Según Bonomi, intentaron “copiar” el primer asalto exitoso.
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi y el jefe de Policía de Montevideo, Mario Layera, aseguraron que los robos de armas dentro de predios militares no están relacionados entre sí.
Ambos jerarcas concurrieron ayer al Parlamento para explicar cuáles son las acciones que se están llevando adelante por estos hechos acontecidos en las últimas semanas.
Para el jefe de Policía, la delincuencia pretende tener "una gran concentración de armas de alto poder de fuego", aunque a su vez resaltó que "son hechos aislados entre sí".
"Algo que sale bien en la conducta criminal es asumido por los demás para realizar el mismo acto con igual beneficio", dijo Layera, en base al análisis de este tipo de acciones.
El ministro Bonomi abonó esa tesis al decir que en el robo y los restantes ataques a unidades militares "no hubo coordinación".
"Uno (el robo del Batallón Florida) salió bien y los otros fueron copiando", precisó el ministro.
Layera explicó que la Policía dio una alerta máxima en instituciones financieras por el robo de fusiles. "Se dieron órdenes operativas para prevenir y aumentar la atención en los lugares de concentración de valores. También se alertó a las empresas de seguridad privadas", contó.
Además dijo que "se emitió una alerta interna" para la Policía porque se tuvo información de que "habría intención de cometer ataques hacia policías y soldados, es decir todo aquel que esté armado".
Para el jefe de Policía "la intención de los delincuentes es recuperar el armamento que han perdido en los procedimientos policiales".
Antecedentes.
El último caso de intento de robo a una unidad militar ocurrió la noche del martes 2 en el cuartel de Artillería de Trinidad, Flores. Un soldado del Ejército fue atacado a balazos aunque pudo reducir al delincuente, quien fue atrapado y llevado ante la Justicia penal.
El País publicó que cuando el delincuente fue interrogado, dio pistas firmes a los agentes policiales. "Me pagaron para que entrara (al cuartel) y roba-ra el rifle", según relató a los investigadores. Fue alguien de Montevideo que le prometió $ 10.000 por el fusil Steyr, arma que integra el equipamiento de los efectivos del Ejército y que es similar a la robada a comienzos de enero en la unidad de la Brigada de Infantería 1, en Montevideo, donde se encuentra el Batallón Florida.
En tanto, el pasado domingo 24 de enero, dos personas no identificadas intentaron ingresar de manera no autorizada al predio de la Escuela Militar, en Toledo Chico. En ese momento, un efectivo de guardia advirtió la situación y dio el alerta. Luego, los intrusos escaparon. Por su parte, el 21 de enero se produjo un incidente similar en el mismo Batallón, pero en esa ocasión el solitario delincuente huyó cuando el soldado de guardia le dio la voz de alto.
El 8 de enero, en el Batallón N° 1, los delincuentes lograron hacerse con dos fusiles de asalto y en su huida hirieron a un soldado en una pierna.
Nuevas medidas de seguridad en cuarteles.
El subsecretario de Defensa, Jorge Menéndez, dijo ayer que se están aplicando nuevas medidas de seguridad en las unidades militares debido a los intentos de robo de las últimas semanas, pero que estas serán de carácter reservado y "no de carácter público". Entre las medidas que evalúa el Ministerio de Defensa está el traslado de unidades militares que hoy están en zonas urbanas. "Han quedado tan apretadas estas unidades que molestan el desarrollo urbanístico de la ciudad, y también molesta a las propias unidades", explicó Menéndez. También adelantó la instalación de medios electrónico de seguridad, como son las cámaras de vigilancia. Por orden del ministro Eleuterio Fernández Huidobro fue relevado el jefe de la primera unidad robada.
Los robos a unidades militares