Fieles de Montevideo, el interior del país, Argentina y Paraguay rezaron frente al puerto del Buceo.

En una noche ventosa y fresca, con el mar de fondo de las aguas del Buceo, más de 8.000 personas se reunieron en el predio de la Aduana de Oribe, convocadas por el "Rosario de Bendiciones de la Familia", que organizó por quinta vez consecutiva la Iglesia Católica de Montevideo."Qué felices que estamos junto a María, junto a la Madre. Damos gracias a Dios. Somos cada vez más; esto es una invitación que el Señor nos hace, no solo a venir sino a seguir trayendo gente para que sean muchos nuestros hermanos que, de la mano de María, descubran la alegría inmensa del amor de Dios", comenzó diciendo el cardenal Daniel Sturla, sobre un escenario que a sus costados tenía dos pantallas gigantes que proyectaban la filmación del acto desde distintos ángulos del predio.

En su prédica, Sturla refirió la existencia de diversos problemas familiares: divisiones o peleas. Y de inmediato subrayó que en las familias "puede haber violencia doméstica", y que "hay chicos que se juntan sin conocer la alegría del sacramento del matrimonio, y también hay enemigos externos de la familia que le hacen daño, hay leyes contra la vida, contra la familia, hay propuestas de educación sexual que van contra el matrimonio querido por Dios de varón y mujer. Pero frente a todos esos problemas, hay que descubrir la belleza y el amor de la familia. Y eso es lo que sobre todo queremos subrayar. Como la otra vez decía un chiquilín, y me encantó esa expresión: el mejor invento de Dios es la familia".

El objetivo principal de este tipo de encuentros "es difundir y reforzar la importancia de la oración, tanto como un acto personal como también en comunidad, cuando se reza en grupo". Asimismo se trata de dar un mensaje a los fieles para motivar el modelo de familia cristiana.

A través del "Rosario de Bendiciones", la Iglesia Católica desea promover el fortalecimiento de esa familia "como núcleo primario de formación, amor, comunicación, y contención".

Ya en el Rosario de 2015, Sturla también había resaltado que "más allá de que hay una crisis de familia por la cantidad de separaciones o situaciones de hecho, se hace necesario un anuncio gozoso de la familia según el plan de Dios".

En la misma línea conceptual, anoche manifestó: "la familia nos banca, nos hace el aguante, nos espera, y por eso, en este año de la Misericordia, qué bueno que le pidamos a María que en nuestras familias sepamos perdonar y que nos acerquemos a aquellos familiares de los que estamos lejos".

La convocatoria estuvo dirigida a los creyentes católicos pero también a aquellas personas que desearan conocer más sobre la Iglesia y los misterios del Santo Rosario.

El primer Rosario tuvo una concurrencia de 1.500 personas aproximadamente, mientras que el del año pasado reunió a unas 8.000, provenientes no solo de Montevideo, sino del interior del país, de Argentina y de Paraguay.

Antes de las palabras de Sturla, se soltó al cielo un rosario formado por globos de helio celestes, blancos y amarillos, que debido al viento que soplaba desde el este fueron conducidos hacia la bahía.

Cuando llegó a la rambla la procesión con la imagen de la Santísima Virgen, rodeada de flores e iluminada, todos los presentes rezaron un Rosario frente a ella.

Durante la jornada, con el marco próximo del Puerto del Buceo, en un clima de devoción y con cantos, fueron repartidos materiales religiosos gratuitamente a todas las personas, y también rosarios y medallas de la Virgen.

Hace meses, surgió la idea de colocar en el predio de la Aduana de Oribe una imagen permanente de la Virgen, como lugar de devoción y peregrinación. Para ello, se trajo desde México una imagen (izq.) que está siendo acondicionada por la artista Alicia Bauer y el Arq. Nicolás Guerra. La imagen de la Milagrosa mide 2.20 m. de altura y será colocada sobre un pedestal de piedra una vez que la IMM lo apruebe.

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