El sistema alerta cuando un empleado está en peligro e informa su ubicación para ser rescatado.
Tener que atender a pacientes por heridas provocadas en el trabajo motivó al médico Leonardo García a buscar una solución preventiva.
Por su parte, su amigo Gabriel Pereira contaba con experiencia en el rubro por desempeñarse como asistente técnico en CSI Ingenieros. Uno veía el problema desde adentro y otro sus consecuencias. Del interés de ambos por reducir los accidentes laborales nació Seglico.
Creado en 2015, este sistema preventivo tiene dos líneas de negocios: un software para gestionar las tareas diarias de los técnicos prevencionistas; y sensores en los elementos de protección personal para controlar su utilización y saber la locación exacta de sus empleados.
Seglico funciona con un dispositivo que se parece al antiguo «viper», aparato muy popular entre los profesionales de la salud, que se conecta a través de bluetooth con los sensores de su equipamiento y con el móvil del personal responsable.
Pereira graficó el sistema con uno de los accidentes más comunes en el rubro: heridas en los ojos por no usar los lentes de protección. «Los individuos que trabajan en un laboratorio deben usarlos. Si por un motivo se los sacan, y permanecen sin ellos por unos minutos, en primera instancia se dispara una alerta al implicado. Si la situación no es corregida a la brevedad, se envía una notificación al dispositivo móvil del prevencionista», reveló.
Esta es una de las situaciones que contempla el sistema. Por otro lado, en el caso de que un trabajador tenga un accidente, puede tocar el «botón de pánico», alerta que le llega instantáneamente al encargado con su posición para ser rescatado.
Automatizar el proceso
Inspeccionar que una empresa respete todas las normas de seguridad es una tarea que se registra con papel y lápiz. Seglico ofrece una herramienta para automatizarla, por ejemplo, en un programa de computadora con un «check list». Así se evita el paso de tener que trasladar los datos a un Excel al llegar a la oficina, graficó Pereira.
«El software intenta mejorar la productividad. En vez de estar horas y horas procesando datos, los técnicos pueden aprovechar ese tiempo para dedicarlo a otra cosa. A su vez, Seglico ayuda a tomar mejores decisiones con datos y estadísticas que se obtienen muy rápido», explicó.
La empresa recibió apoyo de la Fundación Julio Ricaldoni, se incubó en Ingenio y aceleró en una de las empresas más innovadoras de América Latina, Startup Chile. En la actualidad, comercializa el uso de su software a un costo mensual y, a pedido del mercado local, evalúa venderlo como una licencia, con un pago único.
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