Atrápame si puedes: las estrategias de delincuentes

27/01/2017, 06:31

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El delito se complejiza año a año. Los delincuentes se “profesionalizan” y tratan de neutralizar las técnicas de investigación de la Policía. Dentro de las cárceles, traficantes de drogas y asaltantes transmiten conocimientos a sus pares sobre los métodos utilizados por la Policía.

El robo de US$ 700.000 a una remesa frente al hipermercado Geánt fue uno de los más grandes de los últimos años. El 5 de diciembre pasado, diez delincuentes se tirotearon con guardias de seguridad de la remesa. Uno de los asaltantes, conocido como Yorka, fue herido.

La Policía encontró el vehículo usado para el escape e identificó a Yorka por su ADN. Supo que se trataba de un sicario que participó en homicidios, asaltos a empresas y enfrentamientos entre traficantes de drogas en Cerro Norte. Las huellas dactilares de Yorka también fueron halladas por Policía Científica en una de las cajas del peaje de Pando asaltado en 2015.

El atraco duró segundos. Se llevaron $ 2 millones. Según investigadores policiales, cuando Yorka salga en libertad no cometerá los mismos errores y mientras esté en prisión enseñará a otros presos los métodos utilizados por la Policía para atraparlo.

Dos crímenes que sacudieron a Uruguay.

El 2 de enero de 2012, el contratista Washington Risotto bebía un refresco en un almacén ubicado en Ejido y Bermúdez. Dos sujetos con medias en su rostro se acercaron con pistolas calibre 9 milímetros desenfundadas. “Llegó tu hora”, dijeron y luego dispararon. Risotto, quién había tenido antecedentes penales por tráfico de drogas, murió tras sufrir siete impactos de bala, dos de ellos en el rostro. Los dos sujetos se alejaron del lugar caminando. Nada se sabe sobre los homicidas.

El 27 de octubre de 2014, el ex recluso Nilson Varaiti Cora fue ejecutado de seis disparos cuando viajaba en el ómnibus de la línea 494 de Coetc en la esquina de Agraciada y José Nasazzi. Varaiti Cora murió tras recibir seis balazos. En el ómnibus viajaban 60 personas. No hay detenidos por este caso.

