"Lamento que Unasev no me haya dado nada positivo"

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"Nunca había sentido tanta angustia, ansiedad y dolor en el pecho como en Unasev", admitió. Foto: A.Martínez.
Nota a Alejandra Forlan por la exposicion fotografica "Ventanas" de la Fundacion Alejandra Forlan, en el carrasco L. Tennis, ND 20150408, foto Agustin Martinez
Archivo El Pais

Se siente feliz y más libre tras ser cesada como directora de la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), una experiencia que, según confiesa, la angustió y en la que no pudo lograr los objetivos que tenía.

No le comunicaron su cese y considera que merecía “un poco más de respeto”. Desde la fundación que lleva su nombre desarrolla diversos programas para prevenir siniestros de tránsito, asistir psicológica y judicialmente a las víctimas y medidas de inserción social y laboral para las personas con discapacidad.

—Uno de los objetivos de la Fundación Alejandra Forlán es contribuir a prevenir los siniestros de tránsito. ¿Ha notado cambios en el comportamiento de la población, en ese aspecto, durante los últimos años?

—Me cuesta encontrar. La falta de valores que se manifiesta en la calle refleja una pérdida en la educación. Es importante que en la familia estén los padres presentes y sean un ejemplo positivo para que el individuo se manifieste como debe ser, no solo en la calle sino en todos los ámbitos. Duele cuando te llaman para contarte de los siniestros de tránsito, como ocurrió en la Semana de Turismo; duele cuando una persona queda con una secuela que se pudo haber evitado; y duele no solo por esas personas, sino por cómo estamos construyendo el país, por la falta de fiscalización y la falta de muchas otras cosas.

—¿Cómo qué?

—Así como votamos, tenemos el derecho a que se haga cumplir lo que nos corresponde como ciudadanos, que nos cuiden, y falta fiscalización. Se suben muchos impuestos y eso debería servir también para cuidarnos a todos. Somos hijos del rigor, se necesita más fiscalización.

—Su fundación también tiene como objetivo movilizar al Estado para el diseño y ejecución de políticas de seguridad vial y usted estuvo algunos años integrando el directorio de la Unasev. ¿Cómo fue esa experiencia?

—Es difícil. Yo soy una persona muy positiva, con muy buena onda, ganas de construir, de disfrutar, de hacer todo lo mejor en donde estoy, y creo que lo demuestro desde que me levanto y en la forma que me muevo por la vida. Agradezco de corazón que el presidente (José Mujica) me invitara para formar parte de Unasev porque creía que podía aportar ese granito de arena que se necesitaba y se necesita. Pero nunca en mi vida había tenido angustia o ansiedad, dolor en el pecho, como en Unasev. Soy una persona sincera, podría mentir y capaz que lo políticamente correcto sería decir que lo pasé bárbaro. Traté de hacer todo lo posible.

—¿Siente que le quedaron cuentas pendientes?

—Me quedaron muchas cuentas pendientes y lamento que haya sido así, que no me haya dado algo positivo. Desde que entré no fue fácil. Pienso que a veces me sintieron como una amenaza y no me permitieron avanzar en diferentes temas.

—¿Como cuáles?

—Uno piensa que desde el Estado se puede cambiar todo mucho más rápido y ahí ves que las leyes a veces demoran en implementarse, que es difícil articular y obtener la respuesta que uno quiere y no podés lograr los resultados que pretendés. Y cada día que pasa son dos muertes más.

—Usted fue cesada en el cargo de vicepresidente de Unasev desde el 1° de marzo. ¿Es correcto que en Presidencia no le habían comunicado esa decisión?

—Sí. Como no sé cómo se maneja el gobierno, supuse que los modos en el Estado eran esos. Lo cierto es que yo no fui educada así. No me hace mal irme y estoy feliz de no estar más en la Unasev; no me hace más ni menos. Por el contrario, tengo más libertad. Pero creo que merecía un poco más de respeto.

—¿Qué le plantean y qué les dice a los candidatos a la intendencia que se reúnen con usted?

