Vázquez ordenó “acciones” concretas para mejorar la calidad del agua en el río Negro.
Los sillones eran de cuero pintado. Celestes. Combinaban con el color de la corbata que el presidente de la República, Tabaré Vázquez, eligió para toda la gira por Europa. El juego de living se completaba con cuatro piezas individuales. La jornada había sido larga y el mandatario quería descansar un rato antes de subir a la habitación del hotel. Unas horas antes se habían reunido con el número uno de UPM: el CEO de la finlandesa Jussi Pesonen.
En la tarde del lunes 13 de febrero, Vázquez salió del encuentro con la preocupación por el tren. Su desvelo por solucionar "el punto clave" para permitir la instalación de la segunda planta está encaminado. Ahora una de las claves del gobierno pasa por cuidar el plano ambiental, y minimizar al máximo el impacto de la mayor inversión extranjera en la historia del país. Por eso, la empresa se comprometió a garantizar los máximos estándares de control ambiental. Incluso más modernos que los ya aplicados para el primer proyecto en Fray Bentos.
"Lo que me desvela es el tren", dijo en aquella tarde de febrero el presidente sentado en los sillones del hotel junto a un grupo de colaboradores de su gobierno. Hizo una pausa. Sus acompañantes lo miraron. Volvió a pensar unos segundos y agregó: "Si arreglamos eso el resto se soluciona", dijo con su habitual tono casi de susurro.
El mandatario firmó un contrato de confidencialidad con la empresa tras el avance de las negociaciones. Sabe que el proyecto se concretará, pero no lo puede decir públicamente. Debe terminar de sellar el pacto y firmar el memorándum. Sin firma de contrato no hay segunda planta. Pero ese no es su desvelo.
Ahora el desvelo de Vázquez es otro. El jefe de Estado quiere que se activen todos los protocolos y controles de seguridad para evitar cuestionamientos, tanto del escenario político, como de organizaciones ambientales, señalaron a El País tres jerarcas del Ejecutivo.
La ministra de Vivienda y Medio Ambiente, Eneida De León, es la encargada de trabajar en el tema. Si bien aún se trabaja en el contrato o memorándum de entendimiento entre las partes, UPM y el gobierno tienen funcionando diferentes equipos de forma paralela para avanzar en el proyecto.
Por eso, en el Poder Ejecutivo y en la empresa finlandesa manejan estudios de impacto ambiental en diferentes planos. Uno de ellos es un estudio preliminar sobre el impacto de la planta de celulosa que se ubicará cercana a Paso de los Toros sobre el río Negro. Pero también manejan análisis de impacto ambiental y urbano sobre el nuevo sistema de ferrocarril que unirá a la fábrica con el Puerto de Montevideo. En las últimas semanas la firma finlandesa reactivó un llamado a licitación para un nuevo estudio de impacto ambiental por el ferrocarril.
En las negociaciones entre la empresa y el gobierno analizaron los estudios técnicos. "Fueron conversaciones demasiado especificas sobre tecnología, características de la fábrica, modelos de trabajo. Información puramente técnica que aportó la empresa y que también manejamos en el gobierno", dijo una fuente de gobierno a El País. El jerarca explicó que la Dirección Nacional de Medio Ambiente aportó la realidad actual del río Negro.
De las conversaciones surgió la conclusión que la nueva planta de UPM aportará una carga de fósforo de entre 2% y 3% de los niveles actuales que tiene el río negro. El resto del fósforo que tenga el caudal corresponderá a otros emprendimientos agropecuarios e industriales.
En el caso del río Uruguay la situación del agua ha sido muy controlada de forma binacional (Uruguay-Argentina). La planta de UPM instalada en Fray Bentos tiene permitido verter 74 kilos de fósforo por día al río Uruguay. En el caso de la otra planta de celulosa ubicada en Conchillas (Montes del Plata) el nivel de fósforo permitido de verter al caudal es de 140 kilos por día.
Con estas cifras los estudios oficiales muestran que UPM Fray Bentos aporta al río Uruguay el 0,01% del fósforo total que tiene el curso fluvial.
Sin embargo la situación en el río Negro es diferente, y la preocupación de las autoridades es mejorar los niveles de la calidad actual del agua. El tema fue conversado en una de las últimas reuniones del Consejo de Ministros.
El presidente Vázquez solicitó "estar atentos" y diseñar "acciones concretas" para mejorar la calidad del río.
