Una intervención que procura difundir una película.
Una modalidad artística de hacer propaganda: ayer en la Plaza Independencia, el artística plástico Fernando Corbo realizó una especie de intervención, a partir de la imagen del rostro de José Artigas. El objetivo, promover el documental Detrás del mito, de Marcelo Rabuñal, que se estrenará el jueves 29 de junio.
"Este retrato partió del retrato del que habla la película, que es el que hizo Juan Manuel Blanes, que todos conocemos. En la computadora se hizo un recorte del rostro, luego se agrandó la imagen para pixelarla. Con Photoshop se pasó a cinco colores, y luego, cada pixel fue suplantado por una cartulina de color, cuadrada, de siete centímetros de lado", contó a El País Corbo.
Con casi cuatro mil cartulinas se fue armando este retrato pop del Jefe de los Orientales, una parte del cual fue llevado ya armado a la plaza. "Es una intervención para promover esta película, que justamente habla de la imagen de Artigas hecha por Blanes, que todos tenemos como la real, pero en realidad es un boceto a partir de una investigación que hizo el pintor. Y esta es otra imagen: porque cualquiera puede ser. Porque no hay un verdadero rostro de Artigas", reflexiona el artista plástico, que eligió colores fuertes, que llaman la atención de la gente.
Corbo viene desde hace tiempo trabajando a partir de pixeles, principalmente junto a Martín Torija, que bajo el nombre Colectivo Corto investigan en diversos materiales y lenguajes artísticos, tratando de jugar con las diversas posibilidades. "A veces son cartulinas, a veces tapitas, vamos cambiando el elemento que suplanta al pixel", señala.
"Hoy vino un niño y enseguida se dio cuenta que era el rostro de Artigas. Creo que ellos tienen otra lectura de lo digital. Por ejemplo, vinieron varias escuelas, y los niños enseguida lo entendieron. Las personas ya mayores vienen y no entienden mucho, hasta que lo ven bien", cuenta Corbo sobre la experiencia de ayer, que dio un toque inusual a la Plaza Independencia, hasta el final de la tarde.
"Luego mi idea es sacarlo, que obviamente es más fácil que ponerlo. Y ver qué resiste de todo esto. Porque está pegado al piso, y queremos ver si se puede sacar sin que se rompa. Para quizá luego, en otro momento, ponerlo en otro lugar. Vamos a ver", dijo el artista.
Sobre si los permisos municipales para hacer una instalación de esa naturaleza son muy complicados, Corbo explicó: "De eso se encargó la gente de la película, que me dijeron que no fue fácil pero tampoco complicado. Te piden mucho en lo que tiene que ver con el medio ambiente, la limpieza, que nada quede pegado al piso de la plaza".
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