En el Día Mundial de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, la Gerente
Comercial deRepública Microfinanzas explica el trabajo de la empresa en el sector.
Contribuir a la inclusión financiera en los sectores más vulnerables de la población es la misión de República Microfinanzas, una empresa de microcréditos que funciona desde el 2010 en Uruguay y que lleva prestado más de US$ 104 millones a un total de 18.000 emprendimientos. Hoy 13 de Agosto se celebra el Día Nacional de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, y en este contexto, Rosana Fernández, Gerente Comercial en República Microfinanzas, conversó sobre el trabajo que la empresa estatal viene realizando en el sector.
Las microfinanzas se posicionan a nivel global como una herramienta que promueve la iniciativa individual y la cultura del trabajo, para mitigar la pobreza en los países emergentes. En definitiva, se dirigen a un sector que suele estar por fuera de la banca tradicional y lo ayuda a desarrollar una micro o pequeña empresa (mypes).
En el caso de República Microfinanzas S.A, ofrece financiamiento a actividades empresariales, atiende necesidades financieras de la familia del emprendedor, y promueve la cultura del ahorro facilitando la apertura de cajas de ahorro en la entidad que le dio vida al proyecto: el Banco República Oriental del Uruguay (BROU).
El microempresario que recurre a estas soluciones es el trabajador independiente con un oficio o profesión, como puede ser un electricista o sanitario, el pequeño comerciante, un feriante, un productor rural familiar, entre tantos otros. Para acceder a un crédito, esta persona tiene que efectuar una actividad empresarial con seis meses de experiencia como mínimo, para que se pueda analizar su generación de ingresos e historial comercial. Este primer aspecto es esencial, pues a pesar de que el público objetivo son personas de bajos ingresos, deben tener capacidad de pago para luego devolver el dinero prestado.
En este punto, el sustento familiar es un factor muy importante. No es lo mismo si el único ingreso de la familia es a través del emprendimiento, que si además existen en el núcleo familiar otros ingresos complementarios. Pero más allá de lo meramente numérico, el apoyo de la familia funciona como un aval para la empresa. Por tal motivo, República Microfinanzas solicita la firma de otro integrante que también se hace responsable de la deuda con el titular. En general es la pareja, aunque a veces también son padres o hijos, explicó la gerente comercial, Rosana Fernández.
En el último año, el monto de préstamo promedio se ubicó en torno a los $ 75.000 (unos US$ 2.600) con tasas que oscilan entre el 34% y 38% para los préstamos a un plazo de un año y en moneda nacional, mientras que para períodos de devolución más extensos el interés trepa a 42% y 46%. Esto es sin perjuicio de préstamos otorgados en el marco de convenios institucionales, donde las tasas son más bajas. Y de otras consideraciones, que también inciden en la tasa de interés, como el comportamiento de pago que el cliente haya tenido en operaciones anteriores.
Pese a que uno podría llegar a pensar que la tasa de incobrabilidad en estos sectores es muy alta, es inferior al 2%. Es decir, que de cada $ 100 que se presta se recupera $ 98. En tanto, la tasa de mora al cierre del 30 de junio era el 5,88%. “Hay atrasos, porque a nuestros clientes no siempre les va bien, pero el vínculo de confianza que se establece nos permite encontrar juntos la salida y los clientes pagan”, remarcó la gerente comercial.
Es que la confianza es el motor con que se basa este sistema. Los asesores de crédito recorren los distintos puntos del país visitando pequeños comercios y ferias para contarles a las personas sobre las microfinanzas. Dado que cada plan es a medida de los usuarios, el asesor entra en los hogares de las personas para recabar información sobre sus ingresos, gastos, composición familiar y hasta cumplimiento de sus compromisos.
Por otro lado, Fernández añadió que la adopción de nuevas tecnologías para ser más eficientes es su reto a mediano plazo. “Nuestro desafío está en incorporar tecnología que nos permita seguir contribuyendo a la inclusión financiera, no como un fin en sí misma, sino como un medio para el desarrollo de los emprendimientos y el bienestar de las familias emprendedoras. Esa es nuestra misión y razón de ser”, sostuvo.
Educación financiera
Metodológicamente, las microfinanzas ortodoxas tienen implícito un concepto de educación financiera, explicó Fernández. Más allá de realizar talleres de educación financiera o de colgar material en la página web, en cada evaluación crediticia y solicitud de crédito se debe “razonar” con el cliente sobre la conveniencia del financiamiento, agregó.En este punto, es necesario plantearse si el financiamiento es el camino y luego repasar, si los términos del mismo (como destino del dinero a prestar y su repercusión en los ingresos y egresos de la empresa, monto, forma de repago, plazo) son “adecuados” para el desarrollo del emprendimiento. Este proceso no es fácil, ya que requiere de dedicarle muchas horas de recursos humanos entre visitas y entrevistas a cada solicitud de crédito. Pero, esta metodología ayuda a que sean bajos los niveles de riesgo.
Para seguir apostando a futuro, a fines de 2017 República Microfinanzas proyectan alcanzar la cobertura nacional (hoy están presentes en 15 departamentos). A su vez, cuentan con cinco puntos de atención permanente ubicados en zonas claves, para estar cerca de los clientes: Centro, Las Piedras, Ciudad de la Costa, Cerro y desde la semana pasada en Maroñas.
Dos segmentos de mypes
Si bien este segmento es muy amplio, Fernández explicó que tiene dos extremos. Por un lado, el de mayor desarrollo, donde existen algunas microempresas y muchas pequeñas empresas que tienen contabilidad suficiente, que funcionan en base a la división del trabajo y dónde la economía de la empresa y la economía familiar están separadas. Este no presenta mayores dificultades de acceso al financiamiento.
Por el contrario, en el otro extremo están los emprendimientos que no tienen registros contables ni división del trabajo porque el emprendedor cumple todos o casi todos los roles, es decir que la familia y empresa son una misma unidad. Asimismo no tienen un patrimonio, o los activos que poseen son de escaso valor comercial por no cumplir con algunas formalidades. “Es con este segundo grupo donde la metodología de microfinanzas se convierte en un instrumento para superar estas barreras de asimetría de información, porque permite otorgar financiamiento responsablemente a estas empresas, en condiciones adecuadas a su situación”, sostuvo.
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