El expresidente de la Cámara Baja mintió al asegurar durante la investigación por el caso Petrobras que no tenía cuentas en Suiza, algo que fue desmentido por los bancos de ese país.
La Cámara baja de Brasil despojó en la noche del lunes de su escaño a Eduardo Cunha, expresidente de ese órgano legislativo, acusado de corrupción y quien dio el primer paso para el proceso que llevó a la destitución de la exmandataria Dilma Rousseff.
La decisión fue adoptada por el pleno de la Cámara de Diputados, que se pronunció por retirarle el mandato a Cunha por 450 votos a favor, 10 en contra y 9 abstenciones.
Cunha renunció en julio pasado a la presidencia de la Cámara baja luego de que el Supremo lo suspendiera sus funciones y fue quien, en diciembre pasado, aceptó a trámite las denuncias de irregularidades presupuestarias que finalmente le costaron el cargo a Rousseff.
A ese proceso hizo alusión Cunha, cuando antes de la votación presentó su defensa oralmente y reiteró su "orgullo" por haber dado lugar a ese trámite, sobre el cual afirmó que "ayudó a que Brasil se librara de uno de los Gobiernos más corruptos que ha tenido".
Sin embargo, el propio Cunha, cuando inició el proceso contra la exmandataria, ya era investigado por su presunta participación en la red de corrupción que operó en la petrolera estatal Petrobras, de la que habría recibido unos 5 millones de dólares en coimas.
La decisión adoptada por la Cámara baja, que lo despojó del escaño para el que había sido elegido en 2014, se debió sin embargo a que mintió frente a una comisión parlamentaria que investigaba las corruptelas en Petrobras, ante la cual negó tener cuentas bancarias en Suiza.
Esa declaración, prestada bajo juramento, se vino abajo cuando la Justicia suiza, que coopera con las autoridades brasileñas en toda la investigación de las corruptelas en Petrobras, demostró que, pese a negarlo, Cunha poseía cuentas cifradas en bancos helvéticos.
Tras esa comprobación y otros indicios, el Tribunal Supremo inició tres causas distintas contra Cunha, hasta el año pasado uno de los dirigentes más influyentes del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), al que pertenece Michel Temer, quien sucedió en la presidencia a Rousseff.
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