La Dirección Nacional de Aduanas (DNA) ya está aplicando un nuevo procedimiento de control sobre los envíos de mercadería que llegan al país mediante el régimen de encomiendas internacionales.
El gerente de Control y Gestión de Riesgo de la DNA, Fernando Wins, aseguró que se inspecciona a través de los escáneres el 100% de los paquetes que traen los couriers privados y El Correo.
La nueva política de control surge luego que a principios de septiembre la DNA anunciara la creación de una unidad especializada para el control del comercio electrónico, en el entendido que se trata de un campo propicio para el informalismo y el contrabando.
Wins explicó que se aplica un "perfilamiento de riesgo" sobre las encomiendas que llegan, lo que determina la retención de mercadería por temas sanitarios o de seguridad. Pero luego "toda esa mercadería que queda preliberada se escanea y así se define cuál queda liberada totalmente y cuál se retiene", agregó.
La reglamentación vigente permite realizar cuatro compras en el exterior por Internet al año de hasta US$ 200 por vez sin abonar impuestos. "Es un régimen nuevo, cada vez hay más movimiento y por eso se creó este nuevo ámbito" para centralizar los controles sobre las encomiendas, detalló el jerarca.
Aparte de inspeccionar la mercadería, la unidad de comercio electrónico también investiga la posible comercialización ilegal en el mercado interno de los productos ingresados bajo el régimen de encomiendas. Wins señaló que para esto se rastrea en las páginas de Internet que ofrecen servicios de compraventa.
Informó que una reciente investigación de la unidad culminó con una denuncia en la Justicia, que determinó el allanamiento de una vivienda y el procesamiento sin prisión de una persona por el mal uso del régimen de franquicia y la comercialización de productos falsificados.
"Se trata de un gran cambio en la manera de controlar", subrayó Wins, que expuso la nueva modalidad de fiscalización ayer en el seminario "Propiedad intelectual 2.0 - Cambios y aplicaciones en la era digital".
La asesora de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS), Ana Laura Fernández, participo del mismo panel y dijo a El País que "el comercio electrónico es un campo fértil para el informalismo por lo que se deben efectuar los controles suficientes para que eso no ocurra". Indicó que "hay confianza" en la Aduana para la realización de esa tarea.
Forma de inspección varió por aumento de las operaciones