Denunciaron a una empresa fabricante de grasas comestibles.
El gobierno entiende que ha logrado estabilizar la contaminación en el río Santa Lucía y que las empresas industriales que vierten sus efluentes en ese curso de agua de 250 kilómetros de extensión, clave para el abastecimiento de la zona metropolitana, en términos generales están cumpliendo ahora con la normativa ambiental.
De todas formas, la Asamblea por el Agua del río Santa Lucía denuncia que el río sigue bajo la misma presión que llevó a que el gobierno marcara en 2015 como prioridad la mejora de sus indicadores de contaminación. De hecho, una investigación en febrero de esta organización demostró que una empresa fabricante de grasas comestibles vertía grasa a la cañada "de los Hornos" que desemboca en el río en la propia ciudad de Santa Lucía. Como consecuencia de la denuncia, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) y la intendencia de Canelones sancionaron a la empresa.
Marcos Umpiérrez, integrante de esta organización, dijo a El País que "alguien nos avisó, fuimos y pudimos recabar las pruebas, pero la empresa tenía denuncias desde 2007 y las instituciones encargadas de eso todavía no lo habían detectado". La organización encargó un estudio al laboratorio Ecotech de Montevideo que detectó que los efluentes mostraban un nivel de concentración superior a lo permitido en cuatro parámetros: aceites y grasas, sólidos suspendidos, fósforo y amonio". Umpiérrez explicó que la industria no había sido individuali-zada como una de las empre-sas que podían generar problemas ambientales por parte de los organismos estatales involucrados.
Leonardo Herou, director de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones, destacó sin embargo a El País que la comuna y la Dinama reaccionaron con rapidez y que ya se le dio un plazo a la empresa para que regularice su situación.
El director nacional de Ambiente, Alejandro Nario, dijo a El País que, en términos generales, "las series históricas estarían dando que la concentración de nutrientes (en el río Santa Lucía) estaría llegando a un valor de meseta".
"Para ser concluyente, hay que seguir monitoreando. Son series de largo plazo que están impactadas por los regímenes hidráulicos, las lluvias y el avance de las cosechas", señaló. Pero Nario parece estar más tranquilo que en enero de 2015 cuando, antes de asumir su cargo, dijo a El País que "se encienden luces amarillas sobre el río Santa Lucía" y advirtió que sin medidas drásticas "en 5 o 10 años las cosas se van a complicar".
El funcionario aseguró que "la respuesta del sector industrial fue muy buena, se invirtieron más de US$ 30 millones, se hicieron plantas (de tratamiento) de primer nivel mundial". "Son sistemas de tratamiento que Uruguay no estaba acostumbrado a tener", señaló. "El Santa Lucía no ha vuelto a tener problemas. La OSE se ha preparado", tranquiliza.
RÍO SANTA LUCÍA