Dos intentaron ingresar a Uruguay; un turco estuvo cinco horas en Colonia y es buscado.
El jueves 3 de diciembre dos sirios intentaron ingresar a Uruguay a través de Colonia con pasaportes robados en Grecia, en los que mantuvieron la identidad original y agregaron su foto. Fueron detenidos en el Puerto de Buenos Aires. Ese mismo día, un ciudadano turco que estaba con ellos cruzó hacia Uruguay, estuvo cinco horas en Carmelo y regresó a Buenos Aires. "No sé con quién estoy tratando, y no tengo datos objetivos como para determinar cuál era la agenda que iban a cumplir en Uruguay", dijo ayer a El País el juez argentino Luis Osvaldo Rodríguez. Ese jueves, según informó en su momento el diario La Nación, el magistrado allanó un hotel céntrico de Buenos Aires y detuvo a cuatro adultos y un menor de 14 años. De los siete, tres mujeres son iraquíes y el resto hombres sirios. El juez también pidió captura para el turco Ibrahim Dehioglu, quien posee pasaporte de su país, y dio intervención a la Agencia Federal de Inteligencia.
Interpol en Uruguay fue enterada y está alerta, confirmaron a El País fuentes oficiales. "Este es un caso que estamos siguiendo. También tenemos alertas por el trasiego de personas con pasaportes griegos falsificados. Es preocupante", dijeron a El País autoridades del gobierno. Hace quince días, ciudadanos sirios portando pasaportes robados en Grecia fueron detenidos en Honduras (cinco), Paraguay (uno) y Costa Rica (uno).
Ariel Gelblung, representante para América Latina del Centro Simon Wiesenthal, cuya sede está en Argentina, dijo a El País que ninguna de estas situaciones puede analizarse en forma aislada, y exhortó a los gobiernos de los países de la región a evaluar los casos en conjunto. "Es gente que está llegando en forma irregular cuando podría hacerlo abiertamente. Debemos estar muy atentos a esto. Los dos sirios que quisieron cruzar a Colonia demuestran que Uruguay forma parte de este circuito. Estos dos no cruzaron, pero ¿podemos asegurar que no hubo otros que sí lo hicieron?", se preguntó (Ver nota aparte).
Siria e Irak.
El 3 de este mes, próximo al mediodía, un hombre y una mujer, ambos con apariencia árabe, se presentaron ante el puesto de Migración ubicado en la dársena sur del Puerto de Buenos Aires. Entregaron sus pasaportes griegos y los pasajes adquiridos para partir a las 12.30 horas hacia Carmelo y regresar a Buenos Aires ese mismo día en la frecuencia de las 20.45 horas. Las autoridades migratorias sospecharon de la situación. Confirmaron que los pasaportes en los que aparecían sus fotos eran falsos, dieron aviso a la Prefectura y fueron detenidos. Horas después, y a partir de información que estaba en poder de ambas personas, el juez Luis Rodríguez allanó un hotel y detuvo a cinco personas más. En total, tres hombres y un menor de origen sirio y tres mujeres iraquíes.
"Los dos primeros iban a cruzar a Colonia pero no sabemos el motivo. Ellos dicen que tenían que acompañar a una persona que los había hecho ingresar a Argentina desde Río de Janeiro. Se trata del ciudadano turco", explicó Rodríguez. El grupo de sirios e iraquíes viajó desde Siria hacia Turquía, y desde allí a Brasil. Ingresaron a la Argentina a mediados de noviembre, y estuvieron alojados en dos hoteles céntricos.
El ciudadano turco los acompañó siempre, según pudieron confirmar las fuerzas federales de seguridad.
En un limbo.
Los detenidos declararon ante la Justicia que son refugiados que huyen de la guerra en su país. "No sé con quién estoy tratando. He encontrado vallas insalvables. Las mujeres hablan kurdo, tuvimos que buscar un traductor y eso se concretó recién en la noche del sábado. Fehacientemente no sabemos mucho más que la identidad que ahora ellos dicen que es la verdadera. Pero Irak no tiene representación en Argentina, entonces tuvimos que recurrir a Cancillería para hacer la gestión a través de la sede diplomática argentina en Siria. Debemos determinar si esa identidad iraquí es verdadera. Algo similar ocurre con los sirios. La embajada de Siria en Argentina no quiso tomar intervención porque no están fehacientemente identificados como ciudadanos de ese país. Estamos en un limbo", dijo el magistrado argentino a El País.
Rodríguez dijo que no descarta ninguna hipótesis. Se presume que podría tratarse de una organización regional, de la que forma parte el ciudadano turco, dedicada a traficar a personas que huyen de la guerra en su país. No obstante, fuentes consultadas por El País precisaron que en este caso "nada puede descartarse, ni siquiera otras conductas ilícitas que podrían resultar superadoras y más graves que la primera hipótesis".
Rodríguez negó el pedido de excarcelación y mantiene a los detenidos bajo arresto. "Para mí es importante saber si son quienes dicen ser", explicó.
Preocupante.
Fuentes del Ministerio del Interior consultadas por El País explicaron que la situación de las migraciones es preocupante y grave, y que en Uruguay "será necesario endurecer" las políticas porque "hay un fenómeno que se extiende por toda la región y nos va a alcanzar".
