estaba muy ocupada para muchas cosas, desde un `buen día como estás` hasta cosas más importantes como si salíamos a ver apartamentos para comprar. En mi vida personal hubo momentos muy delicados este año, de los que prefiero no hablar y ella también siempre se encontraba muy ocupada.
-En una entrevista dijo que Eunice era la de siempre, que solo cambió el peinado. ¿Es realmente así?
-Me arrepiento de haberlo dicho porque no es así. Lo dije cuando ya habíamos terminado como pareja, para cuidarla un poco. Terminamos esta relación sobre una base de que ambos habíamos agotado todos los recursos e intentos. Ella apuntaba para un lado, y yo para otro. No califico cuál es el bueno. Como la pareja se alejó en buenos términos y quedó una base de cariño y respeto, si a mí me preguntan si el entorno a ella la cambió, en el caso de que la descalifique a Eunice, me descalifico yo. Entonces dije eso. Hoy no diría lo mismo, pero como te dije si la descalifico, me descalifico.
-La distancia, problemas de pareja, etc., ¿o una tercera persona? ¿Cuál fue la razón real?
-Hasta donde yo sabía, cuando terminamos la relación, las razones eran la distancia y los problemas de la pareja. Los rumores de una tercera persona (se refiere a Tinelli) que hubo estando juntos, fueron un disparate. Incluso ahora, desde esta posición, confirmo que es una demencia de alguien que lo dijo.
-Pero ahora, ¿hay una tercera persona?
-Una vez blanqueado el asunto por Eunice en Bailando, cuando no estábamos más juntos, me llevé una enorme sorpresa porque se insinuaron muchas cosas en un show en vivo que lo miran millones de personas. Durante 10 o 15 minutos, cuatro o cinco personas dicen, dan a entender, insinúan y demás, muchas cosas. Ella solamente se ríe y lo único que dice es `Marcelo no hables porque te mato`. Para mí fue una gran sorpresa.
-Se está refiriendo a las insinuaciones de que pasaba algo entre Eunice y el bailarín soñador.
-Sí. Ya no estábamos más juntos pero hacer eso en un programa en vivo, ante millones de personas, por más que no siguiéramos juntos, me dolió mucho. No sé si hay una tercera persona, no me interesa. Lo que no me gustó fue la actitud de ella en ese momento. Me dolió, y mucho, porque el silencio y la sonrisa avalan toda una situación. Después si salió indignada a hablar por otros medios y aclarar, ¿de qué vale si en el momento no lo hizo? No me estaba lastimando a mí, sino a ella. No debía defenderme a mí, sino a ella. Había conseguido una imagen muy sólida y fuerte ante el público y de golpe la gente vio una persona completamente diferente. Más aún de quien vivió una ruptura y una grave falta de respeto hacia ella, de su anterior pareja. En un momento, sentí lo mismo que Eunice sintió cuando supo todo lo de Rama.
-¿Desde el alejamiento no han vuelto a hablar?
-Con ella no pude hablar, simplemente esa noche me mandó un mensaje de texto diciéndome que nada de lo que se había visto era cierto, que todo era mentira. En esa o en cualquier otra circunstancia, el mensaje de texto no funciona. Se habla. Le dije de hablar y está muy ocupada. Siempre está ocupada.
-Seguir viéndola en tevé debe ser doloroso, como cuando Moria le dijo que la separación le había caído bien porque estaba bailando como nunca. ¿Cómo lo vive?
-Lo que pueda decir Moria Casán no me interesa. No vi el programa en vivo, estaba con mi hija con quien no veo ShowMatch. Lo miré después, más en frío. Lo que me importaba era ver qué había dicho, cuál había sido su reacción. Mi asombro fue ella, era una persona que yo no conocía y no la que estuve todo este tiempo. Me dio mucha pena. Claro que me generó dolor. Cuando algo termina ya es un fracaso, y después encima se insinúan otras cosas, más duele. Pero bueno, yo hice todo lo que pude para superar los problemas de pareja, la distancia.
-Se dice que es muy celoso.
