Más de 760 evacuados en 4 ciudades; prevén que esa cifra aumente en los próximos días.
Son más de 760 las personas que han tenido que abandonar sus hogares por las inundaciones en Salto, Paysandú, Artigas y Bella Unión, y que deberán pasar las próximas fiestas tradicionales fuera de sus casas.
La situación más compleja es la que viven en Salto con el desborde del río Uruguay, donde hasta ayer habían 349 personas desplazadas.
"Es la primera vez que vamos a pasar la Navidad en la calle y sin saber si tendremos para comer un asado y, lo que es más triste, sin nuestras familias", dijo Graciela una de las damnificadas que, junto a su marido y sus hijos, acamparon en un predio de la calle Atahualpa y Guaraní en la capital salteña junto a otros grupos.
Señaló a El País que no está en ese lugar por un capricho, sino para vigilar su casa. "Los chorros no tienen contemplación, cada uno tiene que cuidar sus cosas", agregó.
A Graciela se le llenan los ojos de lágrimas al saber que no podrá ir a la casa de sus suegros en la Nochebuena, y que tampoco ellos y sus parientes podrán compartir una cena porque las condiciones en las que están viviendo por las crecidas no se lo permiten.
Las fiestas tradicionales de Navidad y Fin de Año también serán distintas para miles de salteños que acostumbran a divertirse en los boliches de la costa y fuera de esos locales bailables, debido a la crecida del río Uruguay que ha invadido la rambla y las discotecas.
Las aguas continúan creciendo y más familias están dejando sus casas ante la advertencia de las autoridades de que el caudal de la represa de Salto Grande no disminuirá en su evacuación, al contrario, irá en aumento para regular los 25.000 metros cúbicos por segundo que se aproximan al embalse de la represa.
Desde el amanecer de ayer los camiones y funcionarios municipales reiniciaron las tareas de evacuación.
El lago de la central hidroeléctrica subió a los 34,50 metros y los técnicos van quedando a cada hora con menos margen de maniobra para amortiguar esta creciente. Además se esperan más lluvias.
Paysandú.
La ciudad de Paysandú también se ve afectada por el desborde del río Uruguay que, frente a la capital sanducera, se encontraba ayer de tarde en 6,83 metros, cuando la cota de seguridad es de 5,60 metros, y crecía 3 centímetros la hora.
Hasta ayer había 62 evacuados, es decir trasladados a un refugio por el Cecoed, y 62 autoevacuados. El Centro Coordinador de Emergencia está alojando a las familias en la escuela 2, en el liceo 1, en la Unión Portuaria y en carpas del Ejército. Prevén que el río siga creciendo y que esté en 7,50 metros este mediodía.
Según el crecimiento que se prevé del río, "sin duda que estas familias van a estar fuera de sus casas en Navidad", aseguró a El País Marco García, presidente del Cecoed de Paysandú.
Artigas.
En el departamento norteño hay dos ciudades afectadas: Artigas y Bella Unión; la primera por la crecida del río Cuareim y la segunda por el desborde del Uruguay.
Juan José Eguillor, encargado del Cecoed departamental, indicó a El País que ayer de tarde había 288 personas desplazadas, de las cuales 136 eran menores de edad.
Eguillor confirmó que siguen buscando el cuerpo de Fermín de los Santos, que el viernes fue arrastrado por la correntada cuando pretendía arrear ganado que había quedado atrapado por la crecida del arroyo Pintadito. El sábado apareció muerto el equino que montaba, próximo al balneario municipal.
En Bella Unión ayer habían tres familias que estaban fuera de sus hogares. (Producción: Luis Pérez y Freddy Fernández)
Traslado de los afectados en Salto
Camiones de la Intendencia de Salto trabajaron ayer para ayudar a las familias alcanzadas por la crecida del río Uruguay, a salir de sus casas y trasladar sus pertenencias a refugios, a casas de familiares o amigos.
Hasta ayer, solo en Salto, había 349 desplazados, y prevén que esa cifra siga aumentando porque el pronóstico anuncia más lluvias para la cuenca media e inmediata al embalse de la represa de Salto Grande para la semana próxima. Los desplazados deberán pasar fuera de sus casas en las fiestas tradicionales.
SIN MOTIVOS PARA FESTEJAR