Las autoridades quedaron en alerta permanente desde febrero de este año cuando grupos de ciudadanos sirios pasaron por el Aeropuerto de Carrasco con pasaportes israelíes falsificados. Un primer grupo de diez personas superó los controles y llegó a España. Tres días después, siete sirios, también con pasaportes apócrifos, llegaron desde Río de Janeiro e intentaron seguir viaje hacia España. Fueron detectados por migración y las autoridades resolvieron devolverlos a Brasil.
El 16 de junio, otros dos ciudadanos sirios junto a un menor ingresaron al país por la aduana del Chuy presentando sus pasaportes brasileños. Al momento de comprar pasajes en el Aeropuerto de Carrasco para viajar a Alemania fueron detenidos y se comprobó que los documentos eran falsos. Los adultos fueron procesados con prisión y el menor enviado a un centro del Inau. Semanas después, mediante el pago de una fianza, los adultos recobraron la libertad.
"Debemos estar muy atentos a este tipo de situaciones. La política en Uruguay es muy benévola con quienes dicen ser refugiados y está bien que así sea. Pero los países también deben reservarse el derecho a velar por la seguridad interna y asegurarse que quienes llegan lo hacen en una situación de vulnerabilidad y para buscarse un futuro y no para cometer delitos", dijeron a El País fuentes del Ministerio del Interior.
"Esto se ha planificado muy bien, no son hechos aislados".
La sucesión de casos en la región de ciudadanos sirios con pasaportes falsificados puso en alerta a la oficina para América Latina del Centro Simon Wiesenthal, con sede en Buenos Aires, una organización no gubernamental dedicada al control y la lucha contra el antisemitismo. "Son muchos casos los que se han dado en pocos días. Los dos sirios que quisieron cruzar a Uruguay, los cinco detenidos en un hotel céntrico, los arrestados en Honduras, el otro sirio en Paraguay. Los países de la región no pueden ver esto como casos aislados. Esto se ha planificado muy bien. Los países deben trabajar en conjunto estos hechos, nosotros hacemos el alerta. Si cada país mira cada uno de estos casos en forma aislada van a pasar desapercibidos. Creemos que se deben aunar esfuerzos para saber qué está pasando", dijo a El País Ariel Gelblung, representante para América Latina del Centro Simon Wiesenthal. Gelblung invitó a preguntarse: "si aparecen todos estos casos, ¿cuántos serán los que no se detectan? Si se agarró a los sirios antes de cruzar a Uruguay, ¿no habrá otros que sí pasaron?".
Aclaró que no está en contra de los refugiados. "Hay gente que la está pasando muy mal y en muchos países les abren las puertas. Estos casos no son como los de quienes llegaron a Uruguay como refugiados. Esta es gente que podría llegar abiertamente y sin embargo lo está haciendo de forma irregular, y hay que preguntarse la razón. Este no es un tema de la colectividad judía en particular, es un tema que nos involucra a todos", sostuvo.
El Centro Simon Wiesenthal envió una carta al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para que alerte a los países miembros de la situación. Allí señala que el hotel donde fueron arrestados los cinco sirios en Buenos Aires pertenece a empresarios judíos, y allí se llevan a cabo celebraciones de la comunidad. Y pide a Almagro que convoque a una reunión extraordinaria de sus 35 miembros para "combatir el despertar del terrorismo de Medio Oriente". Gelblung recordó que el asesinado fiscal argentino, Alberto Nissman, había alertado sobre la presencia de "células dormidas" del terrorismo en varios países de América Latina.
LOS CASOS QUE PREOCUPAN.
Cinco sirios querían ir a EE.UU.
El caso de los cinco sirios detenidos en Honduras provocó un revuelo en ese país. No obstante, las autoridades aclararon que no pudieron vincularlos con ninguna organización terrorista. Poseían pasaportes griegos que falsificaron al adosarles sus fotos. Una vez en Tegucigalpa volarían a la ciudad de San Pedro Sula, desde donde se supone que intentarían viajar ilegalmente hacia Estados Unidos, informaron las autoridades hondureñas.
Tráfico de personas y terrorismo.
Pequeños grupos, sin niños y siempre acompañados por alguna persona que no habla su idioma. Las autoridades de Migración e Interpol consideran que esas son las características de quienes son traficados por organizaciones criminales, en algunos casos con fines de prostitución o explotación laboral. El caso de los sirios cierra con esta hipótesis. No obstante, las autoridades afirman que "hoy en día deben extremarse los cuidados, el terrorismo es una realidad".
Peligro de la venta de pasaportes.
El ciudadano sirio que a mediados de noviembre fue detenido en Paraguay con pasaporte griego, al que había adulterado, fue investigado para determinar si tenía nexo con grupos terroristas. Migración de ese país alertó que las organizaciones que venden pasaportes a presuntos refugiados, también pueden hacerlo con terroristas. Estaba vinculado con los sirios que cayeron en Honduras y también quería llegar a Estados Unidos.
Intensifican el control migratorio.
Esta semana El País informó que el año próximo la Dirección de Migraciones incorporará nuevos sistemas para controlar a pasajeros que llegan al país. El sistema permite compartir información de viajeros con más de cincuenta países sobre de viajeros. Los datos comienzan a fluir desde el momento en que compran el pasaje, e incluyen reservas de hotel o vehículos. Uruguay inició un proceso para reforzar la seguridad de sus fronteras.
documentos robados en Grecia, mantuvieron identidad y agregaron su foto