-Sí, claro, sí. Y está bien serlo en esas circunstancias donde había un montón de cosas que la rodeaban. Yo estaba muy seguro de ella, e igualmente era muy celoso y cuidadoso de los pasos que diera dentro de ese ambiente que la podía llevar a cometer errores. No estoy hablando de terceras personas, sino otras cosas: tentaciones, cosas que están en la vuelta que sabía. Creo que hice bien en ser celoso, cuidadoso de todo eso. Me parece que ese entorno, Buenos Aires, o lo que sea, la confundieron.
-Salió de un mercado chico como Uruguay y se convirtió en una persona a la que semanalmente miran millones de personas, lo que la puede llevar a un proyección profesional importante. ¿No es comprensible o natural?
-Sabés que no. Para mí no es comprensible y te digo lo mismo si estuviéramos hablando de un futbolista que se va jugar al Inter de Milán, y cambia. No lo comprendo. No creo que el éxito, la super exposición, los elogios, esa cosa tan masiva, deban cambiar necesariamente a una persona. Ella generó un cariño enorme y una identificación aquí en Uruguay, y se lo ganó en muy buena ley. No comprendo que cambie. Es más, debería reafirmarla como persona. Porque además, en su caso no interpretó un personaje, fue ella misma siempre. Se mostró simplemente como era. Su error fue, creo yo ahora, que terminó mostrándose como realmente es. Una persona que puede cambiar de la noche a la mañana. Es ella, quizás no la conocía como pensaba. Yo la desconocí.
-¿No hay despecho en sus palabras?
-No, con total honestidad, hay cosas puntuales que me dieron mucha bronca en su momento, y no fue por el show, o por su participación, y ni siquiera por los problemas de pareja. Yo pasé un momento muy delicado este año, y ella no estuvo conmigo. Estaba ocupada. Ni siquiera se acordaba. Muchas veces pedí permiso en mi trabajo, perdí jornadas laborales, por ir a acompañarla. Y ella en un momento crítico, muy importante para mí, que no tuvo nada que ver con su trabajo ni el mío, no estuvo. Ni se acordó porque tenía que ensayar merengue. Eso sí me generó bronca. Esas cosas enojan, pero también dan fuerza para decir `no vale la pena`. Quise creer que podíamos realizar un proyecto de vida común, de dos mundos muy diferentes. Y no es así.
-¿No hace ninguna autocrítica?
-Ojo, ella debe tener también sus reproches, reclamos, válidos y fundados, de cosas que yo seguramente hice mal, o no manejé bien. Situaciones que, con todo derecho, me puede reclamar, no aceptarlo o no perdonarlo. Lo que trato de decir, siendo sincero, es que no soy un ángel, que no soy perfecto, y que me equivoco. Quizás yo también cometí errores. Ahora me quedo muy en paz con mis errores.
-¿Por qué aceptó esta nota cuando rechazó otras? ¿Por qué habla ahora?
-Desde que se inició la participación de Eunice en Bailando por un sueño, decidí no hablar del tema con los medios. Pero también soy consciente de que cuando estábamos juntos, y se creyó que era noticia nuestra unión, los dos nos abrimos a los medios. Ahora, que es un momento malo, y que se cierra la pareja, agarrar y decir `mirá yo no hablo`, sería demasiado hipócrita. De la misma manera que dije en una entrevista anterior que es absolutamente conciliable la faceta del periodista que trabaja con la persona, que eso no inhibía una vida personal que podía aparecer en las revistas o en los diarios. Sigo manteniéndolo. Pero además, cuando algo termina, como finalizó esto, alimentó rumores nuevos. Y van pasando los días, se dicen determinadas cosas, y yo creo que tengo que hablar por lo menos una vez.
-¿La votaría en caso de que quedara sentenciada, o entre las finalistas?
-No.
"Hacía tiempo que la relación venía decayendo y decayendo. El compromiso fue una forma, entre los dos, de intentar reavivar el fuego. No resultó".
