Media docena de empresas cubren el servicio del señalamiento vial y tienen entre todas un stock de 6.000 balizas luminosas. El precio de cada una varía según las licitaciones.

—Uno sube a un taxi y no falta el chofer que saca el tema de las balizas y dice conocer historias del negocio. En otros ámbitos también se habla, y sin mala intención. ¿Qué opina?

—Originariamente éramos tres empresas: Alyca, Balizas Uruguay y la mía, que se llamaba Vigía Seguridad Vial. Después nacieron otras. Hace quince años que estoy en el rubro y realmente me molesta cuando me dicen "ya estás en el curro de las balizas". No es un curro; todos los negocios pueden tener un lado que es curro. Puedo ser proveedor del Estado y tener un amigo que hace las compras directas. Pero ¡no! Yo me presento a las licitaciones y pierdo y gano como cualquier otro. Formamos un consorcio con Transamerican y ganamos todas las últimas licitaciones de la Intendencia, por saneamiento, tránsito y los eventos de Carnaval y las carreras, como las 5K o las 10 K. Se llama RotoPlast-Transamerican y cumplimos con lo que nos piden. Si después la Intendencia demora dos meses en colocar una tapa no es problema nuestro. Es como si usted alquila una película y demora diez días en devolverla: tiene que pagar diez días. O si alquila un auto y no lo entrega en fecha, si lo tiene un mes le van a cobrar ese mes, de cajón. Y no por eso la arrendadora de autos es un curro. Pero lo de la Intendencia es traslúcido.

—¿Qué distingue a las balizas del consorcio?

—Transamerican agregó lo que se llama la trazabilidad del elemento, que tiene doble código de respaldo, el QB más el de barras. La baliza tiene una batería alcalina seca, no contaminante. Somos los únicos que la usamos. Cuando se coloca una baliza, esa batería tiene 35 días de duración; si tuviera menos no es posible sacarle la foto que revela cuándo se colocó, la calle y el número de puerta y el estado del pavimento o la vereda, la boca de tormenta o las raíces de un árbol. El servicio va cargado de un montón de información adicional.

—¿El seguro por vandalismo o robo es considerado en el alquiler de la baliza?

—No hay ninguna compañía que la quiera asegurar; está considerado en el precio, sí. Hay también balizas rotas en accidentes. Hay de chapa pero las mías son de plástico y si las chocan se destrozan. Existe un nivel de pérdidas de un 5 o 6%.

—¿Eso de los hurtos tiene que ver con los barrios en donde se hacen las obras?

—Sabe que no... Yo hice todo el saneamiento del Borro y 40 Semanas, hace años. Nadie lo quería agarrar, igual que el del Cerro. Yo fui un día, había cuatro o cinco muchachos y hablé con ellos. Les dije: Vamos a traer setenta balizas; si en noventa días me las llevo tal cual las traje, hay un premio de asado y una damajuana de vino. ¿Cuántos son? Bueno... a los noventa días las balizas estaban impecables. Y en Pocitos es incontrolable, ese tipo de arreglos no se puede hacer. Uno se tiene que adaptar al lugar en donde va a trabajar. Funciona así en todos lados.

—¿Cuánto cuesta el alquiler de la baliza por hora?

—En el orden de los $ 31. Hace catorce años que trabajamos con elementos de polietileno, y no con chapa, que produce efectos secundarios en un siniestro. Es muy complicado ajustar todos los tornillos, pero yo que tuve la suerte de exportar a Venezuela y Colombia puedo decir que Uruguay en Sudamérica es el número uno en señalamiento vial. Argentina es un desastre, Brasil es peor, Paraguay es horrible. Los índices de siniestros con víctimas fatales es alarmante. En Uruguay los hay por velocidad, alcohol o no respetar las señales, pero no porque se hayan caído adentro de un pozo o por mal señalamiento.

Enrique Fernández Sobrero