Sectores advierten porque situación regional no se traslade a Uruguay.
Dentro del Frente Amplio varios sectores están en alerta por la pérdida de popularidad de la izquierda en la región y la posibilidad de que esto se traslade a Uruguay.
Teniendo a la vista el reflejo de lo que sucede ahora mismo en Brasil, la creciente impopularidad del chavismo en Venezuela, y la pérdida del referéndum para la segunda reelección de Evo Morales en Bolivia, el líder del Movimiento de Participación Popular, José Mujica, dijo este fin de semana que si a la izquierda "le toca perder, que pierda y aprenda".
Pero no solo Mujica es quien pone el tema en el centro de la escena política. También el sector de la senadora Constanza Moreira, Casa Grande, dijo ayer que los gobiernos de izquierda de la región están "viviendo momentos inquietantes", que hay un "desgaste" y que hay un "divorcio" de la gente al que hay que prestar atención. Además, el sector de Moreira criticó las "debilidades" y la "falta de rumbo" del FA en temas como la seguridad pública o el cuidado ambiental.
Otros grupos, como Asamblea Uruguay, piensan que el gobierno del FA no debe perder "la confianza de la gente" para volver a ganar la elección.
Esto se da en un contexto en que la aprobación a la gestión de gobierno del presidente Tabaré Vázquez ha sufrido un ligero traspié. Actualmente es de un 35%, según la última encuesta de Equipos correspondiente al mes de febrero, lo que refleja una caída de un punto en dos meses, ya que en diciembre de 2015 era de 36%.
La desaprobación en febrero fue del 34%, y el 28% de las personas consultadas no aprueban ni desaprueban la gestión; el 3% restante no contestó.
Consultado sobre cómo ve las izquierdas que gobiernan en la región en una entrevista publicada el fin de semana por el matutino argentino La Nación, Mujica dijo: "Nunca piense que la izquierda está perdida. Tampoco piense que la derecha ganó definitivamente. La historia humana es una lucha permanente por tiempos conservadores y tiempos distribuidores, es pendular".
"Esas dos caras han existido siempre y disputan. Esas dos caras tienen deformaciones. Lo conservador, cuando se hace muy duro, es el fascismo, y la izquierda, cuando confunde los deseos con la realidad, cae en esa deformación del infantilismo, de puro voluntarismo. Ambas posiciones son peligrosas. Si a la izquierda le toca perder terreno, que lo pierda y aprenda, porque tendrá que volver a empezar. Y si cometió errores, tendrá que reaprender, y la vida continúa", contestó el expresidente.
Divorcio.
En una línea similar de preocupación, el sector de la senadora Moreira, de reciente ingreso formal al Frente Amplio, analizó la situación de los gobiernos de izquierda en la región durante una asamblea de dirigentes a nivel nacional.
El sector de Moreira dijo en una declaración emitida tras esa reunión nacional, que "los procesos progresistas y de izquierda que se abrieron hace más de una década en muchos países de América Latina y que alumbraron un tiempo de esperanza luego de muchos años de políticas neoliberales están viviendo momentos muy inquietantes".
"El avance de la derecha, la expansión de modalidades perversas de corrupción, la proliferación de formas blandas de golpes institucionales, los obstáculos de los intereses económicos para mejorar la redistribución, el desgaste en la gestión de nuestros gobiernos, su divorcio creciente de las bases sociales así como la ausencia de nuevos impulsos políticos e ideológicos dentro de la propia izquierda (entre otros aspectos), son datos de la realidad que no se pueden ocultar", afirmaron. Para este sector, en el Uruguay "también se viven momentos de muchas dificultades, y eso obliga a esfuerzos mayores. Los y las frenteamplistas tenemos que estar muy seguros de todos nuestros logros durante más de diez años".
Pero también advierte que "hay que tener mucha consciencia de los problemas, las debilidades y la falta de rumbo en asuntos esenciales como defensa, seguridad, desarrollo inclusivo, igualdad de género, medio ambiente, etc. No podemos imaginar un proyecto de izquierda sin una profundización de las políticas de redistribución y de igualdad".
La gente.
Más relativo, pero advirtiendo sobre la necesidad de no perder la cercanía con la gente, al sector del ministro de Economía Danilo Astori, Asamblea Uruguay, que es la segunda fuerza política del oficialismo, no le preocupa ahora la advertencia que plantean otros sectores del Frente Amplio con miras a las elecciones. Sin embargo, el diputado José Carlos Mahía comentó a El País que si el Frente Amplio "se concentra en gobernar acertadamente" no tendrá problemas en volver a ganar la elección. "El Partido Colorado estuvo 90 años seguidos en el gobierno", recordó el legislador, que es uno de los voceros del sector que integra el Frente Líber Seregni (FLS).
Según la visión del diputado Mahía, Asamblea Uruguay está abogando porque rápidamente la fuerza política renueve su conducción tras la renuncia en 2015 de Mónica Xavier a la presidencia del FA, lo que ocurrirá en las elecciones de mayo.
Mahía no considera que el Frente Amplio atraviese demasiados riesgos de perder el gobierno en las elecciones nacionales de 2019 por situaciones como la de Brasil. "En materia de corrupción nadie está libre. El tema es cómo se reacciona ante ella", comentó.
"La continuidad de un partido en el gobierno se mide por la confianza de la gente", añadió, para agregar que "es normal" que si un partido pierde el gobierno "debe aprender de sus errores".
"Pero falta una vida para las elecciones y pensar en eso ahora te distrae, te desconcentra y te saca del objetivo que es volver a gobernar", afirmó.
CON LAS BARBAS EN REMOJODANIEL ISGLEAS