Sarthou tras Peirano, un vuelo con anécdotas
En una apuesta de Canal 12, dice Martín Sarthou, se está intentando cubrir los temas calientes que suceden en el mundo. Ese fue el puntapié inicial para que el periodista, junto a camarógrafo, partieran hacia Nueva Orleans, Luisiana, para mostrar imágenes y cómo se vivía de adentro un huracán, el Gustav, que prometía ser peor que el Katrina. "Fue una gran tormenta tropical. De todas maneras, ¡no sabés lo que es!"
Sin embargo, el fin último del viaje era Juan Peirano. Martín Sarthou, a través de su problema anterior con los tribunales estadounidenses, había quedado en contacto con ciertas fuentes que le informaron que en esa semana sería extraditado. Pasaban los días y nada. Finalmente el viernes llegó la noticia. "A la suerte a veces hay que ayudarla un poco, y bueno, apenas me avisaron comencé los contactos sobre los vuelos y todo el operativo para estar bien ubicado en el avión cuando volviera", relata el periodista.
En el vuelo frustrado, Sarthou y el camarógrafo Raúl Ortiz se sentaron dos filas detrás de Peirano. "De pronto vino un funcionario de Interpol y me dijo que Peirano me quería conocer personalmente. Por lo que me dijo supongo que quiso decir algo así como `tratá de entender lo que sucedió en aquella ocasión, son cosas de abogados, nada personal`. Fue algo como recomponedor de su parte que recibí con respeto. Cuestión que al estar tan cerca escuché que hablaba de Mujica, que era posible que fuera candidato, que me pareció relevante y lo comenté en las crónicas televisivas".
En el segundo vuelo, Peirano cuestionó a Sarthou por lo que dijo, señalándole que "partía de la base de que habían entablado una relación de confianza".
Sarthou le contestó: "Yo con usted no tengo una relación y mucho menos confianza. Soy un periodista y usted una persona que será sometida a juicio en Uruguay. Lo que diga para mi es importante. Confianza y vínculo con usted no tengo ninguno".
En el tramo Santiago-Montevideo, Sarthou lo vio molesto. "Ortiz hizo un trabajo muy meritorio, pudo registrar todo lo relevante. Ver su cara cuando estaba aterrizando en Montevideo, para mí, y para tanta gente, era una noticia".
Litigio entre canales por imágenes
Canal 12 tomó imágenes exclusivas de Jorge Peirano de regreso a Uruguay, algunas de las cuales fueron emitidas como adelanto en el programa de la mañana de ese canal anunciando que esa sería la noticia central del informativo de la noche.
Tales imágenes fueron tomadas por Canal 10 que, según Sarthou, abrió Subrayado con ellas.
"No conozco los términos del litigio legal. A mi honestamente no me sorprendió, lo que me llamó la atención es que fuera en Subrayado. Muchas veces los canales te piden material y se prestan unos a otros. Ahora, cuando se apuesta grande, con viajes especiales, gran inversión, como lo hizo Canal 12, además de todo lo que se trabajó tras eso, existe una cuestión que se llama ética y que no va sólo por el tema legal. Yo hablé con colegas de Subrayado, que no tienen cargos gerenciales y estaban muy molestos. No les gustó absolutamente nada lo que pasó. Como a mi no me gustaría nada que Telemundo hiciera una cosa así", indica el periodista.
Martín Sarthou confiesa que no termina de entender, que "está curado de espanto y anestesiado por el tema del uso de imágenes".
"Por lo menos, si quieren, que soliciten permiso, quizás se las hubieran dado, no lo sé. Pero hubo una gran inversión, que podría haber salido bien o mal. Fue una apuesta del canal, que no es lo mismo que cuando todos, por ejemplo, van a cubrir una cumbre de presidentes. En el caso de Peirano, las imágenes tenían un valor agregado. De un plumazo, verlo a la misma hora que uno lo iba a emitir realmente fue muy desagradable", señala.
Canal 12 tomó las medidas legales que consideró necesarias, dice Sarthou. Actualmente, se iniciaron acciones legales que se encuentran en curso.