El Museo del Parque Rodó abre una muestra sobre el artista.
Este jueves 12 de mayo a las 19:00 el Museo Nacional de Artes Visuales (MNAV) inaugura en su amplia e iluminada Sala 5 una exposición del destacado artista plástico Mario Sagradini, que abarca el presente y el pasado de una extensa carrera. La muestra se podrá visitar con entrada libre hasta el domingo 10 de julio.
Su título es Vademecum (con la gentil participación de Lucía y Mario), y su autor lo explica así: "Vademecum significa en latín van conmigo, y lo coloqué pues esta muestra es una especie de antología: quise seleccionar algunas obras del pasado y algunas nuevas o no mostradas aún, que dieran pistas sobre mis intereses, aunque no de forma excluyente, una versión posible. La participación de mis hijos era no sólo imprescindible sino también la comemoración de los 35 años que ese subtítulo apareció en la muestra de Cinemateca en 1981, donde ellos expusieron obras conmigo. En Vademecum integré de ellos obras de 1982 y dos actuales: en catálogo un texto de Lucía y en sala un video de Mario, con las actividades e intereses actuales de ambos".
Si bien la exposición todavía la están armando, el artista estima que serán unas 80 obras, entre las que habrá algunas producciones anteriores a los años 60, materiales diversos para una suerte de protohistoria de su actividad. Esta compilación abarca múltiples técnicas (dibujo, cerámica, fotografía, cine, video, grabado, objetos, etc.), con imágenes de instalaciones realizadas en el extranjero y nunca armadas en nuestro país. Además, el MNAV editará hacia el mes próximo un catálogo con textos de Gabriel Peluffo Linari y Lucía Sagradini, y contendrá testimonios para reconstruir hechos vinculados a la historia de la trayectoria del plástico.
"Hay fotos de instalaciones realizadas en Texas, Porto Alegre o Cuba, videos de informes de televisión del pasado o fragmentos de entrevistas en ese medio. También dos peliculitas mías de 1968, del Mundial de Ciclismo en Montevideo, hechas en Bellas Artes, tres minutos cada una, que son de 8 mm. Las digitalicé y Mario restauró en París (aunque son obras, claro). Y videitos con cámara foto digital, materiales que van en monitores en sala", adelantó Sagradini a El País.
La muestra estará dividida en espacios grandes, cronológicos y físicos. En el primero hay dibujos, grabados, fotocopias intervenidas, fotos, papeles con aerógrafo, telas con pincel, y objetos variados, desde mini- vestidos tejidos de lana a semanarios Brecha, con portadas diseñadas por Sagradini. "Son obras que abarcan desde la niñez hasta hoy. Son parte de mí y quizás me explican un poco. Claro que por un rato faltará el catálogo que adjunta pistas: como por ejemplo, entrevistas sobre temas olvidados, como cuando más de cien estudiantes de arquitectura le hicimos y cantamos una murga a Allende en Chile, en 1972", agrega.
"En la búsqueda del indicio revelador está buena parte de la dimensión creativa y afectiva que contiene su obra, la que por momentos hace contacto con la labor historiográfica", analiza Peluffo Linari sobre la presente muestra. Y Lucía Sagradini agrega: "La geometría espacial de Sagradini es entonces la de las formas sensibles, extraída del mundo de la vida, del ladrillo, la cámara neumática, el centímetro de costura: los objetos son tomados en su potencial, y la geometría de Sagradini se niega a la abstracción directa".
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