—Una persona que trabaja en el Estado, cuando me vio que estaba reunida con uno de los candidatos, me preguntó si no le había comentado nada de Unasev; me dijo que me estaba dejando usar. Yo le dije que soy así. No me interesa si me usan por algo, yo pongo lo mejor de mí y lo que me enseñaron desde chiquita para aspirar a un mundo mejor, para que haya menos siniestros. Apuesto que se concienticen todos los que gobiernan para tener un país mejor y niños que tengan ejemplos en sus casas para ser seres de bien.

—¿Siente algo especial cuando pasa por la esquina donde sufrió el accidente en 1991?

—No. Nunca sentí nada en absoluto. Fue algo muy importante lo que sucedió, porque cambió mi vida radicalmente, pero no puedo ir para atrás. Es un lugar que marca algo, pero me marcan cosas más importantes en la vida que ese lugar y que me hacen ser la que soy.

—¿Qué medidas piensa que se deben tomar para lograr una mayor inclusión social de personas con discapacidad?

—Sobre todo, dar la batalla contra muchas barreras y que las personas que trabajan, que están atrás de una empresa, de un local, de un liceo, tengan en cuenta que sea accesible no solo arquitectónicamente, sino también poder interactuar, socializar como cualquier persona. Necesitamos algo muy importante, que me dicen es caro, y es hacer un censo de dónde está cada persona con discapacidad, qué tipo de lesión y necesidades tiene. En Inglaterra se hace y creo que acá se puede.

—Una vez usted habló de algo que puede parecer obvio pero que a mucha gente sorprendió: dijo que es una mujer y que está abierta a tener una pareja. ¿Siente que a veces es un tema tabú y lleno de prejuicios el de la relación de pareja y las relaciones sexuales de personas con alguna discapacidad?

—Yo estuve en la otra vereda y pienso que quienes tenemos alguna discapacidad debemos enseñar a los otros lo que es la vida desde este lado. En la Fundación estamos armando unos talleres para tratar el tema de la discapacidad. Para quienes están del otro lado hay un desconocimiento que es normal.

"Ventanas", una muestra que apunta a concientizar.

Hasta mañana domingo se expone en el Carrasco Lawn Tennis la muestra fotográfica "Ventanas", de la Fundación Alejandra Forlán, que muestra la situación de cuatro personas con discapacidad motriz, que por las dificultades para desplazarse por la ciudad ven siempre lo mismo, la ciudad a través de las ventanas de sus hogares. La muestra ya fue expuesta en otros lugares y seguirá su recorrido por diferentes partes del país.

Alejandra relató que "Ventanas" nació el Día Internacional de las Personas con Discapacidad (3 dediciembre), "para concientizar a la población del derecho que tenemos las personas con discapacidad a tener una vida normal, trabajar, insertarnos y recrearnos. Los derechos no se cumplen y por eso es que estamos haciendo esto", acotó.

Perfil.

Nombre - Alejandra Forlán - Nació:23 de marzo de 1971 - Otros datos: Es psicóloga y la primera agente FIFA de Uruguay

Fortaleza sin obstáculos.

El 14 de septiembre de 1991, Alejandra Forlán y su novio, Gonzalo, volvían de bailar en una madrugada de lluvia. El muchacho perdió el control del vehículo, que dio varias vueltas en trompo y terminó contra una palmera, en la bajada de Coimbra (Punta Gorda). Tras darse cuenta de que no podía mover su cuerpo, Alejandra descubrió que Gonzalo había muerto. Cuando se despertó estaba en la emergencia y diez días después todo empeoró ya que fue necesario conectarla a un respirador. Estuvo siete meses internada, cinco de ellos al borde de la muerte. El choque le causó una lesión medular con secuelas permanentes, quedó cuadripléjica y en silla de ruedas. En 2009, creó la fundación cuyos objetivos incluyen contribuir a prevenir y generar conciencia social para disminuir los accidentes de tránsito, generar instancias de apoyo para los damnificados y promover los derechos de las personas con discapacidad.

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"Nunca había sentido tanta angustia, ansiedad y dolor en el pecho como en Unasev", admitió. Foto: A.Martínez.

Alejandra ForlánEDUARDO DELGADO

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