Pide que se adapte el canon al nuevo modelo de negocio.
Por segunda vez en dos años, el Casino Carrasco enviará a decenas de empleados al seguro de paro. En 2014 fueron 74, que se fueron retomando después, y ahora serán 65, pero con un destino incierto.
La primera vez el motivo fue la baja ocupación del casino, que la empresa logró revertir con un cambio en el modelo de negocio: al igual que otras salas de juego del mundo, apuntó a los clientes VIP, aquellos que llegan del exterior por decenas durante un fin de semana, reciben hospedaje y otras atenciones y dejan miles de dólares en las mesas de paño.
Pero este cambio no se ajusta a la letra del pliego de la licitación. El casino no siempre cobra al contado lo que gastan sus clientes, pero la Intendencia toma como "ingresos" esos montos, lo cual impacta en el canon variable que la empresa debe pagar mensualmente.
El casino tiene actualmente 200 empleados y otros 152 trabajan en el hotel, por lo cual el envío de trabajadores al seguro de desempleo comprende a la tercera parte de la plantilla de la sala de juegos. Por el momento, la medida no abarcará al personal del hotel, aseguró ayer a El País su gerente general, Ignacio García.
Recientemente, la Intendencia de Montevideo rechazó un recurso de reposición interpuesto por el concesionario, al que a comienzos de abril intimó a que le pague una deuda acumulada de más de US$ 1.300.000. Al margen de esto, el intendente Daniel Martínez envió una propuesta de revisión del canon a la Junta Departamental, la que a su vez derivó el expediente al Tribunal de Cuentas, para su estudio.
De acuerdo a la impugnación presentada por la empresa, los "ingresos" que deben ser tomados en cuenta para el pago del canon no incluyen las ventas a crédito o la nueva modalidad de juego implementada para clientes VIP, "que no es más que una forma de financiamiento o la concesión de una línea de crédito que el casino ofrece al cliente para la adquisición de fichas en base al monto apostado, mediante la suscripción de un título de valor".
La IMM respondió que estas herramientas son utilizadas por el Hotel Casino Carrasco "a efectos de atraer su clientela", pero que "no tienen relación" con el pago que debe hacerse de acuerdo al pliego del llamado a licitación.
No va más.
El gerente del Hotel Casino Carrasco indicó que "la compañía busca por lo menos tener un punto de equilibrio, no perder" y que los accionistas dejen de seguir enviando desde el exterior más de US$ 1 millón, que hoy llegan cada mes para cubrir las obligaciones del complejo y el pago de la deuda financiera.
En este sentido, el director de Finanzas de la empresa, Manuel Alonso, aseguró ayer a El País que "hay un déficit operativo que se podría superar logrando un equilibrio del canon y tomando otras medidas".
"Lo que hicimos (al tomar la decisión de enviar personal al seguro de paro) fue adecuar la oferta a la demanda que existe en el casino", sostuvo Alonso.
En tanto, García explicó que la empresa venía haciendo "dos eventos por mes" para apostadores VIP que generaban una ocupación hotelera del 100% durante fines de semana en los que llegaban 70 u 80 jugadores.
"La ocupación de la sala VIP probablemente alcanzaba al 90%. La parte de los slots llega al 50% los fines de semana y entre semana al 20%", precisó.
La ocupación del hotel se sitúa actualmente en un 55% (no ha mejorado demasiado en los últimos dos años) y no se puede recortar su plantilla porque del personal depende la excelencia de los servicios.
Consultado sobre si la empresa podría ir a concordato, en caso que no se atiendan sus reclamos, García desestimó esa posibilidad. "Que la empresa vaya a concordato no es una decisión nuestra, de los que estamos aquí en Uruguay. Sería una decisión bastante seria que tomarían los accionistas, que han aportado financieramente a la empresa desde el inicio de la concesión. Nosotros seguimos cumpliendo el resto de las obligaciones que tenemos aquí, con los bancos, con financiamiento externo y la parte local de los empleados. En esta instancia no se nos pasa por la cabeza el concordato", destacó.
MÁS GASTOS.
En el Hotel Casino Carrasco se vive una vida 5 estrellas. Y ello incluye desde las habitaciones hasta lo que se le paga al jardinero.
Cada mes tiene una cuenta de luz de US$ 70.000 y paga otros US$ 80.000 de mantenimiento del edificio. Lavar las veredas con una hidrolavadora y emprolijar el jardín le cuestan otros US$ 20.000 cada 30 días.
Aunque su nivel de ocupación se ha mantenido estable, sus gastos han aumentado. Este 2016, por tratarse del cuarto año de operación, el canon fijo pasó de US$ 210.000 a US$ 420.000 por mes. "También hemos pedido una prórroga en el pago de ese incremento", explicó el director de Finanzas.
El gerente general dijo que le propuso a la Intendencia hacer más restaurantes y un centro de convenciones, que Montevideo necesita. Pero "lo de los restaurante se concretará si se readecúa la ecuación financiera", advirtió. Y agregó: "Si no atienden nuestro pedido, trataremos de sustentarnos con la gente local. Pero hoy que conozco bien a Montevideo (García es español y se encuentra en Uruguay desde 2014) puedo decir que eso es un absurdo".
Cuando llegó al país, la ocupación del casino Carrasco era de tan solo 17%, al punto que había ocasiones en la que la sala de juego tenía más empleados que apostadores.
Arcas municipales.
Durante 2015 la Intendencia esperaba recaudar casi US$ 11 millones por el canon que le paga el Casino Carrasco, pero recibió US$ 7,6 millones, es decir más de US$ 3.000.000 menos, según se desprende del Balance de Ejecución Presupuestal de la comuna. García dijo a El País que en uno de los meses del año pasado se llegó a pagar un canon de US$ 1.300.000.
El director de Casinos de la IMM, Hugo Gandoglia, dijo en julio a El País que el desfasaje en las utilidades del Casino Carrasco guarda relación "fundamentalmente con la previsión que hicieron los concesionarios, que preveían resultados superiores". "Obviamente que el reclamo por el canon también tiene relación con esto", agregó el funcionario.
RELACIONAMIENTO
Intendencia por ahora no atendió el reclamo
Aunque el planteo del Sofitel Montevideo Casino Carrasco & Spa se encuentra a estudio del Tribunal de Cuentas, la posibilidad de que se haga lugar al mismo depende más de una decisión política que de una valoración técnica o jurídica. De hecho, los fallos del organismo no son vinculantes y frecuentemente son de- soídos por la Intendencia.
Hasta el momento, la comuna ha sostenido que el nuevo modelo de negocio del concesionario funciona "a efectos de atraer su clientela", pero "no tienen relación" con el pago que debe hacerse de acuerdo al pliego del llamado a licitación, "por lo que una vez perfeccionada la venta de fichas, el importe de tal venta es el que ha de computarse mes a mes a efectos del cálculo (…) con prescindencia de la fecha en la que la concesionaria reciba efectivamente el pago de parte del cliente o del tercero que actúe como sujeto titular del crédito concedido para la adquisición de las fichas".
La administración municipal entiende que la venta de fichas constituye un negocio jurídico entre el casino y el cliente, "que se perfecciona con el acuerdo de voluntades entre ambos: el apostador acepta el precio y al abonarlo, mediante la forma de pago habilitada por el casino (contado o crédito) recibe las fichas y queda habilitado para utilizarlas en los juegos". Según la IMM, "esta relación jurídica vincula exclusivamente al casino con su cliente y es un negocio en el que la administración resulta ser un tercero ajeno a este. Las herramientas comerciales que utilice la empresa con el propósito de atraer o fidelizar su clientela resultan totalmente ajenas a la relación concesionaria-Intendencia".
En abril, el intendente Martínez resolvió intimar al Carrasco por el incumplimiento del canon de vencimiento anual, cuyo plazo de pago había vencido el 7 de marzo. La Intendencia sostuvo entonces que el monto del pasivo ascendía a $ 44.700.040 (algo más de US$ 1.300.000), cifra que ya se había incrementado por adeudos generados en los meses de enero y febrero.
La intimación y los plazos de pago están previstos en el pliego del llamado a licitación, por el cual fue adjudicado el hotel en junio de 2009. El concesionario recuperó el histórico edificio de la rambla, que se encontraba literalmente abandonado, a un costo de varios millones de dólares más de lo que tenía previsto.
SITUACIÓN FINANCIERA DEL SOFITEL