El Zoológico Municipal del Parque Lecocq, uno de los dos zoológicos que tiene Montevideo pero el único donde los animales no están enjaulados, volvió a abrir en marzo después de los incendios ocurridos el año pasado. Entre noviembre y diciembre hubo 28 focos pequeños que obligaron a las autoridades a cerrar el parque por prevención. Por eso, cuando ocurrió el incendio más grande el 7 de diciembre, no hubo que evacuar a ningún visitante.
Los que sí tuvieron que trasladarse fueron los emúes, animales que provienen de Australia, de aspecto similar a los avestruces. En el Parque Lecocq hay alrededor de 12 emúes ubicados próximos a uno de los corrales que se incendió en diciembre. Hubo que abrirles el alambrado. El capataz del parque contó que cuando salieron a capturar a los emúes liberados, faltaron dos. El destino de uno de ellos aún es incierto, aunque se sospecha que lo carneó algún vecino. Al otro animal lo habrían encontrado muerto por una jauría de perros.
Desde que reabrió, el Parque Lecocq tiene otras opciones para sus visitantes. Una de ellas es un paseo a través de los humedales del río Santa Lucía, en las inmediaciones del parque. Esto antes del incendio no se podía hacer porque el terreno estaba cubierto de monte nativo. El capataz aseguró que la concurrencia se mantiene igual que antes del incendio y que incluso uno de los días de Semana Santa llegaron a contar con 6.000 visitantes.
A pesar de que los focos alcanzaron alrededor de 30 hectáreas, hoy en el Parque Lecocq no se ven rastros de los incendios, y por donde pasó el fuego el color ya es verde otra vez. De todas formas, el capataz señaló algunas áreas donde la flora todavía no se recuperó del todo.