Una fábrica de telenovelas uruguaya presenta su nueva producción.
En la casa de los hermanos Eduardo, Elías y Eliana Maquieira, cada día la familia se reunía para ver telenovelas. Después se hablaba de lo que había sucedido con la heroína y con la villana. Después algunas de las frases más repetidas se transformaban en una muletilla del hogar. Y cuando Eduardo, el mayor de los tres, eligió una carrera, se mudó de Young a Montevideo para aprender cómo escribir, filmar, editar y comercializar este formato amado y despreciado por el público.
Pasó de ser el "bicho raro" de la clase al especialista del área en el Canal 12, donde editaba, hasta hace poco, las "escenas del próximo capítulo" y las pautas publicitarias de las telenovelas brasileñas. Si él hubiera querido podría haber sido el rey de los spoilers, en cambio usó sus licencias para regresar a su ciudad, reunir a un grupo de vecinos con ganas de actuar y filmar un puñado de películas y de melodramas que luego emitió en Youtube y en concurridas proyecciones de cine. Para muchos de los 17.000 pobladores de Young ver sus obras es la actividad preferida del año.
En 2010 los tres hermanos fundaron la productora Estiyú, que ya realizó las películas La última cosecha, No entren con los pies sucios y La vieja, film que el año pasado se estrenó en una sala de cine de Paysandú, en otra de Salto y en Montevideo. Y, en julio de 2016, presentaron María Fracasada, su primera "webnovela", que además de superar las 16.000 reproducciones recibió una nominación a los premios Iris como Revelación Web, y tuvo una gran repercusión mediática. "Incluso nos compraron el contenido de un canal de El Salvador que la emitió", cuenta Eduardo.
Pero si en María Fracasada el argumento comenzaba con humor y terminaba en drama, ahora, en El coraje, su segunda telenovela, decidieron cambiar la metodología de escritura. "Esta vez fuimos directo al drama intenso y oscuro, sin desvíos de humor", asegura. El coraje se estrenó hace dos semanas en Youtube. El próximo miércoles a las 21.00 lanzarán el tercer episodio y el siguiente el capítulo final.
"La verdad es que somos Elías y yo en la producción y detrás de cámara, entonces decidimos achicar el elenco y eliminar personajes secundarios y tramas para estar más organizados y poder mejorar técnicamente", explica. En su segunda obra de formato televisivo, los Maquieira muestran una mejoría, aunque todo el libreto se rodó en ocho días, contra reloj, y aunque el mismo hermano que dirigió la cámara capturó el sonido mediante un micrófono que colocaba en su bolsillo, y luego compuso la banda sonora, y luego editó las escenas. Para ellos solo sirve ser Mandrake, porque estas realizaciones están hechas con intenciones profesionales pero a base de entusiasmo.
Las protagonistas son Corina (Sofía Rodríguez) y Alma (Faustina Oviedo), dos hermanas huérfanas que quieren escapar de una madrastra feroz, Graciela (Ana Nela Portela, interpretada por una reconocida periodista de Young que también actuó en La vieja). Esta villana, además de robarles la herencia de su padre, las golpea. Lo que Graciela no sabía es que Corina está embarazada de un novio que, lejos de ser un príncipe azul, juró ayudarla mientras la engañaba con otra chica. Llena de maldad, la madrastra planeará secuestrar a Corina y robarle su bebé. "Tengo mucha maldad para escribir. Cuando pienso en un conflicto busco qué se repite en las noticias y noto que siempre, por más escondido que esté, está el tema del abuso, por eso siempre insisto con estas tramas", dice.
"Sin una buena villana no hay historia fuerte".
En la primera telenovela que escribió, Eduardo Maquieira se sacó las ganas de probar con el formato de "heroína llamada María", como su ídola María la del barrio. Ahora, empezó por la villana. "Sin una buena villana la heroína no puede lucirse ni la historia sobrevivir", opina. "Las villanas tienen que dar miedo pero también tienen que poder fallar en cualquier momento, con capacidad para causarle humor a algún espectador". Por otro lado, cree que la heroína "debe parecer tonta e inocente en un primer momento, pero sorprender en la resolución del drama". ¿Y hay espacio para príncipes azules? "No, ni para parejas felices. Me gusta mostrar que el amor no tiene por qué ser el eje", dice.
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