Los enfermeros denuncian falta de personal en pediatría y ASSE asegura que “está todo controlado”.

En la sala de Pediatría del Pereira Rossell todos los días entran niños con síntomas que se corresponden con el virus del dengue. Los enfermeros advierten que están sobrepasados. Y que necesitan más personal para responder a estos pacientes. Para una sala de 25 camas cuentan solo con una nurse y dos auxiliares de enfermería, aseguran. Dicen que no tienen mosquiteros, y que solo se usan tabletas eléctricas. Las autoridades, en tanto, niegan estas acusaciones.

Aunque la mayoría de los casos que reciben dan negativo, cuando dan positivo se les hace difícil aislar a los pacientes por la falta de trabajadores, sostienen también los enfermeros. Días atrás recibieron un caso grave, de un niño al que le sangraban las encías. Este fue el único que fue aislado. Con el correr de los días se pudo recuperar.

También tuvieron a tres mujeres embarazadas bajo la sospecha de haber contraído la enfermedad, dos se confirmaron y ya están bien.

Así lo informó a El País la presidenta del Sindicato Único de Licenciados en Enfermería (SULE), Ana Montans, que se desempeña como nurse dentro del hospital.

"Ni mosquiteros tenemos, se usa lo común eléctrico, las pastillas. En recién nacidos no hay, pero hay en pediatría. El médico es el que autoriza las pastillas y las tenemos que ir a retirar. Las que se enchufan, no más, es lo que se maneja", señaló Montans. El Ministerio de Salud Pública (MSP) recomienda el uso de repelentes y de mosquiteros; no ha dicho nada de estos aparatos.

"El personal es el mínimo, mínimo, mínimo. No hay gente. Es el problema que tenemos hace tiempo. Se mejoró en salarios pero falta gente. En una sala de Pediatría con 25 camas tenemos una nurse y dos enfermeras, y a veces hay una sola", insistió la presidenta de este sindicato, que existe desde hace dos años, y que tiene la mayoría de sus afiliadas trabajando en el Pereira Rossell. El gremio no es reconocido por las autoridades ni por el Pit-Cnt.

"No alcanza el personal. No hay un personal exclusivo para los casos sospechosos. Debería haber pero no hay", insistió.

Desde la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE), en tanto, sostienen que "está todo controlado", que el personal con el que se cuenta es el suficiente y que cuando se generan problemas es por "el ausentismo" que "en los meses del verano siempre es mayor".

"Está controlado todo el tema de la atención. En el caso de un paciente con dengue no se necesitan más recursos humanos", sostuvo a El País la directora de la región sur de ASSE, Estela Nogueira.

La funcionaria, por otra parte, señaló que existe un plan de contingencia que se pretende instrumentar en caso de que aumente de manera exponencial la cantidad de pacientes confirmados de tener dengue, lo que incluye, entre otras medidas, un aumento de la dotación de recursos humanos.

En este sentido, según confirmó ayer a El País la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg, en Uruguay se mantiene congelada la cifra de casos confirmados de dengue autóctono que fue anunciada la semana pasada. Son 17 (15 en Montevideo, 1 en Salto y 1 en San José).

Sobre la cantidad de posibles casos sospechosos en el Pereira Rossell, Nogueira confirmó que se recibe en promedio un niño por día con los síntomas de la enfermedad. Pero añadió que en la mayoría de los casos los resultados dan negativo.

"Va un niño que tiene fiebre y queda en observación. A las horas aparece el resultado. El médico ya descarta y se le da el alta", precisó la directora de la región sur de ASSE.

"Nosotros tenemos la dotación acorde en el Pereira. De repente en verano por el ausentismo es un poco menor", añadió Nogueira, quien aseguró que "no es cierto" que "una nurse y dos enfermeras" sea la dotación de las salas.

La presidenta del Sindicato Único de Licenciados en Enfermería (SULE), Ana Montans, denunció a El País que recibe a diario quejas de miembros del gremio por "diferencias en sus salarios". A los licenciados de enfermería les fueron aprobados aumentos de casi un 20%, sin embargo Montans señala que "algunos cobraron hasta 5.000 pesos menos". Y añadió: "No puede ser que existan diferencias tan enormes en los aumentos salariales. La gente está muy enojada".

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