Desde Maldonado, cruzaron la cordillera junto a 140 argentinos y chilenos.
El domingo 12 de enero se cumplieron doscientos años de una de las mayores gestas de la independencia americana: la decisiva batalla de Chacabuco registrada a unos 50 kilómetros al norte de Santiago de Chile.
"Una división de 1800 hombres del Ejército de Chile acaba de ser destrozada en los llanos de Chacabuco por el ejército a mi mando en la tarde de hoy", informó ese mismo día el general José de San Martín. La batalla ocurrió apenas cuatro días después de la hazaña de ese mismo ejercito patriota que cruzó la cordillera para sorprender a los españoles. San Martin, secundado por el chileno Bernardo OHiggins comandó un ejercito de unos cinco mil soldados que, desde Mendoza, cruzaron la cordillera de los Andes. Entre los mismos figuraban dos orientales: Eugenio Garzón y el fernandino por adopción Ventura Alegre. Ambos como ayudantes de campo del propio Libertador.
Doscientos años después, un grupo de argentinos y chilenos, y tres uruguayos, evocaron la gesta del Ejército de los Andes. Diego Echeverría, Gonzalo Navarrete y Carlos Medina fue el trío, representante del departamento de Maldonado, que se sumó a al cruce realizado a fines de enero en el marco del bicentenario de la gesta. Fue también como homenaje al coronel Ventura Alegre, que formó parte de la gesta sanmartiniana. Alegre fue asesinado por un grupo de brasileños que se encontraban en Punta del Este durante la guerra de 1827. Había vuelto a Maldonado después de dieciséis años de ausencia para saludar a su madre.
La experiencia.
Los tres fernandinos forman parte de sociedades nativistas y son propietarios de caballos.
"Allá fuimos con muchas ganas y como hijos de la misma ciudad donde nació el coronel Ventura Alegre", contó Diego Echeverría, abogado de profesión y secretario general de la Intendencia de Maldonado. Gonzalo Navarrete y Carlos Medina fueron sus acompañantes en el cruce de la cordillera de Los Andes.
Echeverría explicó que la ruta elegida transcurrió por el cruce de Planchón Vergara, el mismo empleado hace dos siglos por el Libertador.
"Los tres nos sumamos a más de 140 paisanos argentinos y chilenos que constituyeron el grueso de los participantes que cruzaron la cordillera para recordar la gesta de San Martín", narró el fernandino.
"Luego de establecernos en el campamento base y recibir los caballos comenzó el cruce. Avanzamos como hace doscientos años. Entre 28 y 30 kilómetros diarios. El lugar impresiona y si bien no hubo accidentes graves el cruce constituye un riesgo importante para cada uno. De todas formas, quedamos muy contentos porque terminamos sin ningún problema. Al contrario, satisfechos por haber llevado al Pabellón Nacional y la bandera de Maldonado que se sumaron a las argentinas y chilenas", dijo.
Los jinetes enfrentaron las duras condiciones que impone la cordillera, entre ellos las cambiantes temperaturas y los riesgos de la empinada ruta. "La tarea de cruzar Los Andes a caballo no es una cosa sencilla. Y menos hacerla en solitario. Sería un suicidio", dijo Echeverría.
La travesía se hace en caballos entrenados para los cruces de montaña. Las vituallas y alimentos fueron trasladados en mulas. Un calco de lo que pasó hace doscientos años. Para los tres fernandinos el hecho de cruzar la cordillera los llevó en todo momento a recordar la gesta de San Martín y lo que fue para los cinco mil soldados que lo acompañaron.
"Si doscientos años más tarde es complicado, uno imagina lo que fue en su momento. La fuerza que tuvieron y las ganas de libertad que siguieron para cruzar la cordillera y presentar batalla cuatro dias después", reflexionó Echeverría.
Otra hazaña.
El cruce de Los Andes también permitió a los tres fernandinos recordar la hazaña de los rugbiers uruguayos sobrevivientes del accidente del Fokker Fairchild Nº 571 en octubre de 1972.
"El cruce de Planchón se encuentra cerca de donde cayó el avión. Es impresionante. Uno imagina lo que sentían esos jóvenes que cayeron ahí. Terminás de pasar una montaña inmensa y crees que llegaste al final, pero lo que ves es otra igual de grande. Uno de da cuenta de la inmensidad de la naturaleza y lo minúsculo del ser humano", dijo el abogado.
Travesía se desarrolló a más de 4.000 metros de altura
Los expedicionarios de tres países salieron el 26 de enero desde los cinco pasos situados en las provincias de Mendoza y San Juan, e ingresaron a territorio chileno el pasado 3 de febrero. El buen clima acompañó la totalidad de la travesía que se cumplió por alturas superiores a los 4.000 metros. La recreación histórica del Bicentenario del Cruce de los Andes fue organizada por los ejércitos argentinos y chileno y tomaron parte, en todas las fases de la organización y el desarrollo, unos 675 efectivos, además de personal de apoyo logístico, médicos y veterinarios para cuidar y resguardar las mulas con las que hicieron el trayecto en territorio argentino, con el propósito de "seguir las huellas de la mayor epopeya militar en suelo americano", indicaron los organizadores.
EPOPEYA REVIVIDA 200 AÑOS DESPUÉS