<section><h2>Las estrategias de los delincuentes en Uruguay</h2> <p></p> <div>Cronometran asaltos, matan sicarios e incendian autos para burlar Policía.</div></section><section><h2>Ocultar las huellas dactilares</h2> <p></p> <div>La  primera y más elemental precaución que hoy toman los rapiñeros es usar guantes  cuando cometen delitos. Lo hacen hasta en la rapiña más pequeña, dijo un investigador policial a El País. “Antes eso era impensable. Ahora saben que Policía Científica levanta huellas de todo lo que encuentra: colillas, saliva, pelos, casquillos”, agregó el jerarca de la Policía.</div></section><section><h3>Asaltos planificados y cronometrados</h3> <p></p> <div>En Montevideo operan varias bandas de asaltantes. Algunas de ellas tienen cierta organización: uno o dos jefes y los restantes integrantes cambian en función del lugar asaltado. Sus atracos son bien planificados y cronometrados. Los delincuentes saben que la Policía llegará dos minutos más tarde de su ingreso al local comercial o a la institución bancaria. El 19 de enero de 2016, siete delincuentes -dos de ellos con la cara descubierta- asaltaron la sucursal del Banco República de La Paz, Canelones. Uno de los rapiñeros cronometraba el tiempo. Al llegar al minuto y 40 segundos avisó a sus compañeros que debían escapar. El primer policía en llegar al banco lo hizo un minuto más tarde.</div></section><section><h3>Vehículos robados para escapar</h3> <p></p> <div>Los asaltantes del Banco República de La Paz, al igual que otros rapiñeros, utilizaron vehículos robados para escapar del lugar del atraco. Generalmente, a pocas cuadras, los espera un chofer con otro auto también robado. De esa forma, burlan el control policial que se focaliza en el primer vehículo. Por ejemplo, los delincuentes que robaron el banco huyeron en un Peugeot de color negro, modelo 308. Un octavo integrante de la banda los esperó en Camino Osvaldo Rodríguez y avenida César Mayo Gutiérrez (Montevideo) con otro vehículo que les permitió continuar la fuga. </div></section><section><h3>Eliminar el vehículo de escape</h3> <p></p> <div>A los dos autos usados en el escape les prenden fuego. De esa forma eliminan huellas dactilares, cabellos u otros restos orgánicos. Pero no solo los rapiñeros incendian los autos que utilizan para escapar. También lo hacen los homicidas. De todas formas, el objetivo es el mismo: borrar todo rastro. El 4 de diciembre de 2015, fue hallado en Melilla el cuerpo quemado de un docente liceal de 40 años. El cadáver se encontraba  en el asiento trasero de su auto Chevrolet Corsa, que fue incendiado. Luego de una investigación del Departamento de Análisis y Hechos Complejos fueron procesados con prisión una joven y dos sujetos. </div></section><section><h3>El fenómeno del sicariato</h3> <p></p> <div>El fenómeno del sicariato fue advertido hace 10 años por el entonces director de la Brigada Antidrogas, Julio Guarteche, hoy fallecido. Organizaciones criminales contratan a sicarios -generalmente adictos a las drogas- para que ultimen a traficantes competidores o a deudores. La Policía encuentra huellas de los sicarios en la escena del crimen. Poco después éstos son eliminados. La estrategia se repite en muchos casos: los jefes de la organización envían al sicario con dinero a ver a una persona. Ese dinero es el pago para que esa persona mate al sicario. En el submundo del crimen, este método se denomina como  “quema de archivos”.</div></section><section><h3>Rostros cubiertos</h3> <p></p> <div>Esa es otra estrategia de los delincuentes. Saben que en Montevideo hay cámaras por todas partes y eventuales testigos. Por eso acostumbran usar pasamontañas o cascos de motos para no ser identificados. </div></section><section><h3>Evitar hablar por celular</h3> <p></p> <div>Tratan de evitar hablar por celular. Pero muchos delincuentes caen en el error de utilizarlos luego de cometer un homicidio. El 9 de diciembre de 2016, la Justicia dispuso el procesamiento de cuatro personas por matar a una mujer e incendiar el auto, crimen que fue calificado por la Policía como mafioso. Antes del homicidio, investigadores de la Brigada Antidrogas habían interceptado los teléfonos celulares de los asesinos en el marco de una investigación a un grupo dedicado al narcotráfico. Tanto las escuchas telefónicas como los reportes de antenas coincidían con el momento y el lugar del crimen.</div></section><section><h3>"Contrato" de menores para delinquir</h3> <p></p> <div>Desde hace 30 años, organizaciones vinculadas al crimen organizado “contratan” a menores para que se hagan cargo de los delitos. En un principio se trataban de grupos dedicados a rapiñas y boquetes a empresas para robarles las cajas fuertes. Luego estas bandas derivaron hacia el tráfico de drogas, un negocio más rentable. A cambio de dinero, el adolescente se hace cargo del ilícito porque recibe penas más leves que los adultos. Cuanto más grave es el delito asumido, mayor es el “prestigio” que obtiene el adolescente entre sus pares en la Colonia Berro y en su barrio.</div></section><section><h3>Esconder el cargamento de drogas</h3> <p></p> <div>Las estrategias para guardar drogas lejos del alcance de la Policía son variadas. Los narcos alquilan casas y las utilizan de depósitos; entierran la droga en campos y montes y la sacan a medida que la venden. También la esconden en casas de vecinos cómplices.</div></section><section><h3>El uso de "marcadores"</h3> <p></p> <div>Bandas de rapiñeros utilizan a “marcadores” dentro de los bancos que observan a aquellas personas que retiran grandes cantidades de dinero. Luego otros individuos las rapiñan.</div></section><section><h3>Cambio de identificación</h3> <p></p> <div>Cambian de nombres y usan documentos falsos en otros países para hacer viajes transnacionales. No utilizan el aeropuerto de Uruguay sino de países limítrofes.</div></section>

INTERACTIVOEDUARDO BARRENECHE

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