La principal fabricante de cervezas del mundo, Ab In Bev, que controla las tres marcas tradicionales de Uruguay, decidió rescindir el contrato a sus distribuidores en Montevideo y la Federación del Transporte de Bebidas (Fetrabe) lo toma como "una agresión directa a nuestra actividad" por lo que estudiará medidas de protesta, adelantó a El País Ernesto Toledo, vicepresidente de la Intergremial del Transporte Profesional de Carga.
La multinacional cumplió con la obligación legal de avisar sobre fines de abril que rescindiría los contratos a partir del 30 de junio.
Fetrabe buscará primero un diálogo con la multinacional porque entiende que no se ha configurado justificación alguna para la rescisión y ya explicó la situación planteada al ministro de Transporte, Víctor Rossi, quien se mostró "muy preocupado" por la situación, según Toledo. El ministro dijo a El País que la directiva de la Intergremial del Transporte Profesional de Carga lo puso al tanto de la situación y que prometió irlo actualizando sobre el desarrollo de los acontecimientos. "No tengo elementos para opinar y cualquier comentario mío podría no ayudar", señaló.
La situación afecta a 32 empresas y alrededor de 180 trabajadores. "Esto es una agresión directa a nuestra actividad en una coyuntura difícil que volcaría 60 camiones más al mercado en un momento en que hay sobreoferta. La cosecha de soja está bastante mal al igual que estuvo mal la anterior campaña de trigo y la construcción está cayendo", señaló Toledo. Como argumentación jurídica, Fetrabe dirá que a una empresa que disfruta de una posición monopólica y recibe un subsidio que representa US$ 10 millones anuales, se le debe pedir que respete a las pequeñas y medianas empresas con las que trabajaba.
A este grupo se le devuelve el 40% del Impuesto Específico Interno (Imesi) que grava la venta de cerveza. Toledo destacó que los contratos de las empresas transportistas con Fábricas Nacionales de Cerveza establecían el requisito de exclusividad por lo que no le será fácil a las empresas distribuidoras afectadas seguir trabajando en el rubro de la distribución de la bebida. "Está todo distorsionado por la falta de competencia. El que tiene el monopolio debería tener más deberes que quien no lo tiene", dijo otra fuente de Fetrabe. "Los subsidios se pagan con dinero que es de todos y los efectos también son sobre todos", agregó la fuente.
Sin embargo, fuentes cercanas a Ab in Bev dijeron a El País que la intención de la empresa es preservar todas las fuentes de trabajo y que considera que cumplió con el preaviso que debía dar tanto a Fetrabe como a la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (Foeb) a la que están afiliados los 150 trabajadores mencionados (ver nota aparte). Por ahora, Ab in Bev no tiene previsto hacer comentarios adicionales.
La información que maneja Fetrabe es que las tareas de distribución pasaría a realizarlas únicamente una empresa argentina llamada Mirtrans que tiene un socio local y que ya tiene relación con Fábricas Nacionales de Cerveza a la que ya trae insumos y cerveza en lata de otros países.
La mayoría de las empresas comenzaron a trabajar con Fábricas Nacionales de Cerveza hace unas tres décadas cuando las fabricantes de bebidas comenzaron a "tercerizar" los servicios de distribución, muchas veces a través de empresas conformadas por ex empleados de las propias compañías fabricantes. En el caso de Fábricas Nacionales de Cerveza los contratos tenían en general dos años de plazo.
TRANQUILIDAD EN FOEB
Mientras tanto, en la poderosa Federación de Obreros y Empleados de la Bebidas (Foeb) hay tranquilidad y expectativa porque se entiende que si se conservan los puestos de trabajo en la nueva distribuidora y la antigüedad de los funcionarios no debería haber problemas. Hoy por la mañana habrá una asamblea para analizar la situación. En la distribución de cerveza se desempeñan entre 150 y 180 trabajadores, según la época del año, dijo a El País el dirigente Fernando Ferreira. "El sindicato logró para los trabajadores de las distribuidoras los mismos beneficios que tienen los trabajadores de fábrica. No podemos decir todavía si los van a tomar o no en la nueva empresa. Para nosotros es un requisito esencial que sigan", aseguró Ferreira.
El principal referente de la Foeb, Richard Read, escribió en Twitter que, en principio, los empleados que en su casi totalidad están afiliados al sindicato, conservarían sus empleos y salarios y que el conflicto en ciernes "es una pelea entre patrones". Read aseguró no estar al tanto de las razones por las que se rescindirán los contratos de los transportistas."Hace 5 años que se lo veníamos planteando (a Fetrabe), advirtiéndoles que esto se les venía. Que había que sumar. No pudimos convencerlos, ahora es tarde", escribió en Twitter el sindicalista.
Una vieja advertencia
En 2003 Fetrabe escribió al entonces vicepresidente, Luis Hierro. "La fusión de las compañías que comercializan las cervezas Patricia, Norteña, Pilsen, Doble Uruguaya, Prinz, Zillertall y Heineken determinó la eliminación de la competencia en el mercado de cervezas (...) la conformación de un monopolio en la comercialización de cervezas es inconveniente para distribuidores, comerciantes y consumidores", decía la carta.
Control sobre las tres marcas clave
Mientras Coca-Cola controla el 64% aproximadamente de las bebidas refrescantes sin alcohol, Ab in Bev tiene alrededor del 97% del mercado de la cerveza luego de adquirir las tres marcas tradicionales de cerveza de Uruguay: Pilsen (habitualmente la más vendida), Norteña y Patricia (que perteneció a Salus). También controla las marcas Zillertal, Malta Pilsen y Pepsi e importa la cerveza Quilmes de Argentina. También importaba la exitosa cerveza belga Stella Artois y ahora la envasa en Uruguay luego de un planteo hecho por la Foeb. El subsidio en el IMESI ronda los $ 3 por litro. Fábricas Nacionales de Cerveza surgió en 1932, Compañía Salus en 1935 (y su cerveza Patricia en 1956) y Cervecería y Maltería Paysandú en 1947. Actualmente, y desde hace varios años, todas son controladas por el mismo grupo económico.
Un coloso del mercado cervecero global
El coloso Anheuser-Busch InBev N.V./S.A. (Ab In Bev) es una empresa belgo-brasileña, que tiene sedes en Lovaina, Bélgica, y en San Pablo, Brasil. Es la mayor fabricante mundial de cerveza y tiene un cuota de mercado de alrededor del 25%.
Produce marcas como Budweiser, Stella Artois, Becks, Staropramen, Leffe y Hoegaarden, Bud Light, Skol, Brahma, Quilmes, Labatts Blue, Michelob, Harbin, Sedrin, Cass, Paceña, Klinskoye, Sibirskaya Corona, Gilde, Chernigivske, Jupiler, Pilsen, Patricia y Norteña. La compañía emplea a unos 120.000 trabajadores en más de 30 países.
Ab In Bev controla Brahma y Antarctica, las dos principales cervezas de Brasil, que se habían fusionado antes entre sí.
Las ganancias del grupo en 2013 rondaron los US$ 14.394 millones. En Estados Unidos controla al menos el 47% del mercado y en Brasil todavía más. El grupo amplió su potencia cuando adquirió el Grupo Modelo de México lo que incluyó a su marca Corona. La operación rondó los US$ 20.100 millones.
Sus diez principales mercados son Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Argentina, Bélgica, Alemania, Reino Unido, China y Corea del Sur. Su volumen total de ventas en América Latina está estable.
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