Ignacio Martínez habla de su libro Una vez en Los Andes...

Después de tantos años, libros, conferencias y películas, se podría pensar que ya no queda más nada por decir sobre la tragedia de los Andes. Sin embargo, María Elena de Los Andes "Gochi" Páez —hija de Carlitos Páez— sentía que todavía existía un grupo al cual la historia no le había llegado: los niños. Así, a través de la editorial Planeta, se contactó con el autor Ignacio Martínez para escribir Una vez en Los Andes, un libro que pretende explicar de forma accesible para los niños lo que sucedió luego del accidente del vuelo 571, que ya está en librerías.

Martínez, que ha escrito 90 libros infantiles y 14 para adultos, asegura en entrevista con El País que el incentivo para asumir el desafío de narrar esa historia dolorosa pero esperanzadora fueron, justamente, los valores de perseverancia y compañerismo que transmite.

—Supongo que no debe de ser fácil explicar un hecho tan complejo para niños, ¿fue un desafío?

—Es un tema que está lleno de aristas muy dramáticas, pero al mismo tiempo de aspectos muy heroicos y muy valorables, desde el punto de vista de lo que puede llegar a hacer el ser humano en condiciones extremas. Todo eso me llevó a asumir el desafío. Aunque debo reconocer que hice varios originales. El libro pretende contar básicamente todo lo que pasó pero en el marco de un lenguaje muy tierno, acudiendo a la poesía para narrar las cosas sin estridencias, sin ningún tipo de argumento que pudiera herir susceptibilidades, y sobre todo con la posibilidad de que el lector pudiese emocionarse con la historia.

—¿Cuánto hay de ficción y cuánto de realidad? ¿Qué bibliografía usaste?

—Todo está contado con mucha delicadeza y con mucho respeto, sin separarme ni un ápice de lo que realmente sucedió. No sé si leí todos los libros, pero sí una buena cantidad de los que han escrito los sobrevivientes, fundamentalmente el de Fernando Parrado, que en su último libro describe de forma bastante clara la cronología de lo que fue ocurriendo. Es una ficción en el sentido de la aventura que se produce, basada en un hecho real. No deja de tener el contenido de una novela para jóvenes, con los misterios y los desafíos que ellos van tratando de resolver.

—A veces, con el tema de los Andes, hay gente que está muy ávida por leer algo más y otra que siente que es un tema que ya hay que cerrar. ¿Por qué creés que había que escribir un libro más?

—Las nuevas generaciones no lo conocen. Ahora tienen la oportunidad de conocerla desde su propio territorio. Es un libro breve, con un lenguaje accesible que cuenta un hecho que le puede servir como elemento de referencia para su propia formación, por la solidaridad y las ganas de vivir. Hay otros temas donde jóvenes han tenido que vivir cosas terribles, se podría hablar de los niños y la guerra. Creo que vale la pena que los escritores asumamos el desafío de contar esas historias.

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