Solo un 35% de los montevideanos ha escuchado hablar alguna vez sobre el alcalde de su municipio. Esto contrasta con la realidad de localidades del interior de Uruguay, en donde el conocimiento supera el 78%.

Respecto al impacto percibido como consecuencia de la implementación del tercer nivel de gobierno, es decir de los municipios, las opiniones son divergentes. La población se divide en proporciones similares entre quienes consideran que hubo cambios y quienes no los advierten. En promedio, los ciudadanos consideran que los servicios son "muy buenos" o "buenos" en un 47%. Un porcentaje idéntico establece que resultan "ni buenos ni malos", y son "muy malos" o "malos".

Las demandas y expectativas se revelan muy diferenciadas según la cantidad de gente que reside en jurisdicción de un municipio. La población que vive en localidades con menos de 20.000 habitantes evalúa con mayor aprobación la gestión municipal, a diferencia de quienes viven en zonas de mayor población.

Un 24% ha solicitado ayuda o presentado algún reclamo en el último año ante alguna oficina, funcionario o concejal del Municipio de su zona.

Las personas de 30 a 64 años son quienes más se han vinculado. Considerando el total de reclamantes, la mitad dice que su problema no fue resuelto. En relación a la concurrencia a los municipios, prácticamente la mitad de los ciudadanos lo ha hecho alguna vez en su vida, pero el porcentaje varía en función del tramo etario de la población y del tipo de localidad en el que reside.

En las pequeñas o medianas localidades recurrió a los servicios de los municipios un 70%, mientras que en Montevideo se registra la cantidad más baja: un 41%.

Para los residentes de las localidades muy pequeñas del interior, el servicio de saneamiento en primer lugar, y luego el de mantenimiento y pavimentación de la red vial, deberían ser asumidos por los municipios.

En las grandes localidades aumenta en cambio el porcentaje de personas que señalan la necesidad de mayor injerencia en el mantenimiento y mejora de parques, plazas y otras áreas verdes. De todos modos, el 43% de la población afirma que no hay ningún servicio que los municipios deberían brindar de forma adicional a los que resultan provistos hoy.

En el caso de la implementación de presupuestos participativos, hay un porcentaje relevante de ciudadanos, un 23%, que no sabe que están en la órbita de los municipios.

Si se analiza en función del tipo de localidad, se observa que en el caso de los montevideanos, el saneamiento es el factor que recibe mayor satisfacción (73%).

En las localidades más pequeñas, de 1.000 a 5.000 habitantes, las escuelas y liceos públicos se encuentran en primer lugar (77%).

El informe del Observatorio Territorio Uruguay sobre la percepción ciudadana acerca del desarrollo del trabajo de los municipios utiliza como metodología una Encuesta Nacional de Opinión Pública de fines de 2014 y principios de 2015.

Actualmente, en todo el país, un 71% de la población vive en zonas que pertenecen territorialmente a un municipio. Esta proporción es significativamente diferente en zonas rurales del Uruguay, donde tan solo el 47% vive en zonas que pertenecen a un municipio. Estas diferencias responden a la decisión de cada departamento para implementar el tercer nivel de gobierno. Montevideo, Canelones y Maldonado dividieron el 100% de su territorio en municipios. En el otro extremo, de mínima municipalización, está Flores con un solo municipio, que abarca el 4% de la población. Otros departamentos, como Salto o Paysandú, si bien cubrieron buena parte de su territorio con municipios, incluyen bajo porcentaje de población ya que no los han definido para sus capitales. En áreas rurales y localidades pequeñas, sólo el 34% sabe que reside en jurisdicción de un municipio; en localidades grandes del interior, sólo el 37% declara que su paraje pertenece a un municipio.

en Montevideo solo 35% oyó hablar de su alcalde