Científicos uruguayos probaron una novedosa técnica genética y lograron inhibir la acción de un parásito que ataca a humanos y animales. La semana que viene presentarán los resultados ante expertos de centros de referencia de Estados Unidos.
El hall central de la Facultad de Medicina está lleno de estudiantes sentados en los escalones y en el piso. La previa de las elecciones nacionales genera un clima de charlas y reuniones. Nicolás DellOca (34) pide permiso con discreción y pasa entre dos estudiantes para subir los tradicionales escalones de mármol de la facultad hacia su oficina.
Mientras camina, cuenta que está terminando su Maestría en Biología Molecular y que está "medio como loco" porque este martes viajará a la Universidad de Washington para reunirse con un colega que también integra el Departamento de Genética pero que actualmente está trabajando en Estados Unidos.
Su realidad en las últimas semanas no ha estado centrada en el clima electoral sino en la revista Molecular & Biochemical Parasitology, una de las publicaciones más importantes del mundo en biología molecular. Allí, este mes, apareció su nombre como autor principal de un artículo científico, que escribió bajo la tutoría de José Tort, biólogo y profesor adjunto de Genética.
Junto a compañeros del departamento, DellOca demostró la eficacia de un método que inactiva a un parásito que ataca el hígado de seres humanos, vacas, ovejas y cabras. En concreto, lograron dejar inactiva a la fasciola hepática, un organismo de entre 1 y 2 centímetros que se aloja en el hígado y produce ente 500 y 20.000 huevos por día, estos son arrastrados por la bilis y eliminados por la materia fecal.
En el exterior, entra en caracoles de agua dulce y evoluciona hasta que sale y se adhiere a plantas acuáticas. Al animal o al hombre llega por que estos ingieren plantas contaminadas.
"Acá hay una cantidad, mirá", dice DellOca levantando una bolsa de nylon con pequeños caracoles en su interior y diminutos organismos de color blanco cerca del fondo.
En Uruguay entre 50 y 60% de los vacunos sufren de fasciola hepática; el parásito se instala en su hígado y cuando el productor busca vender el animal, el hígado es decomisado o le quitan una porción. "En un país exportador de ganado como el nuestro, el impacto es muy grande", apunta DellOca, médico de formación y de origen floridense.
Los casos en humanos en el país son esporádicos, cuenta el científico, "hace unos años que no se detectan pero en Bolivia y Asia son un problema sanitario grave. Referencias internacionales en la materia acudirán a un meeting que se realizará en Nueva Orleans del 2 al 6 de noviembre, donde DellOca presentará su investigación.
El estudio.
Los científicos uruguayos lograron interrumpir la acción agresora del parásito "silenciando" la acción de un gen que es clave para su desarrollo y subsistencia. Para lograrlo, introdujeron una molécula que "se pegó" al gen en cuestión e impidió que se expresara.
Técnicamente el procedimiento se conoce como Interferencia de ARN (ARN es la molécula introducida). "Esa técnica permite interferir un gen blanco mediante la incorporación, en una célula o un organismo vivo, de una molécula de ARN", explica DellOca.
"Hubo un trabajo previo de Gabriel Rinaldi, compañero que ahora está en la Universidad George Washington, que determinó que se podía hacer en fasciola hepática, que era viable", aplicar la técnica en este parásito, admite el científico.
Sin embargo, el procedimiento utilizaba una alta concentración de moléculas interferentes, generaba numerosos efectos no deseados y no establecía con precisión cuánto duraba la acción de inhibición sobre el parásito, detalle no menor a la hora de considerar la técnica para una eventual vacuna a futuro.
"Nosotros logramos reducir muchísimo la cantidad de ARN utilizada y consideramos que con eso podemos disminuir efectos indeseados. Además, la permanencia del efecto fue muy larga y eso abriría una ventana para utilizar esta herramienta como terapia pensando en algún tipo de droga", explica DellOca.
El equipo de los uruguayos es el segundo en todo el mundo que trabaja en esta técnica como modo de atacar la fasciola hepática. En general, los mecanismos utilizados para generar cambios en los genes son altamente complejos y costosos. Esta sería una forma de alterar la expresión de blancos puntuales mediante un mecanismo más accesible.
Por el momento, los uruguayos no apuntan a contactar firmas que puedan materializar el avance en una vacuna, pero son conscientes que su trabajo aportará un grano de arena a la hora de que sea considerado.
Eventualmente, su técnica podría ser la base para que una persona o un animal tenga en su cuerpo una molécula que circule por su sangre y tenga la capacidad de inhibir al parásito cuando ingrese al cuerpo, previniendo el desarrollo de la enfermedad.
El parásito
La fasciola hepática es un parásito que ataca el hígado de seres humanos, vacas, ovejas y cabras. .
Diminuto
Cuando es adulto mide entre 1 y 2 cm, se aloja en el hígado y produce de 500 a 20.000 huevos al día,
En el hígado
Ingresa al organismo a través de vegetales contaminados, siendo un microorganismo prácticamente indistinguible a simple vista, se aloja en el hígado.
Presentan trabajo en reunión de científicos en Estados Unidos Leticia Costa