El liceo público número 58 lleva, desde el 21 de octubre, el nombre del recientemente fallecido escritor Mario Benedetti. La aprobación para que el Consejo de Educación Secundaria (CES) pasara a llamarse así fue rauda.
Al nombre del escritor, que falleció el 17 de mayo con 88 años, le llevó apenas cinco meses llegar al nomenclator liceal. El período que establece la normativa del CES de la Administración Nacional de Educación Pública (Anep) es de 10 años luego de la muerte de la persona a la que se le rinde tributo. Pero no es imprescindible atenerse a los tiempos de espera que establece la normativa del Consejo, explica Iris Dos Santos, de la Anep.
"La iniciativa de ponerle tal o cual nombre a un liceo puede ser nuestra o también puede partir de la sociedad civil, de la comunidad educativa o del Parlamento. En cualquiera de los casos tenemos que aprobarla, pero si no es una iniciativa nuestra, el camino puede ser más rápido". En el caso de Benedetti, la idea nació entre los docentes del liceo, fue presentada a la Comisión de Educación del Parlamento y el diputado socialista Roque Arregui se encargó, junto a Silvana Charlone, de promover el proyecto de ley aprobado el 21 pasado, con el número 18.612.
"Esta idea ya tiene varios años de antigüedad, la verdad. Fue propuesta en el período legislativo de la administración de gobierno anterior. Pero mientras Benedetti seguía vivo, no fue aprobado. Nadie votó en contra de la iniciativa. Simplemente, no caminó", cuenta Arregui y coincide en que muchas veces la muerte parece un requisito para que se le otorgue el visto bueno a un tributo como este. "Hubiese sido un lindo gesto hacerlo mientras estaba vivo, pero bueno, no se dio", reflexionó.