Premian la obra del escritor Diego Fischer, que será llevada a la televisión.
El escritor y periodista de esta casa Diego Fischer obtuvo el Libro de Oro 2016 por su obra Carlota Ferreira. Retrato de una mujer que se inventó. La publicación resultó ser la más vendida (superó los 10.500 ejemplares) en la categoría no ficción de autor nacional. Por su parte, el ingeniero Ruperto Long logró el Libro de Oro en ficción por La niña que veía los trenes partir (6.000 ejemplares vendidos); mientras que Susana Olando obtuvo el Libro de Oro en la categoría infantil por Los patos no tienen ombligo (4.500 ejemplares). Las tres obras nacionales premiadas fueron publicadas por la editorial Penguin Random House.
Los galardones se entregaron la noche del viernes último por la Cámara Uruguaya del Libro. La ceremonia se celebró en la sala Delmira Agustini del Teatro Solís, a la que asistieron autoridades nacionales, representantes de las editoriales, autores y los llamados Legionarios del Libro, personas a las que la Cámara reconoce por su apoyo y difusión a la literatura.
El director uruguayo Federico Veiroj y la guionista también compatriota Inés Bortagharay, vienen trabajando en la adaptación del libro de Fischer en una serie de TV. El proyecto se encuentra en sus etapas iniciales y contaría entre 8 y 11 capítulos. Según pudo saber El País, Veiroj no descarta realizar un ciclo de series sobre otros libros de Fischer que tienen como protagonistas a mujeres uruguayas.
Multipremiado.
En el caso de Fischer, es el tercer Libro de Oro que obtiene. Las dos veces anteriores fueron por Al encuentro de las Tres Marías, la biografía de Juana de Ibarbourou en 2009, y en 2014 por Serás mía o de nadie, sobre la verdadera muerte de Delmira Agustini.
En Carlota Ferreira. Retrato de una mujer que se inventó, el autor no solo descubre la verdadera identidad de la mujer que magistralmente pintó Juan Manuel Blanes, sino que —a través de una profunda investigación periodística— descubre a un personaje que se conocía a través de la leyenda.
Muestra también a Blanes y no al pintor de la patria. Un artista cuyo talento, si bien no desconoce, lo despojada de oropeles y no oculta sus miserias y sombras. Según el autor, las cartas y papeles sobre Blanes suman centenares, al igual que los documentos sobre la mujer que conocemos como Carlota son también voluminosos.
Investigación.
Fischer realizó una pesquisa no solo en Montevideo, sino también en Salto, Buenos Aires y Concepción del Uruguay. En el prólogo de libro destaca que varias veces tuvo la sensación de que "desde el lienzo, esa matrona de gesto altivo estuviera sembrando de acertijos su trabajo" y "se divirtiese probando cuán lejos estaba dispuesto a llegar para saber a ciencia cierta quién fue, qué fue antes de convertirse en un ícono de la pintura uruguaya y qué se hizo de ella cuando el retratista dio por terminado su trabajo".
Según el autor, las cartas y papeles sobre Blanes suman centenares; al igual que los documentos sobre la mujer que conocemos como Carlota Ferreira, que son también voluminosos. Estudiarlos, analizarlos y cruzar la información que allí se revela con otras fuentes permitió que el libro pudiera materializarse. Aunque parece una novela, Carlota Ferreira es una historia en la que el lector se coloca frente a una trama real, sobre ambiciones desenfrenadas y hasta sórdidas, incluso con ribetes policiales. No es una historia de amor.
El libro es, además, la historia de una persona que fue pintada dos veces por Blanes. La primera vez la mostró de cuerpo entero; la segunda, descubrió su alma.
Según el autor, "gracias a esos cuadros supimos de ella y de las leyendas que la siguen rodeando. El libro, permite al lector descubrir su periplo de vida, sus ambiciones y las razones que llevaron a Carlota Ferreira a inventarse".
PREMIOS A ESCRITORES NACIONALES