Al menos en siete departamentos se llevan a cabo actividades en el marco de esta jornada destinada a exigir el fin de la violencia de género y los femicidios.
A las 16 horas comenzaron en varios puntos del país las actividades en el marco de una nueva marcha Ni una menos, organizada por la Coordinadora de Feminismos del Uruguay.
A esa hora dio inicio una concentración en la Plaza Treinta y Tres Orientales de Salto y a las 16:30 la jornada continuó con una reunión y marcha en la Plaza Constitución de Paysandú.
A las 17:30 horas se realizarán concentraciones en la Plaza Cagancha de Montevideo, la Plaza San Fernando de Maldonado, la Plaza Independencia de Mercedes (Soriano) la Plaza Indígena de Colonia. Todas continuarán con marchas que empezarán a las 18, hora en que en la Plaza Independiencia de Melo (Cerro Largo) se realizará una intervención.
La consigna de esta nueva edición de Ni una menos es "que el dolor se vuelva rabia, que la rabia se vuelva lucha y nuestra voz, grito".
Si no puede ver el video, haga click aquí.
Los colectivos feministas denuncian la muerte de 15 mujeres por violencia machista en lo que va del año. El último caso ocurrió en San Luis (Canelones), cuando una joven de 21 años fue apuñalada en la cabeza y la espalda por su expareja, un hombre de 33 años que tenía una restricción de acercamiento.
Si no puede ver la publicación, haga click aquí.
La marcha en Montevideo
Luego de la concentración de media hora, que incluirá intervenciones artísticas en la Plaza Cagancha, las manifestantes partirán a las 18 horas rumbo a la explanada de la Universidad de la República (Udelar). Allí se leerá una proclama.
Porfiadas, hace dos años comenzamos a tomar las calles nuevamente: movilizadas y en alerta. Ocupamos las calles con nuestro grito, porque el dolor se volvió rabia y la rabia se volvió lucha.
Porfiadas, porque no hay que tener miedo a luchar por la liberación, porque nos faltan compañeras que podrían estar acá, en resistencia y en solidaridad. Este 3 de junio, juntas, estamos acá, porque tenemos mucho para denunciar y nos falta mucho por alcanzar.
Porfiadas, como las 18 veces que denunciamos femicidios este año, volvemos a ,marchar juntas. Por eso, nos organizamos con un grito en común: ¡Tocan a una, tocan a todas!
Porfiadamente, aunque estemos cansadas, nos miramos y reconocemos la potencia de nuestro "entre mujeres" para volver a poner el cuerpo. Hemos dejado de callarnos, denunciamos los feminicidios en las calles, repudiamos la violencia cotidiana. Con nuestra rabia construimos una herramienta de lucha y marchamos por las que no están, por las que no sabemos dónde están y por las que estamos, porque no queremos resignarnos a saber que en unos días el dolor colectivo volverá bajo el nombre y la historia de otra mujer asesinada. Queremos contar que no nos falten, queremos contar que están...
Porfiadas, volvemos a decir que el feminicidio es una categoría política para poner nombre a la violencia que recibimos. Decimos que el Estado es responsable, que este sistema patriarcal y capitalista, sostiene y reproduce las condiciones para que todos los días nos violenten, nos golpeen, nos violen y nos maten. Decimos que el Estado es responsable cuando no podemos huir y cuando no tenemos a dónde ir.Decimos que no queremos mujeres sin recursos para sobrevivir.
Son las mismas fuerzas de seguridad las que nos someten a la inseguridad, cuando es el mismo Estado el que nos mata, nos viola, nos vende. Responsable ese Estado, que sigue sosteniendo la impunidad.
Porfiadas, para reivindicar que nuestras vidas son parte de nuestra autonomía, que nuestros cuerpos no son mercancía, que el capital nos margina; que somos mujeres, que somos personas, que no somos territorios de dominación, que no vamos a tolerar más impunidad, ni agresión, ni explotación. Porque también nos faltan las secuestradas por las redes de trata y prostitución.
Porfiadas, volvemos a decir que también es violencia que los poderes político, médico, judicial y religioso continúen limitando y condenando nuestra autonomía, que quieran seguir mandando sobre nuestros cuerpos. Porque el aborto sigue siendo penalizado y criminalizadas nosotras por abortar.
Porfiadas, recordamos que también es violencia la pobreza, el desempleo, la tercerización y la precarización que recaen y profundizansobre nosotras. Lo deicmos una vez más: también es violencia la doble jornada, que el cuidado que hacemos se invisibilice..
Insistimos, la capacidad de cuidado que siempre está para otros la estamos disponiendo también para nosotras mismas.
Marchamos por las niñas asesinadas en Guatemala, en toda América Latina, por las mujeres palestinas, por las kurdas, por las mujeres violentadas y que luchan en todo el mundo.
Son tiempos de rebeldía, nos abrazamos para reconocer lo que hemos logrado, recobrar la energía y seguir luchando. Porque en la fuerza de todas las que estamos acá está la posibilidad de otra realidad y está en nuestra solidaridad la potencia para tejer redes y organizarnos.
Estamos acá para construir juntas un movimiento que denuncia no solo lo que sufrimos sino también lo que es nuestro, en todos lados, en nuestras casas, en la calle, donde trabajamos, donde estudiamos, en los sindicatos, a nuestros compañeros.
Porque estamos vivas seguimos con el puño en alto, gritamos fuerte para que se sumen otras, ¡muchas otras!
¡Para que el dolor se vuelva rabia, la rabia se vuelva lucha y nuestra voz, grito! ¡Estamos vivas y vivas nos queremos! ¡Nos queremos juntas y luchando!
FOTOGALERÍA