La preocupación llevó a que el mandatario ordenase que la primera de las cadenas temáticas de radio y televisión fuese sobre el "agua como recurso".
Los estudios que maneja el gobierno y la empresa muestran que la calidad del río Negro es "buena", pero el nivel de nutrientes que las producciones industriales vierten al curso fluvial está creciendo "de forma rápida y la calidad está empeorando año a año".
Nitrógeno y fósforo son los principales elementos que tienden a aumentar en concentración en el agua, y provocan el crecimiento de plantas y algas marinas. La preocupación de las autoridades es que esa realidad ocasiona la pérdida de oxígeno en el agua, lo que impacta directamente en la vida de los peces y animales del río.
"UPM se comprometió a manejar los más altos estándares de control ambiental. Incluso serán más modernos y sofisticados que los existentes para las dos plantas que ya hay en el país. Son protocolos exigentes a nivel mundial, no solo local. Y eso también se conversó en la reunión en Helsinki de febrero", dijo a El País un jerarca de gobierno que prefirió no revelar su identidad por el acuerdo de confidencialidad que han firmado entre las partes.
Topolansky y la carta de dudas.
La senadora del Frente Amplio, y esposa del expresidente José Mujica, firmó una carta donde se alerta sobre los efectos ambientales que podría tener la segunda planta de UPM. Junto con ella otros 190 frenteamplistas adhirieron al texto con su firma. La petición está disponible en la página change.org.
El documento sostiene que: "la mejora de una infraestructura ferroviaria envejecida y obsoleta es la mejor alternativa para el desarrollo del sistema de transporte de cargas y pasajeros, siempre y cuando su trazado no contribuya a incrementar la fragmentación socio urbana del territorio afectado". Los firmantes exigen proteger el patrimonio, la Bahía de Montevideo y el paisaje portuario, así como la conectividad de la ciudad y el acceso al Puerto.
EL EJEMPLO EN EUROPA.
Aplicarán los mismos controles finlandeses.
En el tercer trimestre de 2017 estará pronta la planta de celulosa más grande de Finlandia. Se trata de la fábrica de Botnia (actualmente Metsa Fibre) ubicada en el lago Äänekoski. La inversión total es de 1,2 mil millones de euros, y su producción será similar a la prevista para la segunda planta que UPM pretende instalar en el centro del territorio uruguayo.
Ese lago recibe afluentes de unas 530.000 toneladas de celulosa. El caudal del río es de 75 m3 por segundo. Bastante más bajo al caudal promedio del río Negro donde se instalará el nuevo proyecto de UPM que es de 650m3 por segundo.
El Äänekoski desemboca en el lago Päijänne que recibe afluentes residuales de más de 300.000 habitantes. Se trata del segundo mayor lago de Finlandia. El Instituto del Ambiente de Finlandia (SYKE por su sigla en finlandés) calificó la calidad de sus aguas como "excelente".
Ese lago suministra agua potable a más de un millón de habitantes en la capital Helsinki, y pueblos cercanos.
Los protocolos de control ambiental aplicados allí son los mismos que se realizaran en el río Negro una vez esté en funcionamiento la segunda planta de UPM. El ejemplo fue trasmitido por las autoridades de la empresa finlandesa al gobierno de Vázquez en las reuniones donde se conversó el tema ambiental.
Para el presidente Vázquez, el tema ambiental es central, incluso considerado hasta un tema personal. El mandatario comunicó a su equipo de trabajo que quiere evitar los problemas que le generó la instalación de la planta de UPM en Fray Bentos.
Este año se cumplen 10 años desde que se encendieron los motores de la fábrica. En aquel 2007 el gobierno del Frente Amplio debió enfrentar una dura represalia del gobierno argentino liderado por la familia Kirchner (Néstor y Cristina Fernández) que llevó a cortar los puentes binacionales de Fray Bentos y Paysandú afectando el turismo.
En agosto del año pasado, Vázquez dijo que el gobierno realizó "un análisis con la empresa teniendo en cuenta la gestión ambiental, la gestión de impacto social y el tema de infraestructura". Descartó problemas con Argentina, y dijo que conversó el tema con el presidente de ese país Mauricio Macri quien no puso reparos.
"Podremos avanzar con muchas menos dificultades que con la instalación de la primera planta donde pagamos precio a la inexperiencia", dijo en aquella conferencia de prensa.
EL OJO EN LO AMBIENTAL