Impotencia e indignación en Maldonado durante el entierro del pequeño asesinado.
El cementerio de la ciudad de Maldonado recibió a más de 1.000 personas que aguardaron la llegada del cortejo fúnebre. El entierro fue el más concurrido de los últimos años.
Una sensación de rabia, impotencia y dolor marcó a los participantes, la gran mayoría mujeres, que concurrieron mucho antes que el cortejo llegara al lugar.
"Vine porque me considero una buena madre y estoy muy enojada con todo lo que pasó con este niño", dijo una de ellas.
El respetuoso silencio que ofició de marco para el acto de sepelio fue roto en alguna ocasión por comentarios de reproche dirigidos al asesino.
Fueron varios los insultos que se escucharon en más de una ocasión cada vez que alguien se acordó de la figura del matador Fernando Sierra.
La madre del niño, Alexandra Pérez, estuvo acompañada de su hija, otros familiares y compañeros de la fuerza policial. La maestra de Felipe, por su parte, fue internada en la pasada jornada luego de sufrir una crisis de nervios, pero de todas formas también participó del velatorio.
"¡Estoy furiosa!", exclamó una madre mientras los familiares y amigos bajaban del vehículo el ataúd con el cuerpo del niño. Mujeres y hombres estallaron en lágrimas cuando el cortejo ingresó al cementerio fernandino.
En tanto, en medio de la soledad y con algunos insultos lanzados por personas al pasar, fueron sepultados los restos del asesino Fernando Sierra.
Su cuerpo fue velado esta mañana en una sala de la ciudad de San Carlos. Casi a la misma hora que Felipe era sepultado en un nicho del cementerio de Maldonado, el cuerpo de Sierra era enterrado en el cementerio de la ciudad de San Carlos. Solo fue acompañado por parte de su familia.
Siguen las actuaciones por la vía judicial
La jueza Adriana Morosini comenzó una investigación para conocer la trama que terminó en la muerte del niño Felipe Romero, de 10 años. Morosini quiere respuestas para las múltiples interrogantes que se abren tras el desenlace.
La jueza dijo ayer en rueda de prensa que el informe forense primario al niño revelaría un abuso sexual, aunque aclaró que no sería reciente. La magistrada también recomendó "no opinar" públicamente sobre el caso y dijo que no necesariamente deben haber responsabilidades penales en el mismo.
Mientras tanto, el Consejo de Educación Inicial y Primaria dispuso que hoy lunes la escuela a la que concurría Felipe permanezca abierta, pero que no se dicten clases. Psicólogos y asistentes sociales irán al local, en lo que se ha señalado será una jornada de contención y reflexión.
El niño y su matador aparecieron muertos en el sotobosque de Villa Serrana. El entrenador tenía abrazado al pequeño y no llevaban calzado. Había un arma calibre .22 en el lugar. Sierra disparó sobre el pequeño y luego se quitó la vida, según confirmó el jefe de Policía de Lavalleja, Eduardo Martínez. Los cuerpos fueron encontrados en la madrugada después de un rastrillaje de varias horas por el área. Estaban a pocos cientos de metros de donde se halló el automóvil abandonado.
El homicidio fue cometido entre las últimas horas del jueves y la madrugada del viernes, de acuerdo a los peritajes. Por ello se estima que el homicidio fue premeditado y resuelto por el asesino apenas este se enteró por boca de la madre que no podía tener más contacto con Felipe, según le aconsejó una psicóloga que observó un cambio de conducta en la vida del niño.
Jornada negra
El cementerio de la ciudad de Maldonado recibió ayer a más de mil personas que aguardaron la llegada del cortejo fúnebre. El entierro fue el más concurrido de los últimos años. Se vivieron momentos de congoja, dolor e indignación, por un hecho que conmovió a todo el país. En la esfera judicial, la jueza Adriana Morosini inició una investigación para conocer la trama que terminó con la muerte del pequeño Felipe Romero, quien tenía 10 años.
JORNADA DE LUTOMARCELO GALLARDO