Psicólogos atienden a los afectados que consultan en estado de angustia; el MSP monitorea la situación.

A cuatro días del tornado que golpeó a Dolores con toda su fuerza, los afectados ya no llegan a la emergencia para curar sus heridas o traumatismos. Las consultas ahora son por cuadros de shock y angustia, producto del dolor de haber perdido a seres queridos, la casa o el trabajo. El primer impacto emocional sobre la población fue "muy fuerte" y las secuelas deberán ser monitoreadas por personal capacitado "a lo largo del tiempo", admitió ayer el Ministerio de Salud Pública en un comunicado.

Hasta ahora son cinco los fallecidos a causa del tornado, ya que ayer murió una mujer de 61 años que se encontraba internada en Fray Bentos. Además tres niños permanecen en CTI en situación de gravedad, dos de ellos en Montevideo y uno en Paysandú. Otros tres niños se recuperan en Mercedes tras ser operados de urgencia.

En las primeras 48 horas después del tornado los servicios de salud (el hospital y la mutualista CAMS) no daban abasto para atender a todos los afectados que según las autoridades eran más de 200. El trabajo fue arduo para los traumatólogos de Mercedes, a donde se derivaban los politraumatizados con fracturas de todo tipo, dijo a El País Wilson Campos, director de la mutualista CAMS de Dolores.

El hospital local debió evacuar a los internados, después de ver afectada parte de su estructura por la voladura de techos, lo que obligó a cerrar el block quirúrgico y el área de imagenología, reconoció a El País la directora del centro Malvina Blanco. El MSP y la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) establecieron que de momento la atención se realizara en CAMS.

Con el paso de las horas, los afectados empezaron a procesar las consecuencias para sus vidas de esos minutos trágicos que vivieron. Ayer, en un espacio de pocas horas en la mutualista CAMS hubo cinco consultas por crisis de angustia. "Llantos, desesperación y sensación de impotencia", así describe los síntomas de este cuadro la psiquiatra Elena Guglielmi, encargada de coordinar la atención psicológica a los afectados.

"Ahora mucha gente está cayendo y se está dando cuenta que perdió todo. Las maestras del Jardín pudieron salvar a sus niños con un instinto impresionante, pero ahora están cayendo en la realidad", explicó Guglielmi a El País. Lo mismo pasa a las madres de esos niños que estaban en los centros educativos y a los propios niños. A los que perdieron a familiares o amigos y a los que se quedaron sin casa o trabajo. La atención sanitaria pasa ahora principalmente por escuchar y contener a los afectados. Solo en algunos casos puntuales se emplea medicación para aliviar los síntomas de la angustia.

La psiquiatra explicó que se está en la fase "aguda del shock" donde recién empiezan a notarse los síntomas de angustia, pero el episodio de una forma u otra marcará la vida de cada uno de los afectados. "Desde un mes a por lo menos seis meses se va sufrir porque la gente quedó en la ruina total", explicó Guglielmi.

Para atender esta situaciones está trabajando un grupo de más de 20 profesionales entre psiquiatras y psicólogos, los cuales estuvieron ayer en la tarde coordinando el trabajo del que participan ASSE, la mutualista CAMS y la Facultad de Medicina. En los centros CAIF se brindará asistencia a los niños.

En un comunicado oficial, el Ministerio de Salud informó que coordina acciones con ASSE, el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y la Facultad de Psicología para brindar apoyo a las personas afectadas desde el punto de vista de la salud mental. Se evalúa que el tornado que azotó a Dolores tuvo "un primer impacto emocional muy fuerte en la población" y se estima que dejará secuelas que deberán ser monitoreadas por personal capacitado a lo largo del tiempo", señala el informe.

Las personas que tienen familiares fallecidos y lesionados a consecuencia del tornado son las más afectadas psicológicamente. También el propio personal de salud que viene soportando la carga de tensión y estrés que supone largas horas de trabajo para atender a los heridos, debe ser contenido.

A esto se agregan aquellas personas que en un primer momento se abocaron de pleno a los cuidados, limpieza y acondicionamiento de sus hogares y entorno, pero seguramente, alguno de ellos pasado esta primera instancia deberán contar con apoyos vinculados a superar el "trauma emocional" de haber perdido parte de su vivienda.

"La prioridad es atender a la gente que quedó sin casa, y que no tiene para dormir ni hacer la comida", dijo a El País el intendente de Soriano, Agustín Bascou, al hablar sobre la situación de los afectados en la ciudad de Dolores por el tornado del viernes.

El jerarca estima que hay unas 130 manzanas dañadas y que las pérdidas son de al menos 25 millones de dólares, aunque advirtió que esta cifra irá aumentando con el paso de los días.

"Hay unas 1.000 viviendas afectadas y algo más de 100 totalmente destruidas. Mucha gente se quedó con vecinos y parientes", agregó.

El alcalde de Dolores, Javier Utermark, dijo en el programa En Perspectiva de radio Oriental, que la mitad de la ciudad todavía no tiene suministro de energía eléctrica. En cuanto a las comunicaciones, Antel informó en las últimas horas que recuperó el 85% de su red de servicios móviles.

Utermark dijo que "entre un tercio y 40% de la ciudad de Dolores quedó con problemas" pero todavía se está trabajando en esos datos.

Según Bascou este número "va a tender a aumentar", porque cree que pueden surgir externalidades que pueden hacer aumentar esta cifra. "Hay casas que ves que están bien, pero quizás los cimientos quedaron afectados", indicó. A esto hay que sumarle la situación agrícola que afecta al departamento: la actividad sojera es la más perjudicada. Todavía no hay estimaciones del dinero que se puede perder.

Respecto al tema de los bienes asegurados, el presidente del Banco de Seguros del Estado, Mario Castro, explicó en radio Carve que "ante este tipo de tragedias, el seguro es una herramienta fundamental", pero "la gente no los contrata, mayormente", porque los tornados no son algo común en nuestro país.

"La verdad que impresiona por la destrucción que hay. El hospital está operativo en un 5%, el 95% no está funcionando. La internación ya estaba cerrada, el block también y el área de imagenología está inundada. Lo único que opera es la puerta de emergencia", dijo a El País el vicepresidente del Sindicato Médico, Alfredo Toledo, quien viajó a Dolores el pasado fin de semana como voluntario.

"No hay riesgos estructurales" en el edificio del hospital de Dolores, pero la construcción sufrió voladura de techos y el hospital fue desalojado porque se rompieron los vidrios y entró "mucha agua", dijo a El País la directora del centro, Malvina Blanco. Al momento, lo que funciona es un triaje (método por el que se clasifica a los pacientes por su gravedad) y se realizan las derivaciones a la mutualista CAMS, a Mercedes o Fray Bentos, por lo que la atención "está asegurada", informó la directora del hospital. Para atender a los damnificados por el tornado que no llegan al hospital o a la mutualista, brigadas de médicos y enfermeros recorren los barrios de Dolores.

Esta semana, el Ministerio de Salud Pública (MSP) reforzará los equipos pediátricos que trabajan en la zona con integrantes de la Sociedad de Pediatría así como se realizarán jornadas de vacunación contra la hepatitis A.

El director de la mutualista CAMS de Dolores, Wilson Campos, dijo a El País que se están presentando en algunos niños cuadros respiratorios de bronquiolitis, lo que es "común" cuando empieza a bajar la temperatura. Por su parte, Blanco dijo que los cuadros respiratorios "son lo esperado para la época del año por un tema del clima". La directora del hospital consideró que se están tomando las medidas de higiene para que los afectados por el tonado y el temporal no sufran este tipo de patologías.

EMERGENCIA CLIMÁTICA: ATENCIÓN SANITARIAVALERIA GIL