Indagan fallas en el área donde está el líder de “Los Cuinis”.
Un puñado de pimienta blanca, pocos gramos de adobo y algunas pizcas de sal fina fueron encontradas dentro de la celda del narco mexicano Gerardo González Valencia, en una requisa de rutina realizada en la noche del 25 de mayo.
El traficante de drogas fue procesado con prisión por la jueza especializada en Crimen Organizado, Adriana de los Santos, por lavado de activos. También fue procesada su esposa, Wendy Arévalo, por asistencia al lavado de activos, así como otras personas del entorno de González Valencia. Su hermano es señalado por la Justicia de Estados Unidos como el líder del cartel mexicano Los Cuinis, uno de los más poderosos del mundo.
Luego de la requisa, varios funcionarios del Instituto de Cárceles le levantaron un acta al traficante mexicano. "Cuando llegué estaba el adobo; yo no lo ingresé", dijo González Valencia a los policías.
Otro uniformado le preguntó si quería agregar algo. El narco dijo: "Sí. Que me torturaron. Me tuvieron desnudo con temperaturas bajo cero. Si el ministro del Interior Bonomi sigue mandando a sus guardias a torturarme, que busque el puente más alto del Uruguay donde lo voy a colgar", informó ayer el semanario Búsqueda.
Fuentes del Ministerio del Interior dijeron a El País que el funcionario le preguntó, en forma irónica, si tenía termómetro para medir la temperatura de la celda. El narco no respondió. Tomó una lapicera azul y firmó la declaración.
Los policías presentes tomaron el acta y la llevaron a las autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR). De ahí el documento fue al Ministerio del Interior que radicó una denuncia penal.
Jerarcas del Ministerio del Interior tomaron en serio la amenaza porque los narcos en México acostumbran a matar a autoridades gubernamentales, jueces, fiscales y directores de diarios que publican datos sobre sus organizaciones criminales.
El director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carreras, confirmó la amenaza a Bonomi. "Como funcionarios públicos tenemos la obligación de dar cuenta a la Justicia cuando se comete un delito", dijo Carrera en el Parlamento.
Luego de presentar la denuncia penal comenzó una investigación interna en el Instituto Nacional de Rehabilitación, porque es obvio que hubo una desintelingencia o una falla de comunicación en la guardia carcelaria que permitió el ingreso de los condimentos.
El escáner, un aparato de última generación, detecta hasta la más mínima sustancia. "Ello prueba que lo que falló fue la guardia que vio que eran condimentos y los dejó entrar en el módulo", dijo la fuente.
Desde la cartera se tiene la convicción de que el narco mexicano probó los controles que se realizan en el Módulo 12 del Comcar y percibió que, en una de las visitas, se pudo ingresar allí sustancias prohibidas (condimentos y sal no pueden entrar a dicha cárcel). También se cree en la Secretaría de Estado que si el narco logró pasar productos prohibidos, mañana podría ser otra cosa como, por ejemplo, un teléfono satelital que permitiría al traficante comunicarse con integrantes del cartel Los Cuinis.
Máxima seguridad.
El Módulo 12 del Comcar, donde está González Valencia, es el más seguro del país. Las celdas son individuales, de unos cuatro por dos metros, con ventanas.
Son compañeros de módulo de González Valencia los tres integrantes de la banda del Casabó (el "Manolo", el "Tulita" y el "Gárgola") sospechosos de haber asesinado a dos adolescentes desaparecidos hace nueve meses. También están los secuestradores de la médica Milvana Salomone, Gustavo Lepere Medero y Pedro Ignacio Leone Echart. El narco también comparte el módulo con un dominicano que secuestró al empresario Mauro Kogan.
El Módulo 12 cuenta con gruesas paredes de concreto. Para llegar a la celda donde está alojado el narco hay que pasar por un portón ciego, varias rejas y garitas custodiadas por policías armados a guerra. Los muros tienen concertina —un alambre de acero que corta con todas sus caras. También hay cámaras con vigilancia externa en todo el perímetro.
El narco tiene pocas actividades en el día. Baja solo al patio. Es decir, no tiene contactos con los otros internos del pabellón. Sí puede comunicarse a gritos con ellos. Sin embargo, la presencia policial en el lugar hace que esa comunicación sea mínima.
Fiscales mexicanos con Díaz.
A las 16:00 horas de ayer, en el marco de un fuerte despliegue de seguridad que incluyó efectivos de la Guardia Republicana, fiscales mexicanos visitaron la Fiscalía General de la Nación para entrevistarse con el fiscal de Corte, Jorge Díaz. El motivo de la reunión fue intercambiar información sobre operaciones del cartel de Los Cuinis en Uruguay. El 23 de abril pasado, uno de los líderes de esa organización de traficante de drogas, Gerardo González Valencia, fue procesado por la Justicia uruguaya.
Según consignó el semanario Búsqueda, el gobierno mexicano embargó un hotel del cartel en Puerto Vallarta valorado en varios millones de dólares.
Por la mañana, Díaz citó a la directiva de la Asociación de Fiscales para explicarle los alcances de sus dichos en el Parlamento. Allí Díaz dijo que jueces y fiscales no trabajaban lo suficiente. Participantes del encuentro dijeron a El País que Díaz pidió excusas por sus afirmaciones en el Parlamento y que, en realidad, no quiso agraviar a los fiscales. La reunión entre ambas partes fue de buen tono, según las fuentes.
EL CARTEL DE LOS CUINIS EN URUGUAY