El 19 de junio de 2009, cuando se cumplía el 245° aniversario del nacimiento de José Artigas, el entonces presidente Tabaré Vázquez anunció su intención de “rescatar” la figura del Prócer del “frío mausoleo” al que lo “recluyó el autoritarismo” para realojar sus restos en el Edificio Independencia.
“En un contexto y en condiciones adecuadas, con sencillez republicana y puertas abiertas a la sociedad”, aclaró.
Su propuesta no prosperó y los restos siguen en Mausoleo, sobre ellos ayer Vázquez recibió la banda presidencial por segunda vez. Sin embargo, horas antes, más precisamente a las 10.28 de la mañana, juró ante la Asamblea General respetar la Constitución y las leyes, y luego se sumergió en un discurso de veinte minutos íntegramente dedicado a Artigas, el que le sirvió de base para prometer que el legado y los valores del héroe nacional serán guía de cada una de sus acciones en el próximo quinquenio.
“No se trata de una mera rememoración de ocasión, sino que estos valores serán los referentes axiológicos que inspirarán y animarán las políticas y medidas concretas que desde nuestro gobierno impulsaremos”, afirmó.
En 2009, cuando hizo aquel anunció de realojo que generó apoyos y resistencias, Vázquez dijo: “Artigas fue arquitecto y albañil de un proyecto que conjugaba integración, soberanía, democracia y justicia social”.
Ayer giró sobre el mismo concepto. La figura de Artigas es recurrente para la izquierda, pese a que las referencias a su ideario han sido una constante de todos los gobiernos que antecedieron a Vázquez.
El nuevo mandatario reservó los anuncios sobre medidas de gobierno para la cadena de radio y televisión de la noche, y dio a los parlamentarios y delegaciones visitantes una suerte de clase de historia sobre Artigas, a quien nombró quince veces donde cada hecho concreto o escrito del prócer le permitía afianzar su mensaje sobre la necesidad de trabajar en valores, palabra que por otra parte fue incluida once veces en su discurso.
“Hace algunos minutos me comprometí ante ustedes a respetar y hacer respetar la Constitución y la Ley. Ahora, en este momento tan particular que atraviesa el mundo, me comprometo ante ustedes y les pido me acompañen a proclamar, difundir y honrar en todo momento esos principios y valores a los que hice referencia y que constituyen el noble metal en el que se inscribe nuestra identidad como nación. Principios y valores que nos regala nuestro Prócer, el simple ciudadano José Artigas”, sostuvo Vázquez para rematar su discurso.
Vázquez hizo referencia a las frases más conocidas de Artigas: “Que los más infelices sean los más privilegiados”; “Sean los orientales tan ilustrados como valientes” y “Mi autoridad emana de vosotros y ella cesa ante vuestra presencia soberana”, momentos en el que con perfecta coordinación las señal en cadena que trasmitía el acto tomó la inscripción tallada en el frontispicio.
“Ruego entonces a todos ustedes se me permita despojar al prócer José Artigas de la frialdad y rigidez del bronce y del mármol, de los mitos y oropeles que lo rodean y evocarlo, con respeto y admiración, como un hombre con sus virtudes y con sus defectos, como un simple ciudadano, tal como pidiera se le designara el 25 de abril de 1815 en oficio al Cabildo de Montevideo”, dijo Vázquez.
El mandatario también recurrió el polémico historiador argentino Bartolomé Mitre (1821-1906).
“En 1881, el historiador argentino Bartolomé Mitre escribía: ‘Artigas es hoy una especie del mito del que todos hablan y ninguno conoce’”, dijo Vázquez. La versión de Mitre sobre la vida y obra de Artigas es polémica y es sindicado por haber contribuido, junto a otros, a instalar la leyenda negra del prócer uruguayo.
Vázquez dijo que la historia de la humanidad pocas veces se ha visto tan abrumada por las guerras, la discriminación y el hambre. Y apeló a Aristóteles: “Hay una línea que divide a los virtuosos del vicio, y parece que los virtuosos están perdiendo”.
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