El muermo, la enfermedad infecciosa mortal que afecta a los caballos y puede alcanzar al ser humano, preocupa al mundo del turf y de los deportes ecuestres. La peste fue detectada cerca de la frontera con Brasil. Técnicos especializados estudian si un caballo ingresado al país de contrabando contrajo la enfermedad.
La Asociación de Criadores del Caballo de Carrera (ACC) salió a reclamar "el cierre inmediato de las fronteras del país para el ingreso de animales de la raza equina, cualquiera ella sea, hasta tanto la situación sanitaria de nuestros vecinos sea debidamente aclarada".
También piden a las autoridades que "no se permita el ingreso al país de ningún equino que no cumpla cuarentena en Uruguay, en establecimiento especialmente destinado a ese fin y con el protocolo de control sanitario más exigente."
En lo que va de 2015 la Asociación ha solicitado a las autoridades sanitarias la instalación de cuarentenarios, en la frontera litoral oeste y norte. El costo de las estructuras y su gerencimiento estarían a cargo de los criadores bajo las normas que imponga el MGAP.
En su comunicado, los criadores explican que sería "una forma de asociación de lo público con lo privado, dirigida a un fin de preservación del país, antes de que sea demasiado tarde, evitando la absurda situación actual en que las cuarentenas es habitual que se realicen en los propios establecimiento de destino de los animales importados".
Temor.
La extensa frontera seca entre Brasil y Uruguay aumenta el riesgo de contagio por las reducidas posibilidades de vigilancia física. Un caso reciente de contrabando alarmó a la Policía y a los técnicos del Ministerio de Ganadería.
El 22 de agosto la Brigada de Prevención del Abigeato (Bepra) de Rivera detuvo un camión que transportaba nueve equinos indocumentados.
A partir de la información recabada durante el operativo, los efectivos riverenses se trasladaron a un establecimiento rural situado a 7 kilómetros de la ciudad de Artigas.
Allí constataron la presencia de otros caballos indocumentados, uno de ellos, enfermo. El establecimiento está intervenido y pasó a la órbita de Sanidad Animal del MGAP que ahora deberá determinar la enfermedad que padece ese equino.
Desfile.
La confimación de la presencia del virus en la frontera y el anuncio de que se realizaría el desfile tradicionalista del 25 de agosto, llevó a que la Comisión Departamental de Salud Animal de Rivera solicitara a Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, la prohibición de toda aglomeración de equinos en la zona.
Sin embargo, la repartición estatal se negó a prohibir el desfile y se limitó a "recomendar" la no realización de "eventos de concentración de caballos en el territorio nacional, en un radio aproximado de 50 kilómetros de la frontera con Brasil, por el término de 90 días".
Servicios Ganaderos confirmó, en un comunicado emitido el día 22 de agosto, que mantiene un "intercambio de información con las autoridades sanitarias del estado de Río Grande do Sul en relación a la situación de la enfermedad en la región y al riesgo inherente al contacto y aglomeración de equinos provenientes de diferentes áreas de la frontera con Brasil".
En mayo pasado, Chile debió aplicar el rifle sanitario a 36 caballos de carrera provenientes de Argentina. Chile había logrado erradicar la enfermedad.
No hay vacunas y el rifle sanitario es obligatorio.
La enfermedad del muermo es causada por la bacteria Burkholderia mallei. Puede ser contagiada por los animales a los seres humanos mediante contacto directo con los propios caballos u objetos infectados por ellos. Si no hay tratamiento, tiene una letalidad del 95%. De detectarse a tiempo, puede evitarse la muerte mediante severos tratamientos con elevadas dosis de antibióticos.
No existe una vacuna que pueda controlar la peste. Los animales a los que se les detecta la enfermedad deben ser sacrificados de inmediato, según las normas internacionales. Los síntomas del muermo en los seres humanos se evidencian por fiebre, transpiración, escalofríos, dolores de cabeza, y dolores en el cuerpo. También se pueden apreciar inflamaciones en la zona de ingreso de la bacteria.
Es una grave zoonosis que puede ser fatal para animales y seres humanos