CARLOS TAPIA
Al uruguayo Rafael Ulloa la nave espacial extraterrestre procedente de Venus se le colocó sobre la cabeza. Lo iluminó con una fuerte luz y lo hizo levitar. En ese instante los alienígenas, "que físicamente se parecen mucho a nosotros", lo llevaron dentro del platillo volador y le indicaron cuál sería su misión: preparar a la humanidad para su arribo a la Tierra en 2012.
De 66 años, calvo, usa unos enormes anteojos y viste traje azul. Ulloa cuenta su historia sin dudar siquiera una palabra. Lo hace frente a una mesa repleta de DVD. Estos contienen documentales realizados por él. Dice que en ellos está la verdad sobre "el nuevo mundo". Los mira y se queja de que ningún canal de televisión "se atreva" a emitirlos.
El primer contacto del tercer tipo lo tuvo en 1988, cuando ya era parte de Misión Rahma, una organización que en su página web se define como "un grupo de hermanos con un solo objetivo: trabajar en conjunto con el apoyo de los hermanos del cosmos".
De tanto en tanto, mientras habla de sus experiencias con los seres de otro planeta, gesticula, se toma la cabeza y despotrica contra los argumentos de la investigadora argentina Alejandra Pérez Simondini. Ella es integrante del Grupo de Investigación Visión Ovni. A pocos metros, en la sala de Conferencias del Club de la Fuerza Aérea, habla sobre la mutilación de ganado provocada por extraterrestres. Apoya sus argumentos con cruentas diapositivas expuestas en una pantalla gigante. Reconocer en ellas qué parte de la vaca es la que se está mostrando es prácticamente imposible. Sangre y carne es lo único que se ve.
Ulloa no disimula su enojo. "Estamos escuchando a una mujer hablando de los daños que causan los extraterrestres. ¡Por favor! ¡Es un disparate! Yo mismo descubrí hace tres años a una camioneta con gente que venía con láser a destruir ganado. Les hacían eso a los animales para que creyeran que el responsable era el famoso Chupacabras. Desinforman a la gente. ¡Pero no somos niños! ¡Cualquiera se da cuenta! ¡Los extraterrestres son buenos!"
OFICIAL. La Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados (CRIDOVNI), dependiente de la Fuerza Aérea, se fundó en 1979. A lo largo de su historia recibió 2.300 denuncias, de las cuales 1.200 derivaron en investigaciones. Aún hay cuarenta casos abiertos para los que no se encuentra explicación.
Unas 10 personas se acercan cada mes para contar sus avistamientos. Cuatro o cinco de estos testimonios reúnen méritos suficientes como para que se abra un expediente. El resto se descarta por falta de pruebas.
El coronel Ariel Sánchez es el presidente de CRIDOVNI y el organizador de este Primer Congreso Internacional de Investigación de Fenómenos Aeroespaciales y Terrestres, que se llevó a cabo la semana pasada, y al cual asistieron científicos y testigos que dicen haber sido contactados por visitantes de otros planetas. Participaron uruguayos, argentinos, brasileños y chilenos. "Nos pareció bueno presentar todo el abanico de teorías", señala Sánchez.
Sobre los cuarenta casos para los que CRIDOVNI no encuentra explicación, su presidente dice: "Se puede tratar de un fenómeno físico en la baja atmósfera, o un fenómeno óptico desconocido que puede ser percibido por el hombre y las máquinas fotográficas. También está la hipótesis extraterrestre, que es la que le gusta más a la gente y que tampoco tiene que ser descartada. Está sobre la mesa de trabajo".
UFO. Año 1992, desierto de Nevada, Estados Unidos, cercanías de la llamada Área 51. El brasileño Ademar Gevaerd, editor de la revista UFO, conducía el automóvil. Junto a él viajaba su esposa y en el asiento trasero una pareja de amigos.
"Quería conocer la zona, estuvimos un rato y luego emprendimos la vuelta a Las Vegas, donde me habían invitado a un congreso. Cuando íbamos en la ruta una luz fuerte nos empezó a perseguir. Hizo que tuviéramos mucho sueño y casi logró dormirnos. Estuvimos un rato quietos. El auto no avanzaba. Fue terrible", relata Gevaerd.
El Área 51 es una porción de tierra perteneciente al gobierno norteamericano. Algunos afirman que se utiliza para probar nuevas tecnologías en materia armamentística; otros, sostienen que bajo su superficie se esconde un búnker donde se realizan actividades secretas vinculadas con extraterrestres. Y hay quienes creen que es allí donde se esconden los cuerpos de los alienígenas que los ufólogos aseguran se accidentaron con su nave espacial en 1947, en Roswell, Nuevo México.
Estados Unidos explicó, en varias ocasiones, que en lo que en realidad se estrelló fue el vuelo N° 4 del Proyecto Mogul -un programa secreto que comprendía el lanzamiento de una especie de globos a grandes alturas cuyo objetivo era recabar información sobre supuestas pruebas atómicas de la URSS-.
La revista UFO es la más vieja publicación sobre el fenómeno extraterrestre en el mundo. Se fundó hace 28 años. Se vende en Brasil y Portugal. "No ganamos plata con esto. Por eso también vendemos DVD", explica Gevaerd, un canoso de lentes que habla castellano sin perder la tonalidad de su lengua natal. Estos documentales, que vende a 200 pesos, reúnen casos vinculados a avistamientos de ovnis en todas partes del mundo. "No hay sitio en que esto no pase. ¡Los gobiernos deben dejar de ocultarlo!"
CONTACTO. Ulloa comparte la posición del brasileño Gevaerd. "A esta altura, en vez de negar lo obvio, los círculos de poder deberían estar gritando la verdad a los cuatro vientos. El propio Edgar Mitchell lo reconoció. ¿Qué quieren? ¡¿Qué más quieren?!"
Mitchell es astronauta y científico. En 1971 viajó a la Luna a bordo del Apolo 14. En 2008 dijo que la NASA tuvo contactos con extraterrestres y que estos eran "pequeños, con ojos y cabezas grandes". También denunció que su país "oculta información desde hace 60 años".
En 1986 Ulloa dice haber visto por primera vez un ovni. Se trató de un plato volador deslizándose por el cielo de Las Toscas, en plena Costa de Oro. En 1987, ya siendo parte de Misión Rahma, visualizó dos naves más en la estancia La Aurora, en Salto. En 1988 viajó con otros representantes del grupo a Perú, al desierto de Chilca, donde se había pactado un encuentro con los extraterrestres. El contacto se realizó la noche del 8 de agosto.
"La nave tendría unos 50 metros de largo y un poquito menos de ancho. Tenía tres semiesferas de color rubí en los costados y una blanca debajo, cuya luz iluminó prácticamente todo el lugar como si fuera de día. Éramos dos grupos, tres uruguayos estábamos en cada uno. Ellos bajaron y se dirigieron a los otros. Yo quedé medio descolocado, porque me había preparado bien", relata Ulloa.
Ya decepcionado, en la madrugada visitó con sus compañeros las ruinas de Pachacamac, donde hay varios templos incas. "Allí me metí en un laberinto, con escalinatas y puertas. Como si supiera el camino llegué a una pieza que no tenía techo. Me pareció un lindo lugar para meditar y los llamé a todos. De pronto apareció otra vez la nave, proveniente de Venus, me hizo levitar y me dieron las indicaciones".
Ulloa sostiene que los extraterrestres arribarán a la Tierra en 2012. Vendrán en son de paz. Llegarán muchas especies distintas. "Fijate que hay 400.000 millones de sistemas solares como el nuestro...", explica. Muchos son parecidos en aspecto a los terrestres. "Incluso ya hay unos que andan caminando por la calle. Yo puedo reconocerlos". También asegura que junto a ellos, "Jesús volverá a la Tierra". Dice que estos seres le enseñaron a curar enfermedades "como el cáncer". Lo hace con unas pirámides de cesio que ellos mismos le entregaron. Por hacer esto no cobra directamente. "Simplemente, como fui agente de viajes, organizo unas especies de excursiones, obviamente gano una comisión... ¡Pero la curación no entra dentro de eso!"
La verdad. A mediados de este año el Ministerio de Defensa brasileño puso a disposición de la ciudadanía 4.000 páginas de investigaciones sobre objetos voladores no identificados. Además, divulgó un protocolo de cómo deben proceder los pilotos en caso de encontrarse con uno de ellos.
Gevaerd dice que él mismo accedió a estos archivos y encontró reportes de "aviones comerciales con 200 pasajeros que fueron perseguidos por platos voladores y movilizaron a toda la defensa nacional". El coronel Sánchez afirma que en Uruguay nunca se dieron casos de este tipo. Ulloa, en tanto, asegura que los gobiernos, bajo las órdenes de Estados Unidos, ocultan información. Él confía en que el tiempo le dará la razón.