Los de argentinos son casi 74% de los de no residentes; cambia el negocio.

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Al cierre del año pasado, los bancos que operan en la plaza financiera uruguaya tenían depósitos de empresas y personas de al menos 26 nacionalidades. Los argentinos predominan con el 73,7% de US$ 4.585,9 millones que eran los depósitos totales de no residentes, según cálculos de El País en base a los balances auditados de los bancos (que se publican una vez al año).

Respecto a fin de 2014, los depósitos de no residentes crecieron 8,6%.

Los bancos locales son la "caja chica" de los argentinos. A fin del año pasado, las empresas y familias argentinas tenían US$ 21.825 millones en bancos fuera de su país según datos del Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en inglés). De ese monto, el 15,4% estaba en bancos uruguayos, es decir US$ 3.378,4 millones. A fin de 2013, el 12% de los US$ 22.023 millones que tenían los argentinos en el exterior estaban en bancos uruguayos.

Así, la "caja chica" ha ganado peso en el total. De los US$ 3.378,4 millones que los argentinos tenían en el sistema financiero uruguayo, el 24,3% estaba en el banco Santander.

Por su parte, las empresas y personas físicas brasileñas representaban el 4,5% de los depósitos de no residentes en bancos en Uruguay con US$ 206,4 millones a fin de 2015 (ver gráfico). A fin de 2013 eran el 5%.

Para los brasileños, Uruguay vendría a ser "la alcancía" ya que de los US$ 29.357 millones que tenían en bancos fuera de su país a fin de 2015 (según el BIS), apenas 0,7% estaba en instituciones financieras uruguayas. El Santander el que lidera en captar ahorro de brasileños.

En la década de los 90, los bancos locales eran fuertes captadores de depósitos de no residentes. De hecho, en 2002 el 45% de los depósitos totales de la banca eran de no residentes (principalmente argentinos).

Sin embargo, crisis mediante, a fin del año pasado los depósitos de no residentes eran el 15,3% del total.

Actualmente hay dos aspectos nuevos que juegan en el sector. Por un lado, el blanqueo de capitales que lleva adelante el gobierno argentino y por otro el proyecto de ley que flexibiliza el secreto bancario, al punto que una vez por año los bancos deberán informar a la Dirección General Impositiva (DGI) a partir de 2017 los saldos y rentabilidades generadas por las cuentas de residentes y no residentes. Estas últimas serán enviadas por la DGI a fiscos extranjeros en el marco del intercambio automático de datos desde 2018.

Sin embargo, "a pesar de los cambios globales sobre transparencia fiscal y la flexibilización gradual del secreto bancario, las cuentas bancarias en Uruguay continuarán siendo atractivas para los no residentes que buscan un sistema financiero seguro y confiable, que están interesados en ahorrar en moneda extranjera y/o acceder a activos financieros globales para incluirlos en sus portafolios de inversión", dijo a El País el gerente de Banca Persona del banco HSBC, Alberto Mello.

A su juicio, "el negocio de no residentes será más transparente (con estos cambios) y Uruguay mantendrá su atractivo como plaza financiera para el ahorro y las inversiones de estos agentes".

Para el presidente del Banco República, Jorge Polgar el proyecto de ley que flexibiliza el secreto bancario "tiene aspectos operativos a atender, pero sin consecuencias para el negocio de depósitos de no residentes".

El Santander es el banco que más porcentaje de depósitos de no residentes tenía a fin de 2015 con 24,1% del total, seguido por el BBVA con 17, el Itaú con 14,1%, el BROU con 13,9% y el Scotiabank con 13,2%.

Precisamente, el "foco principal" del Scotia "está centrado en clientes residentes. Los clientes no residentes y sin vínculos comerciales o de residencia poseen un mayor riesgo intrínseco vinculado a los temas de cumplimiento por lo que no son nuestro principal foco de negocios", dijo a El País el gerente de Banca Minorista y Pymes del banco, Horacio Correge.

Algo similar ocurre en Itaú. "El negocio de no residentes no conforma hoy parte del foco principal de negocios del banco. Sí damos el servicio a quienes lo solicitan, básicamente aquellos que mantienen alguna relación con Uruguay (propiedades de veraneo, campos, etc.)", dijo a El País el subgerente general, Carlos Ham. "No prevemos cambios sustanciales por motivo de la flexibilización del secreto bancario", agregó.

Al finalizar el primer trimestre del año, los uruguayos tenían depositados en bancos ubicados fuera de fronteras US$ 8.002 millones, según los datos del Banco Internacional de Pagos (BIS por sus siglas en inglés). Ese monto de dinero de familias y empresas uruguayas fue 8,3% inferior (US$ 729 millones menos) que el que había depositado a fin de marzo de 2015.

Desde el récord histórico de US$ 9.065 millones que habían alcanzado los depósitos fuera del país a fin de junio pasado, la cifra ha ido bajando en cada uno de los tres trimestres siguientes.

A fin de septiembre bajó 6,3% respecto al cierre de junio de 2015 y a fin del año pasado cayó 3,3% respecto al cierre de septiembre de 2015. Mientras, en el primer trimestre del año retrocedió 2,6% (US$ 213 millones menos) respecto al cierre de 2015.

Al sumar a los depósitos en el exterior los que estaban en los bancos locales, las familias y empresas uruguayas tenían un monto de US$ 33.837 millones a fin de marzo de 2016. De eso se desprende que el 23,6% estaba fuera y el 76,4% en la plaza financiera uruguaya.

Los depósitos de empresas y familias uruguayas en bancos locales crecieron 2,4% al comparar el cierre de marzo con el de fin de 2015, con un total de US$ 25.835 millones.

Desde 1995 —fecha desde cuando existen datos para Uruguay en el BIS—, hasta fin de marzo de 2016, (con altibajos) los depósitos de uruguayos en bancos del exterior se multiplicaron por casi dos veces y media, esto es, crecieron en US$ 4.567 millones.

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