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"En L’Oréal, no buscamos desarrollar la obediencia sino la inteligencia"

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Lulin. El objetivo a futuro es sumar 1.000 millones de nuevos consumidores. (Foto: Leonardo Carreño)

El director general de Ética habló del "activo más frágil de todos" en la industria cosmética.

La ética, la confianza, y la colaboración entre jefes y empleados son valores que no figuran en los libros de contabilidad de ninguna empresa, sin embargo, "lo que no encontramos en las cuentas es lo que más importa", asegura el vicepresidente y director general de Ética de L’Oréal, Emmanuel Lulin.

El ejecutivo francés, de visita en Uruguay, enfatizó la importancia que tiene para la compañía y sus más de 78.000 empleados fomentar el intercambio entre los distintos niveles de la organización en un ámbito de confianza, sin temas tabú, y cara a cara. "La ética no se maneja desde una oficina, sino en el terreno", sostuvo Lulin.

En diálogo con El Empresario, Lulin habló sobre cómo la ética impacta en el negocio cosmético. "Cuando nos enfrentamos a un problema ético o discrecional hay cuatro principios —integridad, respeto, valentía y transparencia— que nos ayudan a decidir", señaló.

¿Cuáles son los principales retos que enfrenta la industria cosmética en temas de ética?

Son los mismos que involucran a los productos de consumo masivo: la sinceridad en la publicidad, en los rendimientos, la transparencia, el respeto a los consumidores en la imagen que reflejamos.

Dijo sinceridad. ¿Cuánto se ha avanzado en ese aspecto en una industria criticada muchas veces por sus avisos publicitarios?

Estoy convencido de que se han hecho avances importantes, para eso también está el contralor que establece los límites y las reglas de juego. La evolución es muy positiva pero no ha terminado.

¿Se requiere mayor regulación?

Soy fanático de la autorregulación.

¿De qué forma los principios éticos influyen en las ventas?

Lo que vemos es que las empresas que tienen serios problemas de ética tienden a desaparecer poco a poco, pero esto no es una gran novedad, la rapidez con que lo hacen sí lo es.

¿Cómo se fomentan los valores en su empresa?

El mejor alimento para la ética no es el miedo, que implica una visión pesimista del mundo y de la humanidad; lo que hace que tengamos una manera de desenvolvernos proactiva es la convicción. Pensamos que no se trata de no hacer lo que está mal, se trata de hacer lo que está bien.

¿Qué aspectos constituyen la cultura ética de la compañía?

Para L’Oréal, la particularidad es fomentar una política de adhesión a valores comunes, siguiendo una lógica de confianza. No buscamos desarrollar la obediencia sino la inteligencia ante las cosas. No tratamos de desarrollar la conformidad, L’Oréal es una empresa creativa, emprendedora, con pasión.

¿Qué importancia tiene América Latina para L’Oréal?

Le puedo contestar desde el punto de vista de la ética, que es mi área. Uno de los objetivos estratégicos fijados por nuestro CEO es el de conquistar 1.000 millones de nuevos consumidores en los años venideros. Esos consumidores van a venir en una parte fundamental de nuevas economías y países emergentes como los de América Latina. ¿Qué tiene que ver esto con la ética? Tiene que ver con que los países emergentes se enfrentan muchas veces a dos desafíos: el primero se relaciona con el respeto a los derechos humanos y el segundo, con las prácticas de negocios y la corrupción. Es fundamental para nosotros desarrollar la conciencia y poner manos a la obra en estos temas y en las buenas prácticas. Cada persona en la empresa sabe que tenemos tolerancia cero a la corrupción, el acoso sexual y moral.

¿Qué costo paga una empresa cuando falla en el cumplimiento de sus principios éticos?

Se pierde la confianza del consumidor pero también la de los proveedores, los stakeholders, los colaboradores. Seguramente sea el activo más frágil de todos. Por eso tratamos de desarrollar una cultura de calidad que permita cultivar la confianza. La calidad de una cultura corporativa no se ve en las cuentas y sin embargo es uno de los activos más importantes. Para mí, lo que importa más es lo que no encontramos en las cuentas.

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Lulin. El objetivo a futuro es sumar 1.000 millones de nuevos consumidores. (Foto: Leonardo Carreño)

EmpresasDiego Ferreira | [